Tengo la mente en tantas cosas menos en lo que hago acá en el trabajo, todos preguntaron el motivo de mi ausencia de ayer y Mark con prisa se inventó una de las suyas y me salvo de ello. Por otro lado, me encuentro con la habladuría de Winny, está ansiosa por los próximos eventos ya que le encanta las festividades de Halloween y siempre ama todo lo que tiene que ver con ello. El domingo tendremos un evento, así que Mark ya se encuentra en ello, al parecer una línea de ropa interior masculina, eso quiere decir, muchos abdómenes por doquier.
Me sobresalto al escuchar el repentino grito que proviene a mi lado y al voltear totalmente aturdida y confundida bufo al darme cuenta que se trata como siempre de Vahiola, nuevamente en desacuerdo con Mark y este me dijo un par de veces de camino a la empresa, que no dejara que esta se entrometa en lo suyo.
– ¡Que jodido y maldito empeño el tuyo
Aurora… Aurora… Aurora… Ese nombre se me repite una y otra vez y me es imposible sacármelo de la mente. En cuanto Bajhor y yo la vimos entrar, el pelinegro muy bajito me pidió que saliera de su oficina. En este momento me encuentro como estúpida caminando de un lado a otro y la única que es capaz de verme en este estado es Grecia. Esta se encuentra un tanto estresada y a mí me pica la lengua por preguntar qué es lo que ocurre y porque esa mujer le altera los nervios. Mi móvil no ha dejado de vibrar y estoy muy segura que se trata de Winny o Mark, pero yo no responderé, no hasta que sepa quién es esa mujer de ojos café. Porque si, antes de salir, ambas nos dimos una mirada muy fija y le detalle el rostro hasta más no poder. Me detengo abruptamente, me giro en dirección a Grecia, esta se encuentra tomando de su taza de té y es más lo que derrama por el temblor de sus manos que lo que ella ha ingerido. Me acerco y dejo caer ambas manos sobre la en
–Tiene la misma edad que Bahil, es el hijo de un conocido, ¿No canta hermoso? –la veo sonreír yo vuelvo a enfocar mi vista en el chico. –Su nombre es Jakub Artem, su familia, los Artem, están rodeados de puros músicos, ninguno ha tenido ese gran impulso musical, pero Jakub va por un buen camino.– ¿Y crees que él pueda cantar en el cumpleaños de Varsha? –la castaña voltea a verme y sonriente asiente.– ¡Por supuesto que sí! –Bera sonríe ampliamente, las personas se encuentran embelesadas en Jakub y yo observo a mi compañera.–Acepto –digo de pronto, esta me mira de lleno. –Hare las fotos para tu catalogo y tú me ayudas con ese chico –señalo a un lado, la castaña chilla muy bajito y sonríe.– ¡Gracias, gracias! De verdad Frida, estaré eternamente agr
1… 2… 3…Otro flash y juro por mi madre que me quedo ciega, Balián está delante de mí, con su cámara profesional y diciéndome que poses debo hacer para las fotos del catálogo de Bera. La castaña se encuentra aquí, no salta en un pie porque de verdad le resta tiempo, pero si por ella fuera estuviera en este momento gritando alabanzas gracias a las fotos.Como acordamos, mi rostro no saldrá en las fotos, claro está, de eso se encargará Balián, quien me toma la foto cuerpo completo, pero luego las editará para el catálogo. Llevamos más de dos horas en este proceso y lo último que escuche gracias a mi primo, fue que me quedan tres prendas más para posar y yo ya me siento agotada con esto porque nunca había hecho tal cosa.La música de ambiente que me han puesto logra que pueda desenvolve
Unos 45 minutos fue lo que me tomo, Alaska me envió la dirección y no tengo idea de donde carajos es ese lugar, pero tomare un taxi y simplemente le pediré que me lleve hasta allí. Tomo mis cosas y la noche de hoy opte por algo ligero, una blusa de mangas holgadas negra con flores estampadas, un jeans azul cielo, unas sandalias tacón fino blancas, mi cabello en una cola alta y un maquillaje ligero.Apago todas las luces de mi departamento y termino de salir, tomo el ascensor que por suerte no tardo nada en llegar a mi piso y presiono el botón de la planta baja. Paso a entretenerme en mi móvil, me tomo un par de fotos y luego le texteo a Alaska informándole que ya estoy por ir donde se encuentra, el sonidito del ascensor informándome que ya estamos en la planta baja me hace alzar la vista y las puertas se abre.El silencio es notorio, noto que aun el vigilante no está en su puesto y sigo
