– ¿Crees, que algún día yo pueda llegar a ser feliz? –nuestras manos entrelazadas van y vienen, volteo a verle, la luz del sol hace que entrecierre mis ojos, pero su cabello rubio resalta aún más. –No lo sé, en ocasiones me da miedo mamá, no quiero que…
– ¿Te ocurra lo mismo que a mí? –llevo la mirada al frente, asiento levemente. –Frida, aun estas de corta edad para pensar en si llegaras hacer feliz con una persona –se queda en silencio unos segundos, retoma sus palabras. –Pero supongo que la ausencia de tu padre de un modo u otro te ha afectado.
–No del todo, mamá –nos detenemos, sonrió. –Papá decidió perderse toda una bonita vida junto a nosotras, siento más pena por él, que por nosotras –me encojo de hombros, esta ríe.
–
Nos encontramos sentados en el suelo, yo observo fijamente el cómo Bajhor se encarga de las calabazas, me sorprende el hecho de que es muy ágil en ello y no necesitamos ayuda de nadie para limpiarlas y toda esa cosa. Elegimos un par algo grande, y yo solo espero que me entregue la mía para poder darle forma, observo la suciedad en sus jeans y sus manos, su franela corrió con la misma suerte y está toda amarillenta.– ¿Cómo es que sabes tanto? –digo, este continua en lo suyo.–Estamos viniendo desde que éramos unos niños, siempre observaba a mi abuelo y al señor Ezra hacerlo, luego, con Varsha yo era quien lo hacía y por eso se cómo hacer esta operación.– ¿Creí que no te gustaba nada de esta festividad? –este se detiene y alza su mirada, me mira fijo.–Esto es algo que es muy familiar para mí, as
Froto una de las toallas pequeñas en mi cabello húmedo y a los pocos segundos vuelvo a la habitación que me fue prestada. Al volver, noto que Varsha ya no se encuentra, pero sobre la cama hay ropa para mí, incluso ropa interior, veo a todos lados, esta habitación es para huéspedes, pero me siento como en una suite presidencial, y no, no exagero.Observo el hermoso vestido color mostaza sobre la cama, es de mangas largas y de esa preciosa tela de terciopelo. Es efectivamente de mi talla, me resulta muy extraño porque, es muy extraño, no tengo otra palabra para ello, solo hay dos mujeres en esta familia, y ambas tienen el cuerpo moldeado no como el mío, voluptuoso y ancho.Pero dejo todas mis dudas a un lado y coloco la ropa interior, cabe destacar de encaje y espero que Bajhor no tenga nada que ver en ello y que sea una muda de ropa interior que han olvidado obsequiar o que se yo. Me contemplo
– ¿Qué es lo que ocurre con Varsha y tu madre? –Bajhor al voltear me mira de lleno, pasa a mi lado y comienza a caminar por un camino de piedrecillas y yo hago lo mismo, pero un par de pasos detrás de él. –No quiero ser entrometida, porque realmente no me concierne nada de lo que ocurre, pero Bajhor... –este se detiene y yo continúo hablando. –Sabes lo que ocurrió conmigo ¿No crees que deberías contarme lo que ocurre contigo? ¿Con tu familia?– ¿Has visto a mi padre? –me mira por encima del hombro, yo asiento levemente, él vuelve su mirada al frente y retorna el rumbo. – ¿Qué siente tu cuerpo cuando lo ve? O mejor dicho, ¿Qué aura te transmite Valerio Hunther? –me pongo pensativa, porque no me esperaba esa pregunta, continuamos caminando, yo observo su espalda ancha y su cabello desordenado.–
La cabeza de Bajhor en este momento es un completo vaivén de pensamientos profundos. Por un lado, se debate si fue una buena opción haberse sincerado con Frida hasta el punto de confesarle esos sentimientos que solo Gareth, su mejor amigo, lo sabía, claro está, por intuición del condenado, porque Bajhor está a años luz de admitir algo, que él siempre dice, es su más grande debilidad.Por otro lado, se debate en aquello que no pudo hablar y que él de un modo u otro necesitaba expulsar en palabras, eso que lo mantiene callado, pero que él quiere poder desahogarse sin ningún problema. Tenía la oportunidad, quería ser sincero y contarle del todo a Frida, pero siempre esta ese detalle que él detesta, guardar silencio para no sufrir de la vergüenza, así que, en este momento, mientras su mente va y viene, el sonido de los cubos de hielo que
