5:50 am
Las puertas de el edificio se abrieron frente a mí, solté la mano de Sarah y con una última mirada a Dylan salí del auto.
No dormí toda la noche anterior, me preparé para dejar de manera consiente a Sarah junto con él. Pero era necesario, eso le daría una vida segura a ella. Debía hacerlo.
Tampoco tenía otra opción.
Tenía un nudo formado en mi garganta, tan solo el guardia estaba adentro y mientras caminaba a la puerta observaba como el secuaz de Dylan lo entretenía.
Lo escuché llamarlo "Alexis" un par de veces.
Me escabull&iacu
Jessica.Dylan ató una mascada en mis manos y otra a mi boca, la verdad es que ya ni siquiera forcejeaba, o trataba de escapar. Sabía lo que me esperaba el resto de mi vida y estaba dispuesta a pasar por todo si eso significaba que al otro lado del mundo Sarah sería feliz.Trataba de ignorar el miedo que latía en mi corazón, era más complicado cuando subía hasta mi garganta y me causaba nauseas.-Viviremos excelente, preciosa - Besó mi frente en la parte trasera del vehículo - Gracias a ti - Aquellas dos palabras me pesaron más que todo lo que había hecho desde que nos alejamos de Sarah. Realmente era mi culpa.Mateo estaría d
Me senté frente a el oficial Logan en mi oficina.–Voy a ganar tiempo, pero tarde o temprano van a quitarte la custodia de Sarah – Marco golpeó el escritorio, Raquel se había quedado con Sarah mientras que Marco había venido a arreglar esto, desde que me enteré de el aborto y que Sarah no era hija de Jessica, habían pasado dos horas. Las suficientes para poner en situación a los involucrados – Será facil para Mateo recuperarla.–¿Mateo? – Preguntó Marco – ¿Tú...–Lo arreglamos esta tarde – Aclaré y le tendí la nota que Jessica me había dejado – Me haré cargo de ella apartir de hoy.
FINAL, PARTE 12años despuésMateo.Era un día soleado, el cielo estaba más divino que nunca.– Mañana iremos a cenar – Estacioné la camioneta y salí de él – Es domingo de tacos y celebraremos el primer día de clases de Sarah en Kinder – Mientras me dirigía a la escuela rasqué mi nariz.–Quería hablar de eso contigo y Raquel – Marcos guardó silencio del otro lado de la linea – Hay que cambiar nuestros días de reunión, comenzaré a verme con un detective y solo tiene espacio los domingos &ndash
FINAL, PARTE 2–¡Olga! – Grité buscando las llaves del auto – ¡Olga!–¿Que pasá? – Preguntó Sarah.–Nada amor, tengo algo en la oficina – Me hinqué y tomé su rostro con mis manos.–Pero estás llorando – Ni siquiera lo había notado, le sonreí.–Es de felicidad – Besé su cabecita y olga salió de la cocina.–Por favor cuida a Sarah, necesito que te quedes con ella hasta que llegue, te pagaré las horas extras – Salí de ahí sin dudarlo más
6años despuésDe: MateoPara: Rebeca y MarcosMe alegra saber que están bien. Esperamos verlos pronto, los niños no han dejado de preguntar por ustedes.En cuanto a la pesadilla de Rebeca, no se preocupen, todos estamos bien por acá.Jessica está dormida a mi lado, hoy tuvo un poco de trabajo en la mañana, En enero es el tercer aniversario deADMAy resolvió un par de asuntos.Recibirá un premio por ser la asociación con más casos ganados en pro de las mujeres, y por la intervención a países que viven en violencia de
Había ciertos errores de los que no podía escapar. Tenía diesinueve años cuando me involucré con Dylan, lo habría dado todo por decifrar en su rostro la mirada de un psicopata, pero sus pupilas me rimaban con amor. Sus besos me arrancaron el alma a pedazos, desfigurandome la vida poco a poco hasta encontrarme ahí, en ese departamento vacío con la oscuridad golpeandome la espalda. Había huido, por mí y por ella. Ahora que veía el refrigerador desierto comenzaba a perderme la fé, pero la bebé que dormía entre el hueco de mis brazos me impulsaba a seguir deslizandome en puntillas por el departamento. Eran las cinco treinta de la mañana cuando recosté a Sarah sobre la cama, retuve las lagrimas e ignoré lo pesado que se sentía mi cuerp
—Mateo—— En cuanto le pregunté acerca de el departamento de abogados ella bajó la mirada y pude notar como su cuerpo se ponía rígido. Eso la incomodaba, tal vez la psicóloga de la empresa habría determinado la razón, pero estaba ahí rompiendo todos los protocolos. Yo lo asimilé con una mala experiencia laboral, fuera como fuera le ponía nerviosa y prefería evitarlo. Decidí callar y darle el trabajo, suponía que, después de todo, si ella decidía ser una secretaria nadie se lo podía negar. –Bien, me sorprenden sus antecedentes, por lo cual tiene el puesto – Concluí observando la laptop, pero al notar la ausencia de palabras volví a repetir. –Mañana a las seis en punto se presentará en su oficina, la hora de su almuerzo y salida lo sabrá después – Informé ocultando la intriga que seguía sobre mí, no pude mirarla hasta que se levantó y comenzó a agradecer. –Muchas gracias, agradezco esta oportunidad – Al terminar de pronunciarlo salió de la oficina con un
Habían pasado tres semanas, la culminación del verano estaba abriéndole las puertas al otoño, y todo marchaba bien. Como las estaciones, el ambiente de trabajo estaba fluyendo con armonía. La hora de almuerzo llegó más temprano que tarde, y como de rutina, observé a Mateo salir de su oficina. Tardé apenas segundos en interceptarlo a mitad del piso y seguimos avanzando mientras notificaba de cosas y pasaba papeles para que los firmara. Así eran las cosas ahí, trabajabamos con tiempo limite y cualquier pequeño lapso de tiempo tenía que rendir al maxímo. Entramos al elevador en donde intercambiamos un par de palabras relacionadas a los documentos que le entregaba, hasta que las puertas se abrieron en el primer piso. Siempre era el mismo recorrido hasta la cafetería, en donde alcanzaba a entrar a la sección privada apenas unos segun