En cuanto Ángel llegó a su oficina Wanda se acercó a él. ella estaba muy interesada en saber todo lo que había pasado en el desayuno de Ángel y Antonio Matos.-Ángel por favor necesito saber todo o de lo contrario voy a morirme – dijo Wanda en cuanto entró a la oficina de Ángel trancando la puerta detrás de ella.-Wanda siéntate por favor – dijo Ángel con seriedad, él consideraba que ya Wanda estaba lista para enterarse de todos los negocios sucios en los que estaba involucrada la empresa cuando él tomó el control de todo – hay muchas cosas que asimilar.Wanda se quedó impresionada por la seriedad en el rostro de Ángel. Ella estaba acostumbrada a verlo serio y a veces incluso con una mirada aterradora, pero esta vez ella pudo ver algo más en sus ojos. Ella vio un destello de preocupación en su mirada y eso la puso en alerta.Ella obedeció su orden y se sentó en el sofá y miraba a Ángel con atención, ella estaba ansiosa por saber todo lo que el tenía que decir.-Estoy lista – dijo ella
Amelia estaba sentada en un columpio mientras admiraba el jardín, para ella todo era realmente hermoso. Amelia se deleitaba con la naturaleza y disfrutaba de cada parte de ella, de la caricia de la brisa, del frio del viento cuando soplaba fuerte, del calor del sol, del frescura de la lluvia y del olor a la tierra mojada, así como el olor de las flores. En ese momento el día era brillante, el sol estaba en su máximo esplendor, las flores estaban relucientes vestidas de colores. Las mariposas revoloteaban sobre el jardín haciendo lucir un paisaje maravilloso.Estando en ese espacio en ese momento ella se sentía tan a gusto que por un momento había olvidado que la habían capturado y encerrado en ese lugar en contra de su voluntad.Ella estaba experimentando la cálida brisa y los rayos de sol sobre su piel, mientras se mecía ligeramente en el columpio, la paz y serenidad que estaba sintiendo era realmente incomparable.-Señorita Amelia – dijo una suave voz detrás de ella – necesito que m
Amelia y Amarilis se sentaron en un sofá y disfrutaron de los aperitivos que Amarilis había preparado.- ¿Te gusta este lugar? – preguntó Amarilis, solo para que Amelia lo expresara con sus propias palabras porque ella estaba completamente segura de que era así.-Este es el mejor regalo que he recibido en mucho tiempo – expresó Amelia con sinceridad.-Es decir… ¿estas agradecida del señor Andújar? – preguntó la enfermera al oír las sinceras palabras de Amelia.-Claro que no, el me tiene secuestrada, esto es lo menos que él puede hacer – dijo Amelia mirando a amarilis como si esta tenía dos cabezas – jamás voy a estar agradecida de ese señor, ni que yo fuera masoquista.-Pero dijiste que te gusta el estudio, él lo hizo para ti, incluso logró poner tu esencia en este lugar – dijo Amarilis halagando los esfuerzos de Ángel.-Me encanta el estudio, pero sigo secuestrada por él por lo que nunca voy a agradecerle por esto – Amelia se mantenía seria mientras decía esas palabras – además, solo
Después de la cena Amelia no quiso seguir hablando con Ángel y se fue a su habitación, Ángel no quería molestarla porque había notado que ella no estaba de buen humor.Ángel se fue a su despacho y trabajó hasta tarde de la noche y cuando se sintió cansado decidió ir a dormir. Cuando subió las escaleras sintió deseo de ver a Amelia, él entró a la habitación de ella y notó que estaba profundamente dormida.Él se acercó y se arrodilló frente a la cama, para él Amelia era la creación mas hermosa que sus ojos habían visto alguna vez.-Mi querida Amelia, no le encuentro explicación a tu belleza – dijo Ángel mientas acariciaba su mejilla con delicadeza – si supieras lo mucho que te amo y que lo único que quiero es hacerte feliz, sueño con ese día en que te des cuenta de que mis intenciones hacia ti es solo liberarte no apresarte.Después de decir esas palabras Ángel le dio un corto beso en los labios y luego la miró un momento de cerca, tanto que ella podía sentir sus respiración sobre su pi
