Amelia y Amarilis se sentaron en un sofá y disfrutaron de los aperitivos que Amarilis había preparado.- ¿Te gusta este lugar? – preguntó Amarilis, solo para que Amelia lo expresara con sus propias palabras porque ella estaba completamente segura de que era así.-Este es el mejor regalo que he recibido en mucho tiempo – expresó Amelia con sinceridad.-Es decir… ¿estas agradecida del señor Andújar? – preguntó la enfermera al oír las sinceras palabras de Amelia.-Claro que no, el me tiene secuestrada, esto es lo menos que él puede hacer – dijo Amelia mirando a amarilis como si esta tenía dos cabezas – jamás voy a estar agradecida de ese señor, ni que yo fuera masoquista.-Pero dijiste que te gusta el estudio, él lo hizo para ti, incluso logró poner tu esencia en este lugar – dijo Amarilis halagando los esfuerzos de Ángel.-Me encanta el estudio, pero sigo secuestrada por él por lo que nunca voy a agradecerle por esto – Amelia se mantenía seria mientras decía esas palabras – además, solo
Después de la cena Amelia no quiso seguir hablando con Ángel y se fue a su habitación, Ángel no quería molestarla porque había notado que ella no estaba de buen humor.Ángel se fue a su despacho y trabajó hasta tarde de la noche y cuando se sintió cansado decidió ir a dormir. Cuando subió las escaleras sintió deseo de ver a Amelia, él entró a la habitación de ella y notó que estaba profundamente dormida.Él se acercó y se arrodilló frente a la cama, para él Amelia era la creación mas hermosa que sus ojos habían visto alguna vez.-Mi querida Amelia, no le encuentro explicación a tu belleza – dijo Ángel mientas acariciaba su mejilla con delicadeza – si supieras lo mucho que te amo y que lo único que quiero es hacerte feliz, sueño con ese día en que te des cuenta de que mis intenciones hacia ti es solo liberarte no apresarte.Después de decir esas palabras Ángel le dio un corto beso en los labios y luego la miró un momento de cerca, tanto que ella podía sentir sus respiración sobre su pi
Cuando Amelia terminó el nuevo cuadro se sorprendió mucho de lo que había pintado la verdad es que era sorprendente, pero de ninguna manera ella podía permitir que alguien más lo viera. Ella descolgó el lienzo y lo puso detrás de todos los demás lienzos que estaban en blanco. Ella consideró que los dos últimos cuadros que había pintado era completamente personal por lo que lo ocultó para que nadie lo vea sin su permiso.Amelia duró mucho tiempo en el estudio, por alguna razón ella se sentía muy inspirada y pintó un cuadro más, el cual era realmente hermoso. Amelia había pintado una chica sentada en una piedra frente al mar, en el mar se formaba una gran ola que parecía que arroparía toda la ciudad. Todo el mundo alrededor de la chica corría tratando de huir de la gran ola y se formaba un gran alboroto, sin embargo, la chica se quedaba sentada sobre la piedra observando la ola. Ella estaba tan concentrada mirando el mar que ni siquiera se daba cuenta del gran alboroto que había a su al
Amelia se dio una ducha y se puso un vestido corto color beige que le ajustaba en la cintura pero que caía suelto por su cadera.Ella estaba leyendo un libro cuando alguien tocó la puerta de su habitación, ella le dijo que pasara pues se imaginaba que era Amarilis. Ángel entró de inmediato y en su rostro parecía estar feliz.-Buen día princesa – dijo él con una gran sonrisa en su rostro, pero los sentimientos de Amelia eran contrarios a los suyos en ese momento. Ella no podía evitar estar moleste con él.Ella levantó la vista de su libro, pero de inmediato volvió fijó su mirada en las letras ignorando a Ángel por completo. Ella no se tomó la molestia ni siquiera de pelear con él.-Me parece que hoy mi princesa amaneció mas gruñona que de costumbre – dijo Ángel tratando de hacer una pequeña broma, pero Amelia siguió sin inmutarse, ella no quería hablar con él.-Te tengo una sorpresa – dijo Ángel sin más y ya no esperó a que ella le respondiera – nos vamos de vieje en dos horas así que
