Al dia siguiente el primero en despertar fue Adrian, la ansiedad y la preocupación le habían embargado pero también la necesidad de poder observar a Lorena lo suficiente como para memorizar hasta su manera de respirar antes que se desatara el desastre, había escuchado alguna vez que tomar fotos mientras la gente dormía no era bueno pero en este punto nada de eso importaba así que la fotografió durmiendo, su rostro, su cabello y hasta la posición de sus piernas y manos de manera relajada sobre su cuerpo, fue mucho más allá e hizo un corto video donde se le veía serena y hermosa, atesoraría cada uno de esos detalles el resto de su vida y le servirían de bálsamo en el futuro.

Lo primero que vieron mis ojos al abrirlos fue el rostro de Adrian, me sentí feliz porque por un momento pensé que todo se había tratado de un hermoso sueño, extendí mi mano para deslizar los dedos entre su cabello grueso y el sonrió, pero su mirada había perdido brillo y unas pequeñas ojeras le hacían ver cansado.