Estoy con la mirada fija al techo, el sonido del agua de la pecera en parte me calma y hace que no piense tanto en lo ocurrido. Gracias a Grace y su amiga Pierina el apartamento volvió hacer el mismo, en cuanto ellas se fueron pedí a la secretaría del edificio que mi cerradura fuera cambiada y que fuera una más digitalizada. No volveré a soportar que Abdón se salga con la suya y haga un desastre mi apartamento.
Por otro lado, por el otro maravilloso lado tengo la repentina invitación a la fiesta de mis hermanos, con tanta cosa ni siquiera me percate que es en dos días, es para este fin de semana y hasta ahora es que pretenden que sea parte de ello. Abro mis ojos de par en par al escuchar el timbre de casa, pero no es un timbre tocado con normalidad, no, parece que nunca han tocado uno y lo hacen con tal desespero que para evitar que lo sigan tocando, me levanto con prisa y voy hasta la puerta para abrirla.
Lo hago...
– ¡¿Estas bien?! –Mark me toma de los
–Llegamos señor –comenta Miguel, volteo a mi lado, observo el frente del lugar donde realizan la fiesta.Bajhor baja al igual que Miguel, yo espero por que abra mi puerta y al hacerlo tomo su mano, me apoyo de ella y el chofer esperara por nosotros hasta que volvamos a casa.Un arco de globos dorados y transparentes adornan la entrada, a los costados unos hermosos arreglos florares de rosas blancas y rojas, un par de hombres fortachones en traje con unas carpetas en sus manos.– ¿Qué es esto? ¿La fiesta de los Jenner – Kardashian? –Bajhor ríe y le miro. –Que exagerados.– ¿Estas preparada? –asiento. –Bien, vamos.– ¿Cómo sabes lo de Grace? –pregunto nuevamente, él sabe que no parare hasta saber.–El día de la sorpresa, que Balián se marchó de pronto, se encontró con ella, al parecer estaba tomada, discutieron por lo que él me medio conto, pero no con tanto detalle, en medio de todo eso, Grace hablo, le contó lo sucedido, no me entere ha
Bajhor HuntherHace ya unos minutos que Frida se marchó con su padre, para mi suerte en este momento, he coincidido con algunos conocidos y me encuentro parloteando con un par de amigos. Mi copa vacía y tomo una más, me doy un sorbo y al llevar mi mirada a un lado la veo venir, es muy obvio que me está buscando, yo para evitarle eso, me disculpo con quienes hablaba y me acerco a ella, es notorio su alivio al verme.– ¿Todo bien? –me da una mirada fija. – ¿No?– ¿Cómo puedo tener un padre monarca en esta época, Bajhor? –entrecierro mis ojos, no paso a comprender mucho. – ¿Crees que podríamos irnos? No me siento bien en esta fiesta.–Si claro amor, no hay ningún problema –Frida me abraza de pronto, yo la rodeo y la apretujo a mí.–Fabian es un completo idiota –comenta, se aleja un poco. –Yo nunca te dejaría –sonrió y paso acariciar su cabello con mi mano libre.–Yo no te permitiría que tú me
–Abre tus piernas, amor –digo y está sin reproche lo hace, mis dedos se deslizan desde su botón hasta la entrada de su vagina y una sonrisa se forma en mis labios al sentir tal humedad en ella. – ¿En qué piensas, amor? ¿Por qué tan mojada?–Deja de ser tan fanfarrón –suelto una risita e introduzco mi dedo medio logrando así que Frida se incline hacia delante y busque donde sujetarse. –Mierda...–No me vuelves a dar ese tipo de contestación, ¿Vale? –esta chitea y presiono aún más mi dedo logrando que suelte una maldición. –Amas y disfrutas de este fanfarrón, ¿No? –alzo mi mirada y la encuentro con una sonrisa en sus labios y mordiendo sus labios. –Mírame, baja tu mirada.– ¿Qué? –sonrió, porque sé que lo hace apropósito, el hacerme ese tipo de contestación. Sin esperar introduzco mi dedo anular junto al medio, me acerco con prisa y con mis labios atajo su botón, ese rosado y delicioso botón, mi lengua en forma circular la estimula. –No más, no más... –chi
