Yo intento ver a todos lados para no enfocarme en él, pero todo me falla, me falla porque el día de hoy va tan diferente y me gusta verlo ¡Por Dios que me tiene con la boca echa agua! El pelinegro carraspea y de inmediato nuestras miradas se cruzan, este apoya sus antebrazos sobre el escritorio y me mira fijo.
– ¿Qué es eso que quiere Varsha con respecto a mí?
–Ella quiere que tú, te disfraces el día de su cumpleaños –este con prisa niega.
–Ni loco hare esa jodida tontería –asiento y sonrió. – ¿Qué? ¿Por qué esa expresión? No me gusta eso de los disfraces y mucho menos esas festividades, así que, no, olvídalo.
–Es el cumpleaños de tu hermana, has un esfuerzo por ella, anhela verte integrado a su cumpleaños, es solo una noche Bajhor, por lo menos, ¿Un maquil
Yo sentía que me estaba hundiendo en un cielo lleno de nubes grises al verlo fijamente a los ojos. Su respiración es calmada y los rastros de sudor en su frente poco a poco se van secando, siento el delicioso ardor en mi intimidad, la presión que su agarre en mis caderas dejó intacto en mi piel y el sabor dulce de sus besos en mis labios. Hace más de unos quince minutos que terminamos la segunda ronda y aquí estoy, nuevamente incapaz de conformarme con ello.Bajhor me mira fijamente, ambos de lado sobre la alfombra en el suelo de mi sala, la única luz que alumbra el espacio es el de la pecera y el pasillo, mis piernas se enredan a las suyas, los dedos de sus pies juegan con los míos y lo único que nos dedicamos es a reír debido a lo infantil que nos estamos comportando. El pelinegro acerca la palma de su mano y la posa en mi pecho, en el lado donde se encuentra mi corazón latiendo con c
La pesadez de su brazo en un costado, donde rodea mi cintura y me apretuja a él, su respiración choca en la piel descubierta de mi espalda. Necesito buscar otro acomodo, pero Bajhor me lo impide y pensándolo bien me gusta la posición en la que nos encontramos, pero de pronto el ruido proveniente del otro lado de la puerta de mi habitación me alerta y con prisa me siento sobre el colchón.Bajhor se queja en su lugar y se voltea al otro lado, yo quedo completamente inmóvil esperando escuchar algo mas o creer que el ruido que escuche fue mi cerebro que se lo imagino. Pero luego veo una sombra por el pequeño espacio entre el final de la puerta y el suelo y allí es donde noto que si, efectivamente hay alguien en casa y yo voy a colapsar.–Bajhor... –digo, le muevo un poco, este se queja. –Bajhor, quédate aquí, ni se te ocurra salir de mi habitación.&nd
– ¿Crees, que algún día yo pueda llegar a ser feliz? –nuestras manos entrelazadas van y vienen, volteo a verle, la luz del sol hace que entrecierre mis ojos, pero su cabello rubio resalta aún más. –No lo sé, en ocasiones me da miedo mamá, no quiero que…– ¿Te ocurra lo mismo que a mí? –llevo la mirada al frente, asiento levemente. –Frida, aun estas de corta edad para pensar en si llegaras hacer feliz con una persona –se queda en silencio unos segundos, retoma sus palabras. –Pero supongo que la ausencia de tu padre de un modo u otro te ha afectado.–No del todo, mamá –nos detenemos, sonrió. –Papá decidió perderse toda una bonita vida junto a nosotras, siento más pena por él, que por nosotras –me encojo de hombros, esta ríe.–
Nos encontramos sentados en el suelo, yo observo fijamente el cómo Bajhor se encarga de las calabazas, me sorprende el hecho de que es muy ágil en ello y no necesitamos ayuda de nadie para limpiarlas y toda esa cosa. Elegimos un par algo grande, y yo solo espero que me entregue la mía para poder darle forma, observo la suciedad en sus jeans y sus manos, su franela corrió con la misma suerte y está toda amarillenta.– ¿Cómo es que sabes tanto? –digo, este continua en lo suyo.–Estamos viniendo desde que éramos unos niños, siempre observaba a mi abuelo y al señor Ezra hacerlo, luego, con Varsha yo era quien lo hacía y por eso se cómo hacer esta operación.– ¿Creí que no te gustaba nada de esta festividad? –este se detiene y alza su mirada, me mira fijo.–Esto es algo que es muy familiar para mí, as