Bajhor Hunther. Nos vemos fijamente, mi respiración es dificultosa, al igual que la rubia entre mis brazos. Los gemidos de la mujer del otro lado se escuchan a nuestro alrededor, con mi nariz jugueteo con la de Frida, yo la veo y todo mi cuerpo se estremece, yo la tengo tan cerca de mí y mi cuerpo responde a su merced, yo la escucho, yo la siento y no hay nada que me haga querer tenerla lejos de mí. Paso a colocarme delante de ella, tomo sus manos y la encamino hasta donde se encuentra la cama de esta habitación. En silencio nos sentamos al borde de esta y puedo sentir como esta se siente tan aturdida, no sé si por mis palabras, no sé si por la situación, no lo sé y eso me da cierta frustración. –Míralos –digo, la rubia me mira con esos ojos de color y niega. –Solo, míralos... –esta se voltea un poco y los comienza a ver. –Solo imagínate las veces que hemos tenido sexo... –susurro, siento el fuerte agarre de su m
No estoy seguro de ello, no estoy seguro de ello, no, no lo estoy. La observo de espaldas, sin una prenda, con su cuerpo completamente desnudo, el olor de su desnudez me aturde los sentidos y yo no puedo evitar que mi miembro se altere al verla en esa posición. Aprieto con mucha fuerza el mando de la fusta, juguete que ella me imploro utilizar, yo no quiero, me niego a ello, pero si le digo que estoy en desacuerdo podría herirla y es lo menos que quiero en este momento. Tiene una de las vendas de color zafiro cubriendo sus ojos, la sabana de seda roja que viste el colchón hace ese perfecto contraste con su cuerpo y su cabello rubio, ¿Hermosa? ¡Completamente! Tomo una bocanada de aire, enciendo el estéreo con un volumen moderado, música erótica de fondo, la voz de Charlie Puth cantando Suffer logra que mi cuerpo se olvide de no querer hacer esto y sin darle un previo aviso, dejo caer la fusta con tiras de cuero en su hermoso culo, est
Nuestros dedos se mantienen en un tonto jugueteo, mientras que yo estoy acomodada en medio de sus piernas, con mi espalda chocando en su pecho, con su respirar sintiéndolo a la altura de mi cuello. En este momento nos encontramos en una de las habitaciones de este enorme pent–house, para mi mayor sorpresa Bajhor tiene su propio cine en casa y déjenme decirles que no es con asientos, no, este tiene un enorme y ancho sofá que si te fijas muy bien tiene más apariencia de cama.Se supone que debemos estar viendo la película que el pelinegro eligió, mas sin embargo solo estamos aquí, observando como nuestros dedos se rozan, se entrelazan, se sienten. Volteo en dirección a su rostro, en ese momento noto que Bajhor si está viendo la película, me le quedo viendo por unos segundos que se vuelven eternos, en ese momento lo veo alzar un poco la comisura de su labio y luego sus ojos se
– ¿Cómo lo descubrían? –este se da un sorbo de su taza y vuelve la mirada al frente. –Cuando eres de una familia reconocida, conoces muchas personas, mi abuelo es un hombre muy respetado y siempre mantuvo la reputación de la familia Hunther a un nivel intocable, cuando ocurría algo, cuando los paparazis tenían algo acerca de la familia, el primero en saber era el abuelo. –Él lidio con ello, ¿No? –asiente levemente. –Era la reputación de su hijo mayor quien estaría pendiendo de un hilo, mi abuelo tiene tres hijos, pero mi padre es especial para él, así que, mi abuelo lidio con todo lo de la infidelidad y lo mantuvo oculto, solo yo lo supe, mi abuelo ve en mí una persona fuerte, pero lo cierto es que… –No lo eres del todo –en ese momento vuelve a mirarme, no hace ningún gesto. –Que te lo digo yo, que soy una mujer empoderada, pero tengo sentimientos y con ello no puedo lidiar. –Frida –dice y asiento. –Nada es lo que parece, un día