Adrian al escuchar laa palabras de Adela se levantó y fue hasta ella, la tomó del brazo para intentar sacarla de allí, —Por favor no arruines esta celebración con tus mentiras, estás alterando a todos y no es justo.

—¿Así que crees que estoy mintiendo?—, en ese momento buscó en su cartera con cuidado una prueba de embarazo, sus padres que se encontraban al fondo de inmediato se acercaron.

—Por favor, te pido que hablemos esto en privado.

—¿Por qué?, acaso mi hijo vale menos que el de esta infiel.

—Creo Adela que no hay necesidad de insultar a otras personas—, intervino Bacco.

—De acuerdo, no ofenderé a la joven, pero al menos espero que se me de mi lugar, me hiciste perder mi virginidad, me usaste sin asumir ninguna responsabilidad y ahora pretendes que esconda o mienta sobre mi embarazo, ¿para qué?, para que yo pase la vergüenza de tener un hijo soltera y tu puedas mantener tu vida felíz.

—Yo no he dicho eso sólo que no es quizá la manera pues es una celebración.

—Bueno creo que esto