DRACCO
Estudio los nuevos documentos y guardo los más importantes contando las horas por tener el cuerpo de esa mujer en mi cama, la he deseado desde que el imbécil de Cristóbal la presentó aquel día de la inauguración de mis tantos hoteles.
Él solo un maldito contador me preguntaba ¿cómo podía tener a su lado a una mujer tan bella como Ava? esa mirada azul era la más hermosa que había visto en mi asquerosa vida, esa noche me presento a su mujer, quise ser amable con ella y sin embargo la muy maldita me ignoro como si yo no existiera.
Desde ese momento emergi&oac
DRACCOEl demonio me posee cuando la veo de piernas abiertas, llorando y a punto de ser violada, nadie puede tocarla excepto yo, es por eso que muelo a golpes como un completo fragmentado al imbécil y psicópata pastor o lo que sea, para mi simplemente es basura.Lo golpeo con fuerza, con la misma violencia con la cual deseo tenerla, cuando lo haga quedara peor que este hombre porque le extraer la vida en cada penetración, porque estoy seguro que el incompetente de su marido nunca la hizo vibrar.—Basta —me toma del brazo anclando su mirada a la mía—vas a matarlo y no vale la pena.Reacciono mirando al hombre que esta desmayado en la sala de su casa, sintiéndome satisfecho por su estado inconsciente y su cara vuelta mierda como se lo merece por tocar mi propiedad.—¿Qué esperas que no te organizas? —le digo pateando al hombre.—Ya basta&mdash
AVANo mido mi reacción cuando al quitarme el vestido lo arrojó a su rostro y ahora su mirada oscura me acribilla poniéndome a temblar, le temo tanto a Dracco que me arrepiento de mi repentino impulso, pero el sentirme utilizada y acorralada por personas que no pueden ver otra cosa en mi que solo ser la carne de cañón para sus deseos sacan lo peor de mí.Lo único que deseo es poder con tranquilidad pasar esta pena por la muerte de mi esposo, del amor de mi vida, que aun busco una explicación lógica que me permita entender el porque me oculto tantas cosas que ahora utilizan en mi contra. AVA—Besos no—susurro apenas audible con el miedo que eso que hay entre mis piernas salga de su escondite, nunca había sentido algo tan grande, me aterra pensar que hoy llegue el momento de tener que verlo, tocarlo o que llegue a invadir mi intimidad.Moriría Dios, moriría—¿A no? —sollozo presa del miedo sintiendo como toma mi rostro con fuerza.—No quiero besarte, no me obligues a esto por favor—Pero tú eres mía—me hace senSOFOCO 2
AVAEs tan malo, tan cruel utilizando esas expresiones que m e hacen recordar mi duele, sus manos viajan a mis nalgas para darle un apretón que me hace cerrar los ojos y empuñar mis manos, juro que no deseo que me toque, pero decirle que no, es incurrir de nuevo en el mismo error, recibiendo una amenaza como respuesta.—Vámonos—dice tomando mi mano—si no lo hacemos ahora, nunca saldremos de aquí y terminare follandote como tanto lo deseo.Todo el camino acaricia mis dedos con una mano y con otra teclea en su celular, mientras que yo solo pienso en cómo le diré a mi familia el haberme perdido por horas, salí como loca del negocio de mis padres que deben estar preocupados, me da vergüenza pedirle que me deje llamar, pero solo me limito a respirar hondo cuando el auto estaciona y el me ofrece su mano para ayudarme a bajar.Es un hotel impresionante, camino tomado de su m
AVAMuchas veces cuando asistimos a la iglesia, el pastor decía que, la verdad de las personas no está en sus palabras, si no en sus actos, en ocasiones no llegamos a dimensionar las palabras o frases que otros predican porque te falta estar en el paredón para conocer el rostro verdadero de quienes dicen amarte.Observo aterrada desde el piso posando mi mano en mi rostro del lado afectado, lloro sin explicación porque desconozco a la mujer que dice ser mi hermana, mucho menos el ser que me mira con un asco que me rompe el corazón, no escucha, solo juzga sacando conclusiones tan deshonrosas como si no me conocería, como si no fuera su hermana.—Arya escúchame—intenta golpearme otra vez pero con mi mano le índico que no lo haga nuevamente, me cubro presa del miedo —dame una oportunidad de hablar, de explicarte por favor, no me juzgues sin antes escucharme
AVACon las ilusiones apagadas salgo de la empresa convenciéndome de no huir mas de mi destino, de nada me sirve iniciar un pleito jurídico con Dracco por acoso, cuando su hermana mientras yo peleo por mi dignidad, ella desaloja en venganza a toda mi familia, no tengo escapatoria a mi destino y lo compruebo al dar un paso a las afueras del edifico encontrándome a un hombre apoyado en el auto tronando sus dedos al tiempo que su mirada fría me congela el espíritu.—¿Dracco?Balbuceo su nombre con mis rodillas temblar, con el miedo tomar cada extremidad mientras el me dispara dardos envenenados con su mirada oscura, no sé qué hacer y miro atrás esperando que alguien me ayude, pero el corazón se me detiene cuando avanza hacia mí con peligro.—Que mal princesa traicionándome con el enemigo.No veo más alternativa que correr por l
CRUELLABañan mi cuerpo en exfoliantes y aceites corporales que dejan mi piel sedosa, luminosa, perfecta, me consiento con mascarillas que renuevan mis células y me hacen lucir con un rostro joven, atractivo y hermosa, mi cabello también es acicalado, al igual que las uñas de mis pies y manos, soy una persona publica, famosa que debe lucir siempre como una diva y me gusta ser el centro de atracción, robarme las miradas, ser asediada, envidiada y deseada.No tengo porque ocultar lo que soy, siempre he tenido el mundo a mis pies y no estoy dispuesta a tener menos, soy tanto odiada como amada, debido a mi fuerte personalidad, una mujer como yo pocas, decidida, atrevida, impulsiva, apasionada en todo lo que hace y como toda mi familia perfeccionista en todo, la palabra perder, aceptar o mendigar no está nuestro vocabulario,—Si vas ayudarme con tu hermano—es mi mejor amiga Dayanara, intensa mujer
CRUELLAIngresa mi hermano mayor interrumpiendo nuestra platica amena, luciendo impecable como siempre, sus autfit con casuales, polivalentes sin dejar a un lado las chaquetas de cuero que le dan un aspecto mucho mas atrevido, de chico malo que mata a todas, pero ese aspecto terrorífico que intimida a hombres es lo que mas rescato de sus estilos.—Que sea rápido —ingresa Dracco—¿que deseas?—Hola hermanito —me levanto para darle un beso en la mejilla que acepta de mala manera—¿cómo estás?—Ve al grano —saluda de la mano a Demian, parándose a su lado, mientras que mi hermano menor se sienta –tengo cosas que hacer.—Quería informales porque de una u otra forma los tres estamos involucrados en esto, pero hoy di la orden para hacer valer las cláusulas y desalojar a todos esos pobre rones.&