Al llegar a casa del abuelo de inmediato la tensión se siente tan palpable, una de las señoras que trabaja acá me hace saber que todos se encuentran en el gran salón, esto pinta un poco angustioso para ser sincero. Mi mano entrelazada a la de Frida, logra que me sienta tranquilo junto a ella.En el gran salón se encuentran mis padres, mis tres hermanos, el abuelo y mi primo Timothy. Ni siquiera me molesto en saludarles, voy directo hasta donde se encuentra el abuelo, Frida se aleja y escucho su voz saludando a mis hermanos y mi madre. De camino acá, me dejo saber que mi padre no es de su agrado y realmente me gusta que no intente encajar para caerle bien a él, es innecesario, papá es irrelevante en mi vida y siempre será de ese modo.Me acuclillo y tomo sus manos, está molesto, puedo notarlo en su mirar, él hizo todo por mi abuela, acepto adoptar a una niña, pero esta le salió mala agradecida y vividora. Pero algo si tiene el abuelo, por sus nietos hace todo,
Frida KayenstonEstoy completamente perpleja de enterarme de cosas que yo no tenía ni idea, voy de la mano de Anette, ambas llegamos a la cocina y esta me ofrece amablemente una taza de té. Yo estoy tan hundida en mis pensamientos, ¿Cómo es que Aurora se ha comunicado con mi padre? ¿De qué va toda esta mierda? ¿Por qué está involucrada con Oriel y su madre? ¿Cómo Oriel puede ser tan mala persona? ¿Qué demonios fue eso que Bajhor le dijo tan secretamente a su tía Oriana?Joder, tantas preguntas y yo parare a loca.El olor a manzanilla hace que espabile y enfoque mi mirada en la madre de Bajhor, veo que me está hablando, pero yo ni siquiera escuche lo que me decía, sacudo un poco mi cabeza y le miro fijo.–Disculpa Anette, no estaba del todo escuchándote, discúlpame –ella sonríe y niega.–Tranquila, entiendo que te encuentres aturdida con todo esto, a veces hasta yo me sorprendo de las habilidades
Bajhor HuntherEn cuanto coloco un pie en mi oficina lo primero que hago es aflojar un poco el nudo de mi corbata, tomar una bocanada de aire y simplemente pedir a la vida que la marea baje un poco. No se cuanto más podré soportar toda esta mierda, se me acumula una a una y es un circulo que gira y gira y gira y yo seré quien abra la brecha y todo se descarrile y desborde a mi antojo.Me quedo plantado viendo por el largo y alto ventanal, toda la ciudad. Cierro mis ojos y tomo una larga bocanada de aire y sin más la dejo salir. Ya lo tenso se me comienza apaciguar un poco y solo fue un jodido segundo, un miserable segundo de paz mental para mí. La voz nerviosa y apresurada de Grecia logra que voltee y me percate de lo que ocurre, por un momento creí que se trataba de Bahil atacándola nuevamente, pero no, es algo que me altera en demasía al ver ese gesto arrogante en su rostro y la pobre de mi secretaria lidiando c
En este momento tengo la mirada fija en Grecia y con mi dedo índice sobre mis labios, haciéndole entender que debe mantenerse callada. En cuanto ocurrió lo de Oriana y Oriel, dudaba entre si venir o no y saber cómo estaba Bajhor, en este momento él no puede estar solo, no con tantas cosas ocurriendo a su alrededor, pero al llegar Grecia me dijo que no podía entrar, ya que se encontraba con alguien. Respete eso, pero algo me decía que debía por lo menos escuchar de este lado de la puerta, y la voz de mi padre retumbo tan pronto en mi cabeza.Claramente es de mal gusto y una falta de respeto escuchar conversaciones ajenas, pero se trata de Bajhor, se trata de Fabian que no sé qué demonios hace acá, se trata por supuesto de mí y todo lo que he escucho me deja sin aliento.¿Qué diablos se cree mi padre?¿Por qué se osa en querer alejar a Bajhor de mí?¿Qué es lo que quiere?¿Por qué se toma una atribución que no le corresponde en lo absoluto?
Bajhor viene con otra vestimenta, una más fresca que la de oficina, me gusta sus jeans rotos y su suéter negro, los anillos en sus dedos y ese aroma que me atonta en cuanto lo inhalo, el pelinegro sonríe y ese era el último detalle que necesitaba para que todo colapsara en mí.–Amor.– ¿Qué estoy pagando, Jesucristo? –murmullo, él se planta delante de mí y deja un casto beso en mis labios.– ¿Qué es? –sacudo un poco mi cabeza y sonrió.– ¿Esto? –me refiero a las bolsas en mis manos. – ¿Qué más? Fabian Lunghir.Bajhor pasa a mi lado, yo cierro la puerta y dejo las bolsas a un lado, me enfoco en él. Quita su abrigo y también el gorro de lana que traía, olvide que hoy comenzó la primera nevada en la ciudad y el frio ha de ser insoportable, yo tengo la calefacción casi al tope y no me afecta mucho.–Huele delicioso –comenta, yo sonrió. – ¿Cocinabas para mí? –chiteo y le miro fijo, asiento.–Estará listo en unos minutos, siéntete a gus