Amelia se dio una ducha y se puso un vestido corto color beige que le ajustaba en la cintura pero que caía suelto por su cadera.Ella estaba leyendo un libro cuando alguien tocó la puerta de su habitación, ella le dijo que pasara pues se imaginaba que era Amarilis. Ángel entró de inmediato y en su rostro parecía estar feliz.-Buen día princesa – dijo él con una gran sonrisa en su rostro, pero los sentimientos de Amelia eran contrarios a los suyos en ese momento. Ella no podía evitar estar moleste con él.Ella levantó la vista de su libro, pero de inmediato volvió fijó su mirada en las letras ignorando a Ángel por completo. Ella no se tomó la molestia ni siquiera de pelear con él.-Me parece que hoy mi princesa amaneció mas gruñona que de costumbre – dijo Ángel tratando de hacer una pequeña broma, pero Amelia siguió sin inmutarse, ella no quería hablar con él.-Te tengo una sorpresa – dijo Ángel sin más y ya no esperó a que ella le respondiera – nos vamos de vieje en dos horas así que
Después de unas nueve horas de vuelo el avión al fin aterrizó en una pequeña isla. Parecía el paraíso. Amelia pensó que ese era el lugar más hermoso que ella había visto en su vida.En cuanto salieron del avión fueron recibidos de una manera muy especial por las personas del lugar, pareciera que estaban recibiendo a los reyes de España. Amelia estaba estupefacta con lo bello de todo el lugar. Ángel la condujo a un auto que estaba preparado para ellos y Amelia ni siquiera notó que él había cruzado su brazo por su espalda. Para los espectadores ellos parecían una feliz pareja, pero Amelia solo observaba el hermoso lugar sin darse cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor.Después de media hora de camino el auto se detuvo frente a una cabaña, era realmente hermosa y con muchos lujos.- ¿Qué es este lugar? – preguntó al fin Amelia llena de intriga, ella no quería hacer ese viaje con Ángel, pero sin dudas ese era el lugar más hermoso con el que ella alguna vez soñó.-Es el paraíso – r
Al día siguiente Amelia despertó cuando su cuerpo se sintió completamente descansado. Ella había dormido hasta tarde, cuando abrió los ojos se dio cuenta que ya eran las diez de la mañana, pero ella ni siquiera se inmutó lo cierto es que ella no tenía nada importante quehacer a parte de disfrutar del lugar. Ella se sentía bien y su cuerpo estaba preparado para explorar la pequeña isla que ahora le pertenecía. Aunque Amelia odiaba a Ángel no pensaba rechazar el gran regalo, después de todo no era cualquier cosa, Ángel literalmente le había regalado un pedacito de mar.Con eso en mente Amelia se paró de la cama y descubrió que en la mesita de la habitación había una bandeja con el desayuno y que además había una flor con una tarjeta. Ella tomó la flor y la olió dejando que su dulce aroma inundara sus fosas nasales. Amelia no pudo evitar pensar en Ángel mientras disfrutaba del maravilloso olor de la flor recién cortada.Ella tomó la tarjeta y la leyó en voz alta.Este desayuno lo he prep
Cuando Amelia llegó a la cabaña caminando toda la orilla de la playa ella vio a Ángel saliendo del agua. De inmediato ella se quedó paralizada, ella nunca se había detenido a apreciar la gran belleza del hombre. Su cuerpo perfectamente esculpido, su rostro bronceado hermosamente, Ángel lucia realmente hermoso mientras su cabello mojado goteaba. Amelia debió sacudir su cabeza para poder mirar a otro lado y salir del shock en el que se había quedado al notar la gran belleza de Ángel.Ella miró hacia otro lado e intentó ignorarlo, pero, aunque su cuerpo hizo lo que ella quiso su mente siguió repitiendo la imagen de él una y otra y otra vez.- ¿Acaso me estoy volviendo loca? – pensó Amelia al darse cuenta de que ya estaba pasando demasiado tiempo pensando en Ángel, incluso una parte de ella ya no quería escapar.Amelia reprimió la parte de ella que no quería escapar y se concentró en todo lo demás, de ninguna manera ella podía pensar en el hombre que la había comprado tratándola como si e