Después de unas nueve horas de vuelo el avión al fin aterrizó en una pequeña isla. Parecía el paraíso. Amelia pensó que ese era el lugar más hermoso que ella había visto en su vida.En cuanto salieron del avión fueron recibidos de una manera muy especial por las personas del lugar, pareciera que estaban recibiendo a los reyes de España. Amelia estaba estupefacta con lo bello de todo el lugar. Ángel la condujo a un auto que estaba preparado para ellos y Amelia ni siquiera notó que él había cruzado su brazo por su espalda. Para los espectadores ellos parecían una feliz pareja, pero Amelia solo observaba el hermoso lugar sin darse cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor.Después de media hora de camino el auto se detuvo frente a una cabaña, era realmente hermosa y con muchos lujos.- ¿Qué es este lugar? – preguntó al fin Amelia llena de intriga, ella no quería hacer ese viaje con Ángel, pero sin dudas ese era el lugar más hermoso con el que ella alguna vez soñó.-Es el paraíso – r
Al día siguiente Amelia despertó cuando su cuerpo se sintió completamente descansado. Ella había dormido hasta tarde, cuando abrió los ojos se dio cuenta que ya eran las diez de la mañana, pero ella ni siquiera se inmutó lo cierto es que ella no tenía nada importante quehacer a parte de disfrutar del lugar. Ella se sentía bien y su cuerpo estaba preparado para explorar la pequeña isla que ahora le pertenecía. Aunque Amelia odiaba a Ángel no pensaba rechazar el gran regalo, después de todo no era cualquier cosa, Ángel literalmente le había regalado un pedacito de mar.Con eso en mente Amelia se paró de la cama y descubrió que en la mesita de la habitación había una bandeja con el desayuno y que además había una flor con una tarjeta. Ella tomó la flor y la olió dejando que su dulce aroma inundara sus fosas nasales. Amelia no pudo evitar pensar en Ángel mientras disfrutaba del maravilloso olor de la flor recién cortada.Ella tomó la tarjeta y la leyó en voz alta.Este desayuno lo he prep
Cuando Amelia llegó a la cabaña caminando toda la orilla de la playa ella vio a Ángel saliendo del agua. De inmediato ella se quedó paralizada, ella nunca se había detenido a apreciar la gran belleza del hombre. Su cuerpo perfectamente esculpido, su rostro bronceado hermosamente, Ángel lucia realmente hermoso mientras su cabello mojado goteaba. Amelia debió sacudir su cabeza para poder mirar a otro lado y salir del shock en el que se había quedado al notar la gran belleza de Ángel.Ella miró hacia otro lado e intentó ignorarlo, pero, aunque su cuerpo hizo lo que ella quiso su mente siguió repitiendo la imagen de él una y otra y otra vez.- ¿Acaso me estoy volviendo loca? – pensó Amelia al darse cuenta de que ya estaba pasando demasiado tiempo pensando en Ángel, incluso una parte de ella ya no quería escapar.Amelia reprimió la parte de ella que no quería escapar y se concentró en todo lo demás, de ninguna manera ella podía pensar en el hombre que la había comprado tratándola como si e
Amelia duró un largo rato observando la pintura mientras experimentaba sentimientos encontrados. Aunque Amelia no quería admitirlo ella apreciaba aquella pintura la cual no sabía por que la había creado. Ella se preguntó una y otra vez que parte de ella la condujo a realizar aquella pintura. Amelia se dio cuenta que desde hacia un tiempo su parte creativa parecía tener mente propia.Amelia se paró lentamente y tomó una lata de pintura negra y la arrojó sobre el lienzo cubriendo de negro su anterior creación. No importaba cuan perfecto había quedado aquel cuadro, ella simplemente no podía permitirse realizar ese tipo de pintura que lograban confundirla demasiado.…Cuando ángel terminó su almuerzo quiso seguir a Amelia de manera disimulada, él solo quería ver la pintura que había causado tanto estragos en Amelia y Amarilis. Él vio que Amelia se había encerrado en su habitación la cual tenia un gran ventanal que daba a la playa. De inmediato Ángel salió de la casa y se dirigió a la play