Capítulo 37

Angelique

Me despierto desorientada y aturdida. No sé dónde estoy ni por qué me encuentro aquí. Lo único que me permite identificar este lugar es el sonido de las máquinas ubicadas a mi izquierda y que no paran de sonar.

Mientras reacciono, siento unas punzadas en mi zona baja, miro mi vientre y termino por hacerlo de forma abrupta.

—¡Mi hijo! ¡Mi niño! —No paro de gritar. Necesito saber si mi niño está bien. No pasa ni un minuto cuando entra una enfermera a calmarme.

—¡Cálmese, señorita, por favor! —Dice ella elevando su voz para que la escuche.

—¿Qué hago aquí?

—Tuvo un accidente y perdió el conocimiento. —Me explica.

—¿Qué? ¿De qué está hablando?

—Señorita, lleva un mes internada en el hospital.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP