Me separé de mi padre y mi miré a Benjamín.
¿El ya había hablado con mi padre?, Con solo pensarlo me salían un montón de preguntas, ¿Que le dijo?, ¿Cómo se presentó?, ¡Dios!, Que no lo haya echo como un amigo, que no lo hiciera como un amigo, porque ahí si no dejaba que me besara en lo que se tramita el divorcio.
—Usted debe ser Benjamín...
—Benjamin Mountbatte-windsor, principe segundo de Inglaterra, señor—Manifesto Benjamín estirándo su mano y mi padre se la recibió. .
«¡Ah!, Esa presentación tan formal»
Apreté los labios para evitar soltar una carcajada, enorme, pero era casi imposible no hacerlo, porque Benjamín se veía demasiado informal, pero tenía una presentación formal.
—Mucho gusto, espero y mi hija no le cause mucho dolor de
Luego de calmarme pensar y vestirme baje a la sala y me sorprendió encontrar a mi madre y hermana solas mirando televisión.—¿Benjamín?—Pregunte.—Se fue con tu padre, no sabemos dónde pero se fueron los dos—Comento mi madre—. ¿Porque no me llamaste diciendo que venías o al menos contándome que te ibas a casar?.Pregunto y me sentí muy culpable, sabía que a ella no le podía mentir, a mi padre claro, pero con ella se me hacía imposible, porque la culpabilidad me atacaba completamente.—Porque se supone que yo no lo conozco, se supone que yo trabajaba en Bogotá y... Yo me casé con el por error—Comente apenada.—¿Un momento?, ¿Casada por error?—Pregunto mi hermana.—Yo soy princesa por error, porque hasta hace una semana conozco a mi principito bonito—Manifeste.
Su cuerpo cayó encima del mío con la respiración agitada. Mi corazón parecía que fuera a salir de mi pecho, no me atreví a protestar ni quejarme de que estuviera encima mío, estaba cansada y muy satisfecha por lo que acababa de pasar, aunque la culpa lentamente empezaba a invadir mi conciencia—¡Dios, acabamos de romper una promesa! —, antes de que pudiera decir algo, senti las manos de Benjamín rodear mi cintura y girar para que yo quedara encima suyo. Sus manos quedaron en mi espalda y empezaron a acariciarla suavemente regalándome unos pequeños calambres de placer.—Benjamin —Susurre separando mi cara de su pecho para mirarlo a los ojos —. Rompimos la promesa —Articule y no pude evitar sentir ese inmenso deseo de pegar mis labios contra los suyos.—Tranquila, hablare con mi padre y le dire la verdad, que fui yo quien te llevo a romper la promesa. Pero
Salí del la casa y vi la espalda ancha de mi príncipe. Me acerqué con cuidado y lo abrace por detrás, el al principio se sobresaltó, pero luego se dio la vuelta y me abrazó con fuerza.—Ven, mientras caminamos te tocare un tema importante—Comento.Yo asentí, el me agarró de la mano y comenzamos a caminar por el lindo municipio donde vivi casi toda mi vida.—¿Que querías hablar?—Pregunte mientras intentaba reconocer todo el lugar.—Quiero que tú hermana reciba la atención adecuada para que regrese a caminar—Menciono y yo me detuve en seco.—¿Cómo?«¿Escuchaste mal o no?», no lo sabía, pero estaba muy sorprendida por lo que acaba de decir, ni siguiera me lo esperaba, pero yo no quiero que tenga lástima de mi hermana, sé que me gustaría que volviera a caminar.
Me separé de ella y me limpie mis lágrimas, para luego hacer lo mismo con las suyas.—Me alegra que aceptes, veras que todo saldrá bien—Comente.—Eso espero. Pero, ¿Cómo son las personas allá?—Pregunto.«¿Los instructores o la familia real?», porque claramente ambos eran muy diferentes, los instructores eran bastantes rígidos con sus clases y la familia real bastante amable. Dos cosas completamente diferentes.—Únicas, la familia real es amable y carismática—Respondí.No había nada más que decir, no pensaba contarle mucho, iba a dejar que ella misma se diera cuenta de cómo era la familia real y del lo increíble que es el palacio de Buckingham.Aunque no podía dejar atrás al supuesto primo de mi príncipe. Su actitud me había dejado un poco intrigada—Demasiado
—Hija...Cuando escuche la voz de mi madre nos separamos rápidamente, mire en dirección a la puerta y vi el rostro rojo de mi madre. Estaba apenada por lo que ella había visto, ni siguiera debería haber entrado en mi cuarto sin tocar, no quiero ni pensar que hubiera pasado si yo estuviera más avanzada con el príncipe, ahí si estaría super molesta y avergonzada por eso.—Yo... lo siento, no fue mi intención entrar sin tocar —Menciono una madre muy sonrojada.No sabía que decir, estaba en shock completamente, quería salir corriendo y esconderme debajo de un árbol y quedarme ahí por el resto de mi vida, pero obviamente ya no podía hacerlo, ya nos habían visto en una posición muy comprometedora. Mi madre en ese momento se dio la vuelta y salió antes de que pudiera comentarle algo o pedir disculpas por el incidente que acaba de pesa
Sentí una suave sacudida que no me dejaba dormir tranquila, yo solo me quejaba e intentaba dormir otra vez, pero no me querían dejar.—Mamá, déjame dormir—Mencione quejándome.Escuche una risa a la cual no presté atención y seguí durmiendo plácidamente. Afortunadamente no me volvieron a molestar, porque yo quería dormir.Abri los ojos de golpe cuando escuché el agua de baño caer, mire para todos los lados y caí en cuenta que a esta altura de la vida mi mamá ya no venía a despertarme. Me levanté de la cama y me envolvi en la sabana, con mucho cuidado caminé hasta la puerta del baño y la abrí sin hacer ningún ruido. La baba, la mandíbula, los dientes y los ojos se salieron de mi cuando vi a Benjamín bañándose. Ese hombre se caía de lo bueno y lo que más me encantaba era que
Cuando llegamos a la capital había demasiado trancón para llegar al aeropuerto. Mi hermana dormía en la parte de adelante del carro mientras yo era consentida por mi principito.—¿Crees que sobreviviré está semana?—Pregunte.Cuando mi hermana se quedó dormida, yo aproveche y me senté en las piernas de Benjamín para que él me abrazara y me dejara respirar si aroma.—Si, pero si te dan muy duro me dices y te hago un masaje—Menciono.Yo intenté a Benjamín con sus manos dándome una masaje en los lados que me darían duro y solo logré excitarme.—Me muero por sentir tus masajes en mis nalgas—Le susurre al oído.El me apretó contra él con un Poco de fuerza—, No conocía ese lado pervertido tuyo.—Contigo hasta dan ganas de hacerlo—Le respondí dá
Bueno damas y caballeros, no se cuanto falta para que nuestro bello príncipe y Tarah le cuenten la verdad al Rey, pero bueno mientras tanto y esperamos díganme ustedes.¿Que hará el rey con esos dos pecadores?Mi teléfono comenzó a sonar, no sabía quién me estaba llamando pero cuando mire el identificador de llamada y me sorprendí cuando vi quién era.¡Dios!, Me había olvidado de mis amigas por completo.Estaba un poco nerviosa y no sabía si contestar o no, pero si no quería quedar mal, lo mejor era responder así me gritaran fuertemente por no decir nada o puede y no sepan que estoy en Bogotá.—Hola, Tania—Susurre mientras buscaba una