Todo pasó de mal en peor, lo trabajos se volvían innecesarios y cada vez tenía mas tareas que hacer, ya no pedía nada para almorzar y cuando lo hacía era por que alguna chica estaba en su oficina.
Siempre era lo mismo.
Una rubia enfrente de él charlando animadamente.
Era jueves y toda la semana había sido agotadora, la actitud de el señor zingmark había cambiado y lo comprendía, después de todo esta semana había sido muy ocupada, pero no lograba comprender por que razón siempre que tenía algún tiempo libre prefería pasarlo con alguna mujer.
En mis primeras semanas no era así, en los momentos menos ocupados era cuando le llevaba su comida para almorzar e incluso la ultima vez me pidió que revisara cuentas con él pero...
Después de todo quizá sin darme cuenta yo fui otra de las chicas en esas semanas, pero no era nada parecido, yo jamas fui impropiada o hablé de algo que no fuera trabajo, sin embargo cada ves que las tareas requerían de su firma tenía la oportunidad de escuchar un fragmento de su conversación las cuales siempre eran similares;
"A decir verdad jamás me había encontrado con alguien tan apuesto"
"Nunca me espere que alguien con un puesto como el tuyo tuviera tan poca edad y debo admitir que eso es algo que me...
Y mas.
Mucho mas.
–Jessica –me llamó y puse la mirada en blanco.
–¿Si señor Zingmark? – Pregunté una vez entré a su oficina, me indicó que me acercara y así lo hice, al llegar cerca de su escritorio me tendió unos papeles.
–Esto está mal –Dijo sin alzar la vista para verme.
Los tomé entre mis manos y abrí mis ojos cual platos, no podía creerlo.
–P-pero ya lo he revisado 4 veces– excusé un poco fastidiada, me había obligado a hacer ese trabajo cuatro veces y estaba segura de que estaba bien realizado.
–¿Está segura de que concluyó su carrera en derecho? – Preguntó sin interés, con la vista en su portátil.
Auch.
–Yo...–Me concentré en los documentos un minuto tratando de comprender que fallaba, pero no había nada.
Sentí su mirada en mí – Lo lamento...– Hablé resignada, ya no sabía que esperar de "mi jefe" ya que después de todo resultó siendo un mujeriegolgazán.
–Jessica– Me llamó y dí la vuelta, él me analizó durante un segundo y después negó con la cabeza regresando a su computadora. –Asegúrese de no equivocarse esta vez.
Nota
Autora:Éste
capítuloestádedicadoaRosyRosero.Gracias
portusestrellitasycomentarios <3Pasaron 2 semanas desde el incidente y ahora apenas nos dirigiamos la palabra, ya no deseaba nada para almorzar, nunca.A pesar de que yo no dejaba de tratar.Todos los días iba a su oficina y le preguntaba lo mismo, este día no era la excepción.Caminé hasta la puerta toqué tres veces y entré después de que lo indicara, era la misma rutina todos los días, ahora solo faltaba que él me rechazara y yo fuera a comprar tan solo mi comida.–Disculpe, pero me preguntaba si usted desea algo de...–No Jessica, para nada– Contestó abruptamente y sin mirarme, como siempre –Pero necesito que revise est
Mateo.-¿Cree que es facil? - Preguntó mostrando verdadero esmero por no llorar - ¿Cree que es sencillo tener que cuidar a una bebe día y noche?, ¿Ser rechazada de cualquier empleo por ella?. No tiene ni idea de lo duras que son las noches en las que no paro de pensar que soy una inútil y estúpida. -Dijo con odio destellando en sus ojos, y ese odio era por mí, esas lágrimas las había ocasionado yo por un arranque de ira y pesadez que el trabajo y las pequeñas mentiras habían ocasionado. -¡Por que sí, me equivoqué en un pasado!, no tomé las decisiones correctas y sé que ahora estoy pagando por ello, pero escuche, esa niña que usted vió hace algunas semanas es mi vida entera. Si mentí fue por que yo sabía que usted ni nadie me co