Cuando Amelia terminó el nuevo cuadro se sorprendió mucho de lo que había pintado la verdad es que era sorprendente, pero de ninguna manera ella podía permitir que alguien más lo viera. Ella descolgó el lienzo y lo puso detrás de todos los demás lienzos que estaban en blanco. Ella consideró que los dos últimos cuadros que había pintado era completamente personal por lo que lo ocultó para que nadie lo vea sin su permiso.Amelia duró mucho tiempo en el estudio, por alguna razón ella se sentía muy inspirada y pintó un cuadro más, el cual era realmente hermoso. Amelia había pintado una chica sentada en una piedra frente al mar, en el mar se formaba una gran ola que parecía que arroparía toda la ciudad. Todo el mundo alrededor de la chica corría tratando de huir de la gran ola y se formaba un gran alboroto, sin embargo, la chica se quedaba sentada sobre la piedra observando la ola. Ella estaba tan concentrada mirando el mar que ni siquiera se daba cuenta del gran alboroto que había a su al
Amelia se dio una ducha y se puso un vestido corto color beige que le ajustaba en la cintura pero que caía suelto por su cadera.Ella estaba leyendo un libro cuando alguien tocó la puerta de su habitación, ella le dijo que pasara pues se imaginaba que era Amarilis. Ángel entró de inmediato y en su rostro parecía estar feliz.-Buen día princesa – dijo él con una gran sonrisa en su rostro, pero los sentimientos de Amelia eran contrarios a los suyos en ese momento. Ella no podía evitar estar moleste con él.Ella levantó la vista de su libro, pero de inmediato volvió fijó su mirada en las letras ignorando a Ángel por completo. Ella no se tomó la molestia ni siquiera de pelear con él.-Me parece que hoy mi princesa amaneció mas gruñona que de costumbre – dijo Ángel tratando de hacer una pequeña broma, pero Amelia siguió sin inmutarse, ella no quería hablar con él.-Te tengo una sorpresa – dijo Ángel sin más y ya no esperó a que ella le respondiera – nos vamos de vieje en dos horas así que
Después de unas nueve horas de vuelo el avión al fin aterrizó en una pequeña isla. Parecía el paraíso. Amelia pensó que ese era el lugar más hermoso que ella había visto en su vida.En cuanto salieron del avión fueron recibidos de una manera muy especial por las personas del lugar, pareciera que estaban recibiendo a los reyes de España. Amelia estaba estupefacta con lo bello de todo el lugar. Ángel la condujo a un auto que estaba preparado para ellos y Amelia ni siquiera notó que él había cruzado su brazo por su espalda. Para los espectadores ellos parecían una feliz pareja, pero Amelia solo observaba el hermoso lugar sin darse cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor.Después de media hora de camino el auto se detuvo frente a una cabaña, era realmente hermosa y con muchos lujos.- ¿Qué es este lugar? – preguntó al fin Amelia llena de intriga, ella no quería hacer ese viaje con Ángel, pero sin dudas ese era el lugar más hermoso con el que ella alguna vez soñó.-Es el paraíso – r
Al día siguiente Amelia despertó cuando su cuerpo se sintió completamente descansado. Ella había dormido hasta tarde, cuando abrió los ojos se dio cuenta que ya eran las diez de la mañana, pero ella ni siquiera se inmutó lo cierto es que ella no tenía nada importante quehacer a parte de disfrutar del lugar. Ella se sentía bien y su cuerpo estaba preparado para explorar la pequeña isla que ahora le pertenecía. Aunque Amelia odiaba a Ángel no pensaba rechazar el gran regalo, después de todo no era cualquier cosa, Ángel literalmente le había regalado un pedacito de mar.Con eso en mente Amelia se paró de la cama y descubrió que en la mesita de la habitación había una bandeja con el desayuno y que además había una flor con una tarjeta. Ella tomó la flor y la olió dejando que su dulce aroma inundara sus fosas nasales. Amelia no pudo evitar pensar en Ángel mientras disfrutaba del maravilloso olor de la flor recién cortada.Ella tomó la tarjeta y la leyó en voz alta.Este desayuno lo he prep