La madrugada aun no terminaba, Isabella lo había llamado demasiado molesta por no haber llegado a casa a cenar, Ferdinand aún no se dormía según palabras de ella por estarle esperando temeroso de que no fuese a volver, Joseph, se había limpiado la sangre, había arrojado a Charles Smith al hospital donde, sin hacerle ninguna pregunta a él, lo habían recibido para atenderlo de la brutal paliza, un pote de helado descansaba en el asiento del copiloto, un pequeño obsequio para Ferdinand, finalmente llegando a su alto departamento, Isabella lo miraba molesta, algo le había ocurrido, estaba seguro de ello, Ferdinand, se arrojaba a sus brazos para abrazarse a él.— Te extrañe papá, creía que no vendrías más — dijo el pequeño con bella voz inocente.Joseph sintió como aquellas palabras inocentes y dulces lo golpeaban directamente en el pecho, Ferdinand acababa de llamarlo padre, y aquello, había llenado de calidez su corazón…se había rendido al niño sin remedio alguno…y se sentía completament
Del otro lado de la ciudad, Agatha sostenía en sus manos aquel costoso celular, las palabras de Joshua Harrington la habían hecho rabiar más allá de los limites y como nunca antes, Isabella, su maldita hermana menor, aquella artista fracasada que nunca había hecho otra cosa mas que estorbarle, de alguna manera lo había conseguido, enamorar a los dos hombres mas poderosos de Italia, los hermanos Harrington, ambos, habían caído rendidos ante su hermana, Joshua no había tenido reparo alguno en pagarle una elevada cifra en dólares con tal de ser la desgracia en la vida de Isabella y lograr que Charles la abandonara, todo para que el ceo y magnate multimillonario pudiese acercarse a seducirla, aquello era ridículo, pero, acepto sin dudar, le gustaba Charles y hacer sufrir a Isabella era un premio aun mayor, Joshua Harrington estaba dispuesto a lo que sea con tal de tener a su patética hermanita que se había convertido en el exótico y aburrido capricho de ese millonario, sin embargo, a p
— Joseph le prometió ayudarle a localizar a su hermana que se fugó hace años con el antiguo líder Beaulieu — respondió Franco con seriedad.Todo estaba alistado, el camino hacia el campamento era simplemente hermoso, dejando atrás a la selva de concreto, Isabella admiraba el hermoso paisaje de los verdes campos y las floridas praderas que se hallaban a la vista regalando un espectáculo de sublime belleza a la retina, había empacado su equipo de arte decidida a plasmar un poco de aquella belleza cuando finalmente llegasen al sitio, Joseph, observaba el semblante feliz de su amada, sin duda, ella era lo único que le podía brindar felicidad en medio de sus sombras, había recibido la llamada de Rodríguez informándole la nueva situación, Joshua de nuevo había interceptado uno de sus cargamentos mandándolo directamente a la mierda, su hermano era un dolor de trasero constante, sin embargo, no lo sería mucho más, sus nuevas alianzas le aseguraban eso, el no era un eslabón débil, siempre proc
— Te amo tal y como eres y por esa razón prometo escucharte en todo momento y aprender de ti cada día de nuestra vida, creeré siempre en ti y celebrare cada uno de tus triunfos y gozare de todo aquello que el futuro nos depare, eres lo mejor de mi vida y prometo reír contigo, acompañarte en los momentos difíciles y crecer juntos todos los días de nuestras vidas, te amaré en todo momento, estando juntos o separados y por eso prometo que haré todo lo posible para construir un hogar lleno de honestidad y sinceridad, yo, Joseph Harrington, te tomo como mi esposo y te elijo como mi compañero de vida, mi amigo y confidente en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y la riqueza, con estas palabras y todas las demás que guardo en mi corazón me ofrezco a ti como compañera de aventuras y para hacerte feliz el resto de nuestras vidas, me caso contigo y mezclo mi vida con la tuya por siempre y para siempre y soportare cualquier tempestad siempre que me encuentre
