Tobías creyó en algun momento, que si la mantenía en su mano, y la apretaba fuertemente, ella no pensaría en dejarlo nuevamente. Tal vez sonaría cruel y posesivo, pero la quería, la quería tan cerca y solo para él, lo que le quedaba de vida.Sin embargo, se equivocó...Su sangre se heló, y la soltó suavemente. Incluso dio varios pasos hacia atrás incrédulo, su pecho dolía como el infierno y se sintió tan aturdido que la cabeza le comenzó a doler junto con su garganta que se cerró de golpe dejándolo incapaz de hablar.Vanessa se sorprendió, al ver como sus lágrimas comenzaban a caer. Tobías mostró una expresión de dolor insoportable. Se apretó el pecho y se inclinó tratando de controlarse.No obstante, ella únicamente lo miró unos momentos y logró contener el impulso de acercarse a él, no podía flaquear en ese momento, al final, simplemente se dio la media vuelta y se fue.Tobías se acercó a la pared más cercana y con una sonrisa indefensa llena de lágrimas solamente pudo ver su espald
—Manuel, debes poner mucha atención. Estos libros son muy complicados...—dijo Vanessa mientras metía diligentemente los libros a su mochila.—¿Debemos vivir aquí?—la interrumpió Manuel. Vanessa se quedó en silencio e incómodamente lo miró por unos momentos. Sonrió y entendió perfectamente la preocupación de su hijo.Desde que las personas la comenzaban a ver mal, muchas mujeres incluso la desdeñaban y comenzaban a lanzarle indirectas en cuanto los veían, Manuel insistió varias veces en cambiar de domicilio, se veía a leguas la incomodidad de Vanessa, pero por la educación de Manuel trató de disimular lo más que pudo. Esa escuela era de las mejores y Manuel había logrado un excelente cupo y una beca completa, mientras él mantuviera sus calificaciones, no le importaba soportar lo que fuera necesario.Sin embargo, Manuel se volvió tan insistente, que ella llegó a molestarse, pero después de varios días y la negativa de Manuel de ir a la escuela, ella por fin accedió.Una semana después,
Varios días después, como Manuel ya lo había previsto. Vanessa estaba en el mercado, consiguiendo lo de la cena, cuando a lo lejos vio a Tobías. Trató de escapar y evitarlo, pero debido a la prisa derribó una mesa, haciendo mucho ruido y obviamente llamando la atención de medio mercado.Ella que estaba por salir huyendo para evitarlo, trató de correr, pero Tobías la alcanzó antes de que pudiera siquiera dar unos pasos.— Vanessa, por favor. Necesito hablar contigo.Ella, no se soltó pero lo ignoró completamente. Desvío la mirada e hizo como si no pasará nada. Sólo sonrió incómodamente a los transeúntes que pasaban junto a ellos.— Vanessa, sé lo que estás pasando. Sé que me porte terrible contigo. Y también sé lo que pasó con Eloísa.Ella no tuvo reacción, pero cerró los ojos derrotada. Con calma tomó la mano que la sujetaba tratando de soltarse y Tobías sin resistencia la liberó.— Necesito que me escuches, por favor. He sido terrible contigo, y lo sé. También sé que tienes miedo de
— Simplemente no hemos podido hablar decentemente. —cuando Manuel llegó, Tobías besaba intensamente a Vanessa. Ella al verlo empujó a Tobías bruscamente dándole un pellizco.— Auch! ¿Qué pasa? ¿Hice algo mal? Yo...Tobías estaba por comenzar a jugar de nuevo, pero una vosecilla se escuchó tras él.— Que rápido te adaptas. Manuel que ya se veía un poco más alto era un pequeño soldado inexpresivo. Entró sin mirar más y se encerró en su habitación. —¿Por qué no me dijiste?Preguntó Tobías en voz baja, bastante sonrojado. —Tú por que no tienes un poco de decoro. Sabias que en cualquier momento llegaría. —¿Como puedo tener decoro con esta belleza frente a mí?—Tobías la abrazó nuevamente, comenzó a besarla y sus manos travesearon en su cuerpo. Vanessa, trataba de empujarlo juguetonamente. Y de pronto Tobías se detuvo. —Hablaste con él ¿verdad?—Vanessa, siguió con la comida y bajó la mirada con una sonrisa. —Es más listo de lo que crees, me siento muy inútil como madre al no dejarlo ser
