AVA
—Besos no—susurro apenas audible con el miedo que eso que hay entre mis piernas salga de su escondite, nunca había sentido algo tan grande, me aterra pensar que hoy llegue el momento de tener que verlo, tocarlo o que llegue a invadir mi intimidad.
Moriría Dios, moriría
—¿A no? —sollozo presa del miedo sintiendo como toma mi rostro con fuerza.
—No quiero besarte, no me obligues a esto por favor
—Pero tú eres mía—me hace sen
AVAEs tan malo, tan cruel utilizando esas expresiones que m e hacen recordar mi duele, sus manos viajan a mis nalgas para darle un apretón que me hace cerrar los ojos y empuñar mis manos, juro que no deseo que me toque, pero decirle que no, es incurrir de nuevo en el mismo error, recibiendo una amenaza como respuesta.—Vámonos—dice tomando mi mano—si no lo hacemos ahora, nunca saldremos de aquí y terminare follandote como tanto lo deseo.Todo el camino acaricia mis dedos con una mano y con otra teclea en su celular, mientras que yo solo pienso en cómo le diré a mi familia el haberme perdido por horas, salí como loca del negocio de mis padres que deben estar preocupados, me da vergüenza pedirle que me deje llamar, pero solo me limito a respirar hondo cuando el auto estaciona y el me ofrece su mano para ayudarme a bajar.Es un hotel impresionante, camino tomado de su m
AVAMuchas veces cuando asistimos a la iglesia, el pastor decía que, la verdad de las personas no está en sus palabras, si no en sus actos, en ocasiones no llegamos a dimensionar las palabras o frases que otros predican porque te falta estar en el paredón para conocer el rostro verdadero de quienes dicen amarte.Observo aterrada desde el piso posando mi mano en mi rostro del lado afectado, lloro sin explicación porque desconozco a la mujer que dice ser mi hermana, mucho menos el ser que me mira con un asco que me rompe el corazón, no escucha, solo juzga sacando conclusiones tan deshonrosas como si no me conocería, como si no fuera su hermana.—Arya escúchame—intenta golpearme otra vez pero con mi mano le índico que no lo haga nuevamente, me cubro presa del miedo —dame una oportunidad de hablar, de explicarte por favor, no me juzgues sin antes escucharme
AVACon las ilusiones apagadas salgo de la empresa convenciéndome de no huir mas de mi destino, de nada me sirve iniciar un pleito jurídico con Dracco por acoso, cuando su hermana mientras yo peleo por mi dignidad, ella desaloja en venganza a toda mi familia, no tengo escapatoria a mi destino y lo compruebo al dar un paso a las afueras del edifico encontrándome a un hombre apoyado en el auto tronando sus dedos al tiempo que su mirada fría me congela el espíritu.—¿Dracco?Balbuceo su nombre con mis rodillas temblar, con el miedo tomar cada extremidad mientras el me dispara dardos envenenados con su mirada oscura, no sé qué hacer y miro atrás esperando que alguien me ayude, pero el corazón se me detiene cuando avanza hacia mí con peligro.—Que mal princesa traicionándome con el enemigo.No veo más alternativa que correr por l
CRUELLABañan mi cuerpo en exfoliantes y aceites corporales que dejan mi piel sedosa, luminosa, perfecta, me consiento con mascarillas que renuevan mis células y me hacen lucir con un rostro joven, atractivo y hermosa, mi cabello también es acicalado, al igual que las uñas de mis pies y manos, soy una persona publica, famosa que debe lucir siempre como una diva y me gusta ser el centro de atracción, robarme las miradas, ser asediada, envidiada y deseada.No tengo porque ocultar lo que soy, siempre he tenido el mundo a mis pies y no estoy dispuesta a tener menos, soy tanto odiada como amada, debido a mi fuerte personalidad, una mujer como yo pocas, decidida, atrevida, impulsiva, apasionada en todo lo que hace y como toda mi familia perfeccionista en todo, la palabra perder, aceptar o mendigar no está nuestro vocabulario,—Si vas ayudarme con tu hermano—es mi mejor amiga Dayanara, intensa mujer
CRUELLAIngresa mi hermano mayor interrumpiendo nuestra platica amena, luciendo impecable como siempre, sus autfit con casuales, polivalentes sin dejar a un lado las chaquetas de cuero que le dan un aspecto mucho mas atrevido, de chico malo que mata a todas, pero ese aspecto terrorífico que intimida a hombres es lo que mas rescato de sus estilos.—Que sea rápido —ingresa Dracco—¿que deseas?—Hola hermanito —me levanto para darle un beso en la mejilla que acepta de mala manera—¿cómo estás?—Ve al grano —saluda de la mano a Demian, parándose a su lado, mientras que mi hermano menor se sienta –tengo cosas que hacer.—Quería informales porque de una u otra forma los tres estamos involucrados en esto, pero hoy di la orden para hacer valer las cláusulas y desalojar a todos esos pobre rones.&
DRACCOMc Donald apellido poderoso entre los grandes y es que nuestra riqueza, reputación, prestigio y lujos no tienen comparación, ser los mejores es una religión impuesta por nuestro padre que nos llevo a la grandeza obligando a nuestra madre a casarse con él.Unir una constructora, con unos de los mejores bancos del país lo llevo por grandes negocios como el casino, y propiedades fuera del continente, dicen que me parezco demasiado a mi padre y no solo en lo físico, su inteligencia, astucia, cautela lo llevo a ser lo que fue hasta el día que murió.Tengo mucho de él, como por ejemplo conocer bien las personas de tu entorno, como también conocer los puntos débiles de tus enemigos, en la guerra como en el amor todo se vale y la persona con la mejor jugada es el vencedor.—¿Ya preparaste todo? —le pregunto a Demian después
DRACCO—Por favor para ya Dracco—esta cerca de llegar a su clímax, pero tiene miedo, el problema es que yo quiero enviarla a ese infierno donde no podrá salir nunca más—Dracco.—Sabes cómo detenerme—le digo volviendo a mi deliciosa tarea—¿te gusta?Entierra sus uñas en mi brazo arqueándose cuando atrapo su clítoris entre mis labios tirando de él, lo suelto, para morder sus labios y volverlo a capturar para succionarlo con ardor con mis manos en sus ricas nalgas.—No me detendré si no me das respuesta—a pesar de todo es arrogante, no quiere darme la razón y se debate en decir mentiras o aceptar el hecho quele encanta eso que le hago.—¡Si!—la sujeto con una mano metiendo un dedo torturándola—¡Dracco!—¿Si que Ava?—mi lengua también trabaja a la par de
AVALos recuerdos son dagas en mi mente que me hacen derramar lágrimas mientras mantengo el miembro de Dracco en mi boca, me obliga a satisfacerlo con cosas que nunca en mi vida había realizado y me arrastra con él por la senda del pecado.Lo peor de todo es que mi resistencia es tan débil, tan inútil que disfruto del sabor rico de su falo a pesar de sentir el peso de mis culpas a mis espaldas, no son tan fuertes como aquello que temo y sigo con ambas manos aferrada lamiendo el glande que ha ingresado no sé cuántas veces a mi boca logrando que grandes arcadas bañen en saliva el monstruo que tiene por miembro.—¿Así le chupabas el pene a Cristóbal?—niego sin sacarlo de la boca—comete mi polla entonces, lame princesa, es tuya.¿Mia? El se encuentra sentado con la espalda apoyada en la cabeza de la gigantesca cama con las