Tengo la mente en tantas cosas menos en lo que hago acá en el trabajo, todos preguntaron el motivo de mi ausencia de ayer y Mark con prisa se inventó una de las suyas y me salvo de ello. Por otro lado, me encuentro con la habladuría de Winny, está ansiosa por los próximos eventos ya que le encanta las festividades de Halloween y siempre ama todo lo que tiene que ver con ello. El domingo tendremos un evento, así que Mark ya se encuentra en ello, al parecer una línea de ropa interior masculina, eso quiere decir, muchos abdómenes por doquier.Me sobresalto al escuchar el repentino grito que proviene a mi lado y al voltear totalmente aturdida y confundida bufo al darme cuenta que se trata como siempre de Vahiola, nuevamente en desacuerdo con Mark y este me dijo un par de veces de camino a la empresa, que no dejara que esta se entrometa en lo suyo.– ¡Que jodido y maldito empeño el tuyo
Aurora… Aurora… Aurora… Ese nombre se me repite una y otra vez y me es imposible sacármelo de la mente. En cuanto Bajhor y yo la vimos entrar, el pelinegro muy bajito me pidió que saliera de su oficina. En este momento me encuentro como estúpida caminando de un lado a otro y la única que es capaz de verme en este estado es Grecia. Esta se encuentra un tanto estresada y a mí me pica la lengua por preguntar qué es lo que ocurre y porque esa mujer le altera los nervios. Mi móvil no ha dejado de vibrar y estoy muy segura que se trata de Winny o Mark, pero yo no responderé, no hasta que sepa quién es esa mujer de ojos café. Porque si, antes de salir, ambas nos dimos una mirada muy fija y le detalle el rostro hasta más no poder. Me detengo abruptamente, me giro en dirección a Grecia, esta se encuentra tomando de su taza de té y es más lo que derrama por el temblor de sus manos que lo que ella ha ingerido. Me acerco y dejo caer ambas manos sobre la en
–Tiene la misma edad que Bahil, es el hijo de un conocido, ¿No canta hermoso? –la veo sonreír yo vuelvo a enfocar mi vista en el chico. –Su nombre es Jakub Artem, su familia, los Artem, están rodeados de puros músicos, ninguno ha tenido ese gran impulso musical, pero Jakub va por un buen camino.– ¿Y crees que él pueda cantar en el cumpleaños de Varsha? –la castaña voltea a verme y sonriente asiente.– ¡Por supuesto que sí! –Bera sonríe ampliamente, las personas se encuentran embelesadas en Jakub y yo observo a mi compañera.–Acepto –digo de pronto, esta me mira de lleno. –Hare las fotos para tu catalogo y tú me ayudas con ese chico –señalo a un lado, la castaña chilla muy bajito y sonríe.– ¡Gracias, gracias! De verdad Frida, estaré eternamente agr
1… 2… 3…Otro flash y juro por mi madre que me quedo ciega, Balián está delante de mí, con su cámara profesional y diciéndome que poses debo hacer para las fotos del catálogo de Bera. La castaña se encuentra aquí, no salta en un pie porque de verdad le resta tiempo, pero si por ella fuera estuviera en este momento gritando alabanzas gracias a las fotos.Como acordamos, mi rostro no saldrá en las fotos, claro está, de eso se encargará Balián, quien me toma la foto cuerpo completo, pero luego las editará para el catálogo. Llevamos más de dos horas en este proceso y lo último que escuche gracias a mi primo, fue que me quedan tres prendas más para posar y yo ya me siento agotada con esto porque nunca había hecho tal cosa.La música de ambiente que me han puesto logra que pueda desenvolve