—¿Tan mal toqué? —No se había dado cuenta de sus errores al tocar.—Fue como si Avril Coleridge-Taylor hubiese perdido su talento. —Elizabeth no lo dejaba de mirar con aquel disgusto.—Ha de ser muy malo tu inconveniente, sea lo que sea no le tomes mucha importancia, a veces los seres humanos nos preocupamos demasiado en cosas que ya tienen solución —dice Robert para transmitir tranquilidad. Tal vez su padre tendría razón, no hay que tomarle mucha importancia al asunto de Tim pues eso estaba más que resuelto, solo tenía que firmar algunos papeles y la vida de Holly estaría libre.***—¡Holly! ¡Por fin saliste de clases! —Ashton corre por el estacionamiento de la escuela y la abraza.—¿Qué hacen aquí? —Recibe el abrazo y lo carga entre sus brazos.—Su hermana es muy mal educada. —Ascher se burla sorprendiéndola.—Es por tu culpa, está embobada con tu presencia que se le olvida de los modales. —Harry se une la diversión.—Eso ya lo sabía, pero no creí que era tanto así. —Ascher lo apoy
—¿Por qué nos desobedecen? —Martha toma a Ashton del cabello y lo arrastra hasta donde está Paúl.—Les contaré todo si los dejan en paz, por favor... Fue mi culpa, no la de ellos. —Holly agacha su rostro y se le sale una lágrima.—¡Eso es mentira! —Harry se interpone.—¡Cállate! —Paúl lo deja caer al suelo y le da un golpe en el ojo.—¡Harry! —Holly intenta acercarse, pero Martha lanza a Ashton contra el piso chocando su cabeza en él—. ¡Ashton! —Comienza a llorar—. Por favor, déjenlos en paz. —A ella le dolía más que le pegarán a sus hermanos, pues ella ya desde hace tiempo no sentía dolor de tantas veces que lo hacían, pero para ellos era primera vez, creo que habían encontrado el punto débil de Holly, de cómo lastimarla realmente—. Soy responsable, por favor, yo debería ser castigada —suplicaba en llanto.—Los tres serán castigados, váyanse a su cuarto. —Su padre levanta a Harry y lo empuja hacia las escaleras, Martha hace lo mismo con Ashton.—No salgan hasta que se los ordene —dic
—Si quiero. —Se apresura y se sienta en sus piernas, toma su rostro entre sus brazos—. Es que, no sé, yo... —la interrumpe.—Preciosa de verdad si no quieres salir, no te obligaré, yo entenderé, me importa que te sientas cómoda. —Sonríe sin abrir los ojos aún—. Saldremos otro día. —Ella suspira.—No, en serio discúlpame. —Él se ríe levemente.—No tienes por qué disculparte por tomar decisiones sobre lo que quieres hacer, es mejor una chica decidida que no decidida. —Busca su mejilla con su mano y cuando la encuentra, la acaricia.—Si debo porque tú eres tan lindo conmigo y yo lo arruinó siempre, en algún momento te rendirás de seguir intentando algo conmigo. —Se pone triste.—No nena porque lo que fácil se obtiene, fácil se va y me alegra que lo nuestro sea difícil, eso quiere decir que nos queda muchos caminos que recorrer juntos. —Ella besa sus labios—. Y que me tienes muy entretenido.—Si iré, quiero ir —finaliza con una sonrisa.Ella se sentía mal por lo de hace rato con Tim y sol
Una conexión muy fuerte sintiéndose esas mariposas en el estómago, en ese beso no podía faltar la lengua quiénes se deslizaban en los labios del otro como si admiraran el recorrido en cada pedazo de su piel suave y carnosa, también hubieron leves mordidas donde arrastraban el diente con la piel del otro sin chocar entre ellos pues lo hacían por turno. Había pasión en ellos, se podía ver y sentir, eso era demasiado maravilloso para ser cierto, sus labios se movían con tanta conexión y no querían perder ningún centímetro de sus pieles, no querían despegarse de ese beso tan rico que se movían al compás, sus cabezas estaban ladeando de un lado a otro con suavidad y sin prisa haciendo que sus narices chocaran como si fueran espadas. Se separan un poco de sus labios, pero solo a unos centímetros para sentir su respiración acelerada, sus labios estaban abiertos ligeramente para poder respirar por la boca.—Sé que te dije que no quiero ser ese chico que te hace enojar y lo resuelve con un b