Amelia duró un largo rato observando la pintura mientras experimentaba sentimientos encontrados. Aunque Amelia no quería admitirlo ella apreciaba aquella pintura la cual no sabía por que la había creado. Ella se preguntó una y otra vez que parte de ella la condujo a realizar aquella pintura. Amelia se dio cuenta que desde hacia un tiempo su parte creativa parecía tener mente propia.Amelia se paró lentamente y tomó una lata de pintura negra y la arrojó sobre el lienzo cubriendo de negro su anterior creación. No importaba cuan perfecto había quedado aquel cuadro, ella simplemente no podía permitirse realizar ese tipo de pintura que lograban confundirla demasiado.…Cuando ángel terminó su almuerzo quiso seguir a Amelia de manera disimulada, él solo quería ver la pintura que había causado tanto estragos en Amelia y Amarilis. Él vio que Amelia se había encerrado en su habitación la cual tenia un gran ventanal que daba a la playa. De inmediato Ángel salió de la casa y se dirigió a la play
Cuando llegaron a la oficina Ángel se sentó detrás del escritorio y permitió que Dariel se sentara en la silla del frente. Por algún motivo Dariel sentía que el ambiente en la oficina se sentía muy frio y la calidez que Ángel le había mostrado antes como su jefe se había espumado por arte de magia.Dariel podía sentir el mal humor de Ángel, pero no era capaz de preguntarle nada ya que había escuchado del temperamento fuerte de su jefe en otras ocasiones. Sin embargo, esa era la primera vez que Dariel lo veía de esa manera a pesar de que había trabajado como gerente de sucursal en las empresas de Ángel desde al menos cinco años. Además, cuando Ángel lo llamó para cambiarlo de puesto y enviarlo a la isla aparentemente estaba de muy buen humor ya que incluso se había tomado la molestia de elogiarlo por su buen trabajo como gerente.Dariel siempre había tenido una buena relación con Ángel como su empleado de alta gerencia ya que la sucursal de la que estaba a cargo antes siempre había man
Ángel miró a Amelia con detenimiento y estaba realmente sorprendido de que ella le haya dicho eso. Era cierto que toda la isla le pertenecía a ella, era un regalo que él acababa de darle, pero nunca se imagino que ella lo catalogaría como quien estaba invadiendo su espacio. Él consideró que Amelia era muy mal agradecida por tratarlo así después de que había sido él la persona que le regaló la isla.El corazón de Ángel se arrugó dentro de su pecho, Amelia siempre lo trataba mal, pero el hecho de que esta vez lo estaba haciendo para defender a un desconocido le dolió en gran manera.- ¿Acaso te gusta ese hombre? – le preguntó mientras apretaba su brazo con fuerza, los ojos de Ángel parecían llama de fuego, la ira y los celos lo estaban consumiendo.-No te importa – dijo Amelia igualmente enojada, ella no podía creer que él le estaba haciendo una escena de celos, eso realmente le molestaba – si alguien me gusta o deja de gustarme son mis problemas.Ángel tomó a Amelia y la arrinconó en u
Cuando Ángel se paró de la tumbona ya era muy tarde de la noche. Cuando él se puso de pies sintió como la cabeza le daba vuelta y por un momento sintió como si sus pies tuvieran personalidad propia. Su corazón se sentía profundamente herido, la tristeza le invadió todo su cuerpo, que Amelia lo odiara era algo a lo que él nunca podría acostumbrarse.Se dirigió a la habitación de Amelia y la encontró profundamente dormida. Él se acercó a la cama y tomó una de sus manos con delicadeza, como si estuviera agarrando porcelana delicada. Ángel depósito un suave beso en el dorso de Amelia y luego lo acarició con su mejilla.-Mi amor si tan solo supieras que lo único que he hecho es protegerte. Si te dieras cuenta de que lo único que quiero es hacerte feliz. Si pudieras ver que soy capaz de dar mi vida por el bien de la tuya – susurró Ángel mientras le miraba su rostro dormido con ternura – puedo soportarlo todo en la vida, he sido capaz de sobre vivir a cosas realmente duras durante mi proceso