La llegada a Palermo fue apresurada, Joseph se despedía rápido de Isabella y Ferdinand prometiendo noche de pizza para el pequeño ganándose gran enfado por parte de la hermosa mujer que odiaba la comida basura para su hijo, sin embargo, no le había tiempo de réplica, ya los esperaban en el museo y los tres hombres salieron con premura hacia allá, Caterina sabia bien de lo que se hablaría en aquella reunión, no le gustaba demasiado aquello, pero sabía que no había más opción para evitar que Joshua siguiera interfiriendo, Mason Slorach había pedido que se le ayudara a localizar a su hermana, por un momento se pregunto como seria esa chica, aunque, restándole importancia, se enfrasco en su charla con Isabella, quería todos lo detalles morbosos de la noche de bodas.Joseph, Franco y Adriano, llegaban al museo para luego entrar presurosos al recinto en donde se llevaría a cabo la primera reunión con sus nuevos socios, a través de múltiples llamadas telefónicas se había logrado concretar aq
— Mírate hijo, estoy tan orgulloso de ti, todo el que te ve agacha su mirada, te temen, te respetan, sin duda eres mi hijo, finalmente has regresado a mi — dijo Asesino quien lo recibía con los brazos abiertos.Joshua, lo miraba también al pie de la escalera junto a su padre, Joseph, su hermano menor, el hijo prodigo, aquel que había huido del hogar Harrington para seguir su camino, aquel hermano al que una vez protegió con el alma y que, deliberadamente, lo había dejado atrás sin nunca escuchar sus razones, Joseph hacia honor a su nombre con su aterradora apariencia, su cuerpo una vez infantil, ahora era el de un hombre, completamente cubierto de tatuajes que, conociéndolo, emulaban periodos de su vida, el nombre de su madre, referencias al infierno de Ferdinand y demás porquerías que nunca lograría entender, lo odiaba, lo aborrecía tanto que le costaba respirar el mismo aire que él, Joseph se lo había arrebatado todo, desde el amor de su madre, la aprobación de su padre y también,
Isabella, salía del consultorio con aquel papel en sus manos, estaba embarazada, tenia casi un mes de gestación, con lagrimas en sus ojos, se apresuro a tomar un taxi de regreso a casa, aquella noticia debía dársela de inmediato, serian padres, la emoción desbordaba imparable de su pecho que latía con fuerza, estaba feliz, más allá de la felicidad, lo amaba, amaba a Joseph Harrington y aquel hijo, era el fruto del gran amor que sentían ambos.Llegando hasta aquel departamento donde ambos habían comenzado su vida juntos, y sin saber el evento ocurrido un rato atrás, Isabella se lanzaba a los brazos de Joseph, quien, extrañado de aquella explosión de felicidad, la tomo en sus brazos.— ¡Seremos padres, estoy embarazada! — dijo Isabella con alegría.El mundo de Joseph parecido iluminarse, padres, serian padres otra vez, tendría un hijo, un hijo con ella, con su amada Isabella…besando sus labios con ternura, acaricio el aun pequeño vientre de su amada, sus sueños comenzaban a volverse re
Abrazándose al pecho de su amado, Isabella sintió que el mundo era un lugar hermoso si Joseph siempre estaba con ella, nunca imagino que podría ser tan feliz y quería que su esposo también lo fuera, lo volvería el hombre más feliz, un hubo mas palabras entre ambos, no había mas pare decirse, no con los labios, besándose apasionadamente, se amaron con el cuerpo y con el alma fundidos en un solo ser, en aquel viejo departamento donde una vez fue la mujer mas desdichada, toda su vida se concentraba en ese momento, donde en medio de pasiones desenfrenadas y besos de amor, se entregaba una vez mas a su amado Joseph Harrington, todo la felicidad que el le proporcionaba, no podía pagársela nunca.El camino de regreso al que ahora era su hogar, fue el mas dichoso, entrando al departamento, Isabella llamaba a la niñera, en cuanto la puerta se había abierto, sin embargo, solo el silencio se dejaba sentir.Isabella y Joseph abrieron gravemente los ojos después de encender la luz, el lugar estab