———Mateo———Las luces pasaban a mi costado en centellos que terminaban por colisionar en la parte trasera de mi auto.Eran las 2:40 de la tarde y estaba cruzando la última cuadra para llegar a el edificio.Habían pasado 2 días desde que Jessica renunció, desde ese día había hecho que le llamaran centenar de veces para que lo conciderara, sin embargo ni una de esas veces contestó.Y yo no tenía muchos ánimos por ir al trabajo ese día.Quizá después de pensar en lo sucedido; había caído en cuenta de que mi ideología había sido feudalista, b
-Fue hace dos semana Jessica - Aparté la mirada y me concentré en mi bolsa. Debía guardar todo lo.que necesitara -¿Sabes todo lo que puedo ocurrir en ese tiempo? - No respondí, y traté de ignorar su tono reprensivo.-No puedes ocultarnos ese tipo de información - Agregó Marcos un poco más calmado, con el ceño fruncido y cólera en el rostro - ¿Que te dijo cuando te llamó?Respiré profundo.- Lo mismo de siempre - Metí mis llaves, el celular y los papeles que se me habían olvidado - Que quería a Sarah y que la encontraría.Si no le prestaba atención al asunto era por una simple razón.
Las truenos hacían a las ventanas vibrar, la lluvia atemorizaba la noche y todo ello parecía repercutir en mi pecho.¿Como se sentirá Sarah?Debe estar muriendo de miedo.Cerré los ojos y fruncí el ceño, no podía ni imaginarmela sin mí.–¿Estás bien Jessica? – Su voz me hizo regresar a la realidad, y haciendo caso omiso al caos en mí; asentí.–Estaba preocupada por Sarah – Me acerqué unos pasos y me senté en uno de los largos sillones que rodeaban la chimenea – Debe estar pasandola mal – Sus ojos se enternecieron, recorrió pequeños
-¿Jessica ? - La voz de un hombre me sobresaltó por detrás. Al girar me encontré con un oficial de policía sujetando una pequeña libreta.Asentí.-Debo hacerle unas preguntas - Sacó un lapicero de su bolsillo derecho - Lo lamento, es protocolo. Sé que debe estar asustada, pero ayer hubo tormenta y siempre hay 5 o 6 casos de robo en hoteles - Analizó unos segundos la escena y abrió los ojos como si lo que decía no diera justicia a lo que pasó - La verdad es que tuvo mucha suerte de no estar aquí, fue forzada - Y mientras los dedos del oficial se pasaban por la perilla con signos de balas; pensé en Dylan.Estaba segura que había sido él.
-Jamás había tenido tanto miedo de perder a alguien - Dijo en cuanto nos separamos - Si, estaba evitándote. Por que hay tantas personas detrás de la empresa que harían lo que fuera por obtenerla - De nuevo estaba culpándose, pero no podía hablar para detenerlo, estaba con las emociones en la garganta formando un muro irrompible -Pero viéndote aquí, poniendo todo en perspectiva; creo que jamás estuve tan seguro de quedarme al lado de alguien.Sus palabras entraron hasta lo más profundo de mí, pero con una experiencia tan mala en el amor lo único que quería era correr.-No sabes lo que dices - Desaparecí todo contacto que mantenía con el en un paso en retroceso.-Créeme,
-¿Pensaste que podrías deshacerte de mí? - Con los ojos bien abiertos, sus palabras apenas parecían pitidos que ensordecían mis oídos.Un arma se posicionó en mi frente.-¿No estás escuchandome perra? - Lo vi a los ojos y asentí, con el pecho subiendo y bajando al ritmo de mi errstica respiración.Esa sumisión que él me provocaba me hacía querer arrancarme la piel. "Muévete maldita, no temas"-Shh - Calmó en manera de consuelo acercándose a mí y acariciando mi cabello - Todo está bien - Observé cada movimiento en el que su mano se dirigió a su cuchillo, sacando de el una navaja.