Silvestre y Tobías habían cerrado con éxito el trato, ambos no podían creerlo, pero los pocos datos que Manuel había remarcado, fueron importantes y claves para el negocio.Ambos comieron después de que el cliente se fue muy alegre y conforme.Silvestre no podía articular palabra y miraba a Tobías consternado. Éste último después de su consternación momentánea, río y comió alegremente.El hombre se preocupó y sintió vergüenza, su madre en su enfermedad luchaba por destruir la felicidad y la vida de las personas sin consideración.—Tobías, necesito hablar contigo sobre algo muy serio. Sé que hubo una época en la que tuve muchos problemas contigo, pero afortunadamente descubrí mi error a tiempo. Pero hay alguien aún no puede entenderlo.— Eloísa.Lo interrumpió Tobías mirándolo seriamente, como si su felicidad anterior no hubiera existido.Silvestre suspiró y asintió con impotencia y vergüenza.— Lo siento, de verdad me avergüenzo de todo lo que ocurrió en el pasado.A mí no me correspo
Emily como todos los días, se arregló de manera sutil y un poco sensual. Ése día sería la tan esperada presentación de Manuel, y quería estar en primera fila para él. Cuando llegó, Miranda se sorprendió al verla.—¿A dónde vas?Emily se abstuvo de rechinar los dientes y sonrió alegremente.—Vine a acompañarte, me enteré que Manuel presenta su tesis. Tan importante fue que varios profesores hicieron una pausa para venir a verla.Miranda se sintió incómoda por alguna razón, conocía bastante bien a Emily y sus modos de vestir, cuando algo o alguien le interesaba, no le importaría nada que tuviera que hacer o a quién tuviera que quitar de su camino. Con un ligero suspiro, entendió que ya no sería posible una amistad normal con ella.Adentro, Manuel con una sonrisa la saludo, pero Emily casi la hizo a un lado para saludarlo emocionada. Él frunció el ceño y giró la mirada a su trabajo ignorandola por completo. Ella no mostró su insatisfacción, jaló a Miranda del brazo y la hizo sentarse con
En el bar, Emily sonriente y cariñosa estaba rodeada de chicos.Después dejar a Miranda, esa tarde decidió darse una buena noche.Aunque desde el día de la presentación, Manuel no volvió a pararse ahí, sabía que con una motivación él regresaría y confiando en sus encantos, estaba segura que lo haría terminar en la habitación.Ése día se vistió lo suficientemente coqueta, como para hacer que cualquier hombre volteara a mirarla.Su rostro se iluminó al ver entrar a Manuel, rápidamente empujó al hombre en su camino y corrió hacia él. Todos frunciendo el ceño la siguieron con la mirada.Al ver que se trataba de Manuel, algunos cambiaron su incomodidad por miradas aduladoras y sonrientes.Emily, comenzó a contonear las caderas y su mirada seductora lo recorrió de pies a cabeza. Manuel sintió una desagradable sensación, casi comparándose al asco.No disimuló su reacción y Emily se detuvo en seco como si la hubieran bañado con una cubeta de agua helada. Se miró a sí misma varias veces pero n
Miranda dejó su postre en la mesa y de inmediato la otra chica entendió un poco el problema. —Miri, es normal que alguien cambie, pero estoy segura de que Manuel no cambiará para ti. Te lo aseguro. Miranda suspiró y comenzó a platicarle lo sucedido, la chica casi estaba fúrica, pero se controlo debido a la tristeza de su amiga. —Ése cretino, ¿Y ahora cree que después de revolcarse en la suciedad puede volver contigo como si nada hubiera pasado? ¿Está loco? Demonios. Amiga ¡Hasta eres virgen! ¿Que demonios se cree esa basura? ¡Agggggrrrr!Miranda comenzó a reír por las ocurrencias de su amiga. Si, era una situación patética. Esperó mucho al parecer y Manuel no resultó ser la persona relativamente inocente que pensó. Bajó la mirada y comenzó a analizar la opción en la que menos quería considerar en muchos años. —Raque...—¿Sí? ¿Dime?—Mmmm, ¿Podrías dejarme vivir aquí unos días?Raquel, se sorprendió pero de inmediato respondió alegremente. —Por supuesto que sí tonta, ni siquiera