Meses después.
—Cada día te ves más gordo —murmuró Kayled, entrando al departamento con unas bolsas.
—Sip, eso viene en los genes —rodó los ojos cerrando la puerta.
— ¿Uh? —frunció el ceño.
—Eres idéntico al tío Dalton —negó riendo, siguiéndolo hacia la cocina.
—Y tú al tío Liam, mírate. Estas gordo y con trasero —abrió la nevera para ir colocando la comida que había llevado en la bolsa.
— Y tú eres igual de inoportuno que el tío Dalton. Nunca dicen
— Papi, creo que me no quieres —un hermoso niño de ojos azules se acercó a Jedward con un puchero.— ¿Por qué dices eso, cariño? —acarició su cabello rubio cenizo.— Siempre estas con Nedward y no conmigo y Joseph —bateó sus pestañas—. ¿Es porque hablo y él no? Si es eso, prometo no hablar, papá. Seré el mejor hijo de todos.— No es eso, cariño, sabes que los amo a todos por igual. Es solo que ustedes siempre están lejos de mí, tú, principalmente no te gusta pasar tiempo conmigo —sonrió, con ternura—. Hay viene tu hermano.Se encontraban en un parque cerca de la casa que hab&ia
Dejó de sentir todo a su alrededor al ver a Nicolás parado con una sonrisa que no podía definir si era de felicidad o de pura maldad.Lo único que sentía era terror de estar con él en una misma habitación sin saber que decir o hablar. Su cuerpo reaccionó cuando la puerta fue cerrada de un portazo y su vista de inmediato fue hacia la cerradura de esta.—No... No... —intentó alejarse, pero su cuerpo chocó con el escritorio de caoba que estaba a sus espaldas.—Hola, mi amor. Tantos años sin verte ¿Y así es como me recibes? Eres un muy mal esposo —colocó ambas manos a cada lado de su cuerpo.—No puedes ser tú...
Sus lágrimas no tardaron en salir de sus ojos por lo que estaba escuchando de su hijo. Estaba más que seguro de que alguien allá arriba lo estaba odiando. Ver a Ian mirando a su dos padres con ojos enormes le hacía sentir falta. Trataba de olvidarse de su esposo todos los días al estar en el trabajo y justo ese día lo tiene frente a él con su hijo a unos cientos metros de ellos.— ¡Nedward, Joseph! ¡Papá llegó! —sólo terminó de decir esas palabras y sus dos hijos estaban a su lado.Y en segundos los tres estaban corriendo hacia Nicolás con sonrisas enormes abrazándolo por las piernas. La expresión que tenía Nicolás en su rostro era épica. No entendía nada de lo que estaba ocurriendo, buscó los o
—Volvió, papá, Nicolás regresó.— ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Dónde? —la voz preocupada de Harry se hizo presente del otro lado de la línea.—Regresó, me imagino que por su propio pie, ayer lo vi, dice que es para recuperar el tiempo que había perdido lejos de mí, porque me ama y en Miami.—Debes de salir de allí lo antes posible, no puedes quedarte más tiempo en Estados Unidos.—Ya intenté todo eso, papá, pero es imposible hacerlo. Tiene la casa vigilada las veinticuatro horas del día, hasta que me siguen en el trabajo. Me voy a volver loco si esta situaci&oac
Después de la sesión de fotos fueron guiados a los vestidores. Luego fueron llevados hacia un estudio donde había varias personas conversando entre ellos e hicieron silencio desde que entraron con los niños.— Siéntense en el sofá color negro con los niños —le indicó el productor.Tomando las manos de Ian y Joseph los ayudó a subir al escenario y los acomodó en sus piernas. Nicolás hizo lo mismo con Nedward, haciéndole cosquillas.— Creo que ya saben lo que hablaremos aquí ¿cierto? —preguntó, el entrevistador y ellos asintieron—. Okey, esto será más fácil de lo que pensé.— Eso esp
Aun podía sentir su cuerpo tenso, después de haber escuchado esas palabras de sus hijos. No podía ser Marcus, él estaba muerto y además esa persona no se parecía a él. Cuando conoció a Marcus este tenía diez años, si la misma edad que su esposo, pero eso no tiene ciencia alguna si supuestamente su cuerpo estaba enterrado en Inglaterra y no en Estados Unidos.Estaban en un avión hacia Londres como le había prometido a su padre hace unos días, estaba de lo más asustado después de lo que sus hijos les habían dicho. Después de la entrevista Nicolás se había mudado con ellos y a muy a su pesar compartían la misma cama.Con toda la tensión de su cuerpo había olvidado qué les diría a sus pad
Mirando por la ventana de su antigua habitación, observó a sus tres hijos jugar con sus hermanos pequeños de cinco años como si nada estuviera pasando. E incluso Nedward estaba jugando con mucha inocencia y se estaba divirtiendo algo que pocas veces hacía.Se lamentaba el que Nicolás haya regresado después de tantos años de estar huyendo de él. Sus hijos no tenían la culpa de lo que su padre le había hecho a esa niña hace tantos años.Su vida parecía una montaña rusa, en un momento estaba arriba en el otro estaba abajo esperando que cualquier cosa pasara. Sus lágrimas no tardaron en salir en el mismo instante en el que la puerta fue abierta mostrando a Nicolás, no se dio la vuelta porque estaba más que seguro de que lo golpearía c
— ¡Todo es tu culpa, Nicolás! ¡Nunca debiste de aparecer en mi vida y mucho menos en las de mis hijos! ¡Ahora mi hijo está con ese loco por tu culpa! — gritó, una vez más Jedward llorando a mares una vez más.Liam solo negó con la cabeza viendo los videos de seguridad del jardín y esperando que su amigo y hermano Dalton haga un milagro. Harry trataba de que su hijo se tranquilizara porque estaba asustando a los demás con sus gritos. Noah y Nathan tomaron a sus sobrinos en brazos al igual que a sus hermanos para llevarlos hacia las habitaciones.— Tranquilízate, cariño, no lograrás hacer nada gritándole a Nicolás de su forma —dijo Harry, compresivo.— ¡Él