Ángel estaba reunido con sus abogados, incluyendo a Jonatan y trataban de encontrar la manera de revocar el contrato que Ángel habia firmado con engaño. Los abogados fueron completamente sinceros con Ángel y le dijeron que sería muy difícil ganar una demanda ya que él había firmado el contrato estando en sus cabales. Ángel se sentía desbastado, ese era un momento terrible para él, le habían robado legalmente la empresa por la que tanto había trabajado y además de eso su mejor amiga estaba secuestrada o quién sabe si algo peor.

Después de hacer un plan de demanda con un pronóstico no tan bueno, los abogados y Ángel concluyeron la reunión y salieron del despacho.

-Ángel, ¿podemos hablar ahora? – preguntó Jonatan antes de que ambos salieran de la oficina.

-Si, claro dijo Ángel y se dispuso a escucharlo de inmediato, él sabía que lo que Jonatan fuera a decirle de seguro era importante.

-Quiero hablarte sobre algunas sospechas que tengo – dijo Jonatan mientras se sentaba en la silla de enf