Capítulo 8

Mateo.

-¿Cree que es facil? - Preguntó mostrando verdadero esmero por no llorar - ¿Cree que es sencillo tener que cuidar a una bebe día y noche?, ¿Ser rechazada de cualquier empleo por ella?. No tiene ni idea de lo duras que son las noches en las que no paro de pensar que soy una inútil y estúpida. -Dijo con odio destellando en sus ojos, y ese odio era por mí, esas lágrimas las había ocasionado yo por un arranque de ira y pesadez que el trabajo y las pequeñas mentiras habían ocasionado. -¡Por que sí, me equivoqué en un pasado!, no tomé las decisiones correctas y sé que ahora estoy pagando por ello, pero escuche, esa niña que usted vió hace algunas semanas es mi vida entera. Si mentí fue por que yo sabía que usted ni nadie me contrataría, y al parecer no me equivoqué, por que desde el día en que se enteró no ha hecho mas que degradarme y hacer mi vida imposible – Escupió esas ultimas palabras.

Conforme había hablado sus pasos se habían vuelto en retroceso, poco a poco se había alejado de mí.

Por mi culpa.

Quería hablar o decir algo, pero sus palabras me habían dejado mudo, estupefacto. Me había equivocado, el estrés acomulado del día había sido completamente desbordado en ella.

-Pero claro...-Susurró sin animo, decepcionada y con la mirada en el suelo -Eso a usted no le incumbe en lo mas mínimo.

Tomó aire y con el la determinación que le faltaba, me miró directamente a los ojos.

–Renuncio.

——Jessica——

No tardé en llegar a mi oficina y encargarme de guardar todo en una caja que encontré debajo de mi escritorio.

Me maldecía por dentro, no podía creer que lo había golpeado.

Que había renunciado.

Debí haber soportado por Sarah, debí de callarme todo por que de éste trabajo no solo dependía yo.

Sino también mi hija.

Pero no iba a degradarme, ni dejar que pisotearan mi nombre de esa manera.

-¡Jessica! - Escuché mi nombre a unos pasos de la puerta de mi oficina, pronto en ésta apareció la figura de mi jefe - No puede renunciar - Habló algo agitado.

- ¿Quiere despedirme primero? - Dije de manera irónica y le pasé por un lado saliendo del lugar.

-Escúcheame - Llegué al ascensor antes de que el me alcanzara el paso, y se detuvo justo afuera.

Entendía perfectamente que no podía entrar conmigo ahí, ni seguir con éste teatro en la recepción.

¿Que imagen daría?

-No tengo nada que escuchar - Las puertas se cerraron entre ambos y se volvieron a abrir en el estacionamiento.

Yo tampoco pensaba dejar que los demás me vieran en ese estado.

Más tardé en pensar que le diría a Marcos y a Rebeca que en lo que llegué a casa.

Abrí la puerta y me saqué los tacones, dejé las llaves sobre la barra de la cocina y vi a Rebeca salir de la habitación de Sarah.

-Llegas temprano - Dijo adormilada.

Seguramente se quedó dormida con Sarah.

Traté de asentir de manera normal, pero lagrimas traicioneras brotaron de mis ojos.

Y cuando lo noté ya me había refugiado en los brazos tan reconfortables de mi amiga.

-Me quedé sin empleo - Sollocé, sus ojos se abrieron enorme y llevó su mano hasta mi cabeza.

-Jessi, ¿Como fue qué... - La puerta de el departamento se abrió antes de que terminara de hablar, y la bata blanca de Marcos apareció en nuestro campo de visión.

Frunció el ceño, y se acercó preocupado.

-¿Que pasa?

IMPORTANTE

Éste capítulo es corto, pero es muy significativo.

1- Es el comienzo de nuevas actualizaciones (todo gracias a sus comentarios ♡)

2- Me la leí y me volví a enamorar de los personajes.

VOY A EDITAR LAS FALTAS DE ORTOGRAFÍA DE LOS PRIMEROS CAPÍTULOS, ASÍ QUE NO SE ALARMEN SI NOTAN QUE LOS EDITÉ.

Los amo mucho, mucho.

Espero hoy mismo poder subir el otro capítulo ♡

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