Froto una de las toallas pequeñas en mi cabello húmedo y a los pocos segundos vuelvo a la habitación que me fue prestada. Al volver, noto que Varsha ya no se encuentra, pero sobre la cama hay ropa para mí, incluso ropa interior, veo a todos lados, esta habitación es para huéspedes, pero me siento como en una suite presidencial, y no, no exagero.Observo el hermoso vestido color mostaza sobre la cama, es de mangas largas y de esa preciosa tela de terciopelo. Es efectivamente de mi talla, me resulta muy extraño porque, es muy extraño, no tengo otra palabra para ello, solo hay dos mujeres en esta familia, y ambas tienen el cuerpo moldeado no como el mío, voluptuoso y ancho.Pero dejo todas mis dudas a un lado y coloco la ropa interior, cabe destacar de encaje y espero que Bajhor no tenga nada que ver en ello y que sea una muda de ropa interior que han olvidado obsequiar o que se yo. Me contemplo
– ¿Qué es lo que ocurre con Varsha y tu madre? –Bajhor al voltear me mira de lleno, pasa a mi lado y comienza a caminar por un camino de piedrecillas y yo hago lo mismo, pero un par de pasos detrás de él. –No quiero ser entrometida, porque realmente no me concierne nada de lo que ocurre, pero Bajhor... –este se detiene y yo continúo hablando. –Sabes lo que ocurrió conmigo ¿No crees que deberías contarme lo que ocurre contigo? ¿Con tu familia?– ¿Has visto a mi padre? –me mira por encima del hombro, yo asiento levemente, él vuelve su mirada al frente y retorna el rumbo. – ¿Qué siente tu cuerpo cuando lo ve? O mejor dicho, ¿Qué aura te transmite Valerio Hunther? –me pongo pensativa, porque no me esperaba esa pregunta, continuamos caminando, yo observo su espalda ancha y su cabello desordenado.–
La cabeza de Bajhor en este momento es un completo vaivén de pensamientos profundos. Por un lado, se debate si fue una buena opción haberse sincerado con Frida hasta el punto de confesarle esos sentimientos que solo Gareth, su mejor amigo, lo sabía, claro está, por intuición del condenado, porque Bajhor está a años luz de admitir algo, que él siempre dice, es su más grande debilidad.Por otro lado, se debate en aquello que no pudo hablar y que él de un modo u otro necesitaba expulsar en palabras, eso que lo mantiene callado, pero que él quiere poder desahogarse sin ningún problema. Tenía la oportunidad, quería ser sincero y contarle del todo a Frida, pero siempre esta ese detalle que él detesta, guardar silencio para no sufrir de la vergüenza, así que, en este momento, mientras su mente va y viene, el sonido de los cubos de hielo que
Tengo la mente en tantas cosas menos en lo que hago acá en el trabajo, todos preguntaron el motivo de mi ausencia de ayer y Mark con prisa se inventó una de las suyas y me salvo de ello. Por otro lado, me encuentro con la habladuría de Winny, está ansiosa por los próximos eventos ya que le encanta las festividades de Halloween y siempre ama todo lo que tiene que ver con ello. El domingo tendremos un evento, así que Mark ya se encuentra en ello, al parecer una línea de ropa interior masculina, eso quiere decir, muchos abdómenes por doquier.Me sobresalto al escuchar el repentino grito que proviene a mi lado y al voltear totalmente aturdida y confundida bufo al darme cuenta que se trata como siempre de Vahiola, nuevamente en desacuerdo con Mark y este me dijo un par de veces de camino a la empresa, que no dejara que esta se entrometa en lo suyo.– ¡Que jodido y maldito empeño el tuyo