Cuando Adrian llegó a Grecia le agobio la carga de trabajo, hablar por las noches con Lorena lo reconfortaba pero la extrañaba muchísimo, al pasar unas semanas y anunciarle Bacco que llegaría al dia siguiente con Veronica se sintió feliz por él, sin embargo, no dejaba de pensar en lo mucho que hubiese querido recibirla junto con ellos pero ya faltaba poco y no había porque entristecerse, ambos hermanos habían decidido no contarle sobre el embarazo a sus padres para que fuera una sorpresa total para ellos, pero también ellos disfrutarían de la suya por parte de la familia porque habían planificado un almuerzo para darles la bienvenida.

Esa noche al llegar del trabajo su madre le estaba esperando, —Hola hijo, Dios te bendiga, que jornadas tan duras te han tocado, ¿verdad?, llevas semanas llegando tarde, pero afortunadamente ya va a llegar tu hermano para que te apoye.

—Si mamá, la verdad ha sido agotador y ¿Tu que haces a esta hora despierta?

—Pues sabes como soy, quise darle algunos to