—Súper feliz, ¿está todo listo? —Fredycsen asiente, le entrega unos planos y una cesta.—Si joven Basquin. —Ascher abre el plano de su casa—. La entrada es por aquí. —Señala en el papel—, Pero no hay salida, debe regresar por donde vino —se explica en forma de disculpa.—Tranquilo, ya me las ingeniaré para que ella no vea, gracias por calentar la comida que preparé. —Lo abraza y este se sorprende.—De nada. —Sonríe. Dejan el abrazo y Ascher vuelve a su auto, mete la cesta en el maletero y luego se adentra de piloto, encontrando a Holly destapándose los ojos.—No seas tramposa —bromea antes de que se los quite.—Perdón, pensé que ya habíamos llegado. —Comienza a reír un poco abochornada.—Yo te avisaré. —Coloca el auto en marcha.—¿Es muy lejos? —pregunta indiscreta.—Tan lejos como para que nadie te encuentre —le toma el pelo mofándose.—¡Ascher! —lo sermonea.—Solo relájate preciosa, confía en mí. —Ella hizo caso y no hizo más preguntas.Solo dejaría que él los guiará al lugar tan e
—No me ofende para nada, de hecho, me gusta hablar de eso. —Le sonríe para que no se sienta incómoda—. Es mi lago favorito, aquí es donde vengo a pescar con mi abuelo. —Esboza una sonrisa con aquel recuerdo.—¡¿En serio?! ¿por eso dices que es especial no? —Él asiente—. ¿Y dónde está? —Se emociona.—Está Inglaterra, no lo veo desde hace tiempo, ha estado muy ocupado. —Se desanima un poco, ella le soba el hombro.—Te entiendo, yo tampoco he visto a mis abuelos desde hace un tiempo y los extraño demasiado, ellos fueron los que me criaron desde que nací hasta los siete años —se explica también recordando, él la ve desorientado.—¿Y eso por qué? —No entendía para nada.—Desde que nací, mis padres siempre han estado ocupados trabajando, así que tenía que vivir con mis abuelos... —responde algo triste.—¿Y cómo hacían con la leche? —No parecía estar de acuerdo con la información que recibía.—Leche en polvo de fórmula para bebés, no es que mi mamá no me quiera, solo que no podía mantenerme.
—Porque te fuiste algo molesta, no son cosas mías, pero tuve que hacerlo, resolverlo con un beso, me contradije mucho y hablé antes de tiempo, pero valió la pena, quería probar tus labios nuevamente —admite.—Está bien, tu maestro a parte de las reglas... ¿Te enseñó algo sobre el amor? —Él asiente—. ¿Qué te enseñó? —Lo ve intrigada.—¿A qué se debe estás preguntas? —Ella alza sus hombros con desinterés.—Por curiosidad. —Miente, él lo nota y suspira.—El amor y enamorarse es una experiencia única, personal, diferente, vivencial, compleja, profunda y fascinante, es el tema protagonista y fundamental de muchas novelas, canciones y de películas que salen al mundo. William Shakespeare una vez dijo «Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado» —finaliza y le da una media sonrisa. Ella se queda por unos momentos en silencio y luego abre levemente sus labios para decir algo.—¿Alguna vez has hecho una locura por amor? —Ladea su cabeza intrigada. Él mira h
Él le cantaba canciones en el puente que unía los bosques para pasar sobre el río por dónde habían recorrido en la balsa, una balsa que dejó amarrada en el muelle ya cuando habían llegado a su destino, el puente tenía forma de un arco y este era libre sin barandas, solo tenía el suelo de madera. Ascher deslizaba los dedos en las cuerdas de su guitarra mientras cantaba, ella le prestaba mucha atención con aquella sonrisa de perdidamente feliz, él le estaba dedicando canciones y eso ha logrado ser una parte muy importante de ella. Los dos enamorados estaban sentados en aquel puente, él tocaba canciones del artista favorito de aquella chica por el cual está loco, esto es lo que causa ella en él, sin querer se estaban enamorando cada día. Holly decide levantarse y bailar las canciones que Ascher seguía tocando, era muy divertido para los dos estar así.—Deberíamos tener una banda, tú cantas, tocas y yo bailo. —Ríe al bailar de un lado a otro, él se levanta y sigue moviendo su mano de ar