—No estoy con ella —lo miro a los ojos —cree en mi niña.No quiero que me vuelva a romper nuevamente el corazón, me constó tanto recoger los pedazo que dejó su mentira que me da miedo porque duele demasiado. —Cruella me dijo que estabas con ella.—Estaba en una cena de negocios, pero no estoy con ella te lo juro Asiento dándole el beneficio de la duda y aunque lo lamento por la chica, a Demian lo quiero para mí. —Ven que necesito esa boquita.Permito que me vuelva a besar porque también lo deseo, su lengua me hace olvidar los problemas, matándome lentamente con su mano agarrarme las nalgas. Es tan fuerte, me encanta la mezcla de ternura con rudeza lo que contrae mi sexo. Separa nuestros labios, para mirarme intensamente con su respiración alterada. —¿Ya comiste? —No.Se levanta conmigo llevándome en sus brazos y sonrió escondiendo mi rostro en su cuello. Sinceramente me encanta que me trate como una niñita pequeña.—Puedo caminar.—Lo sé pero me encanta tenerte en mis manos.Aca
AVA El cadáver de mi esposo no termina de enfriarse, como tampoco las lágrimas se han secado en mi rostro porque nuevas lagrimas terminan por bañar mi piel, siento el pecho inflamado como un zepelín de tanto sentimiento encontrado, el dolor es grande con la pena que me acompaña volviendo mi corazón añicos, su muerte es tan resiente que lo único que deseo en este momento es morirme para estar a su lado. El peor día de mi vida no ha terminado cuando ya tengo a su socio ofreciéndome un trato que a mi parecer es completamente descabellado, sin sentido alguno y es una completa falta de respeto con el dolor y la situación tan dura por la cual que estoy atravesando. Su partida me oprime el corazón, su muerte muele cada parte de mi ser, estoy tan triste y destrozada con su repentino fallecimiento que aún no logro procesar las palabras de este sujeto, me ha dejado sola con un desastre que ahora me toca enfrentar sin la más mínima idea de cómo defenderme, apenas lleva 24 horas de muerto, un
AVACubre mi boca inmovilizándome cuando se mete entre mis piernas, rasga el vestido negro que representa el luto que estoy viviendo en este momento y entro en pánico al ver que libera mis senos del brasier.—Déjame terminar—sus ojos negros toman una tonalidad más oscura petrificándome—soy un hombre directo—no despega los ojos de mis senos, mientras mis manos sujetan su brazo intentando apartarlo, quiero liberar mi boca para gritar, pero es grande y fuerte, no soy capaz con el—que consigue lo que quiere y tú vas a ser mía, porque soy un hombre hambriento que necesita una mujer y ya te elegí a ti.Siento asco, repulsión cuando su dedo hace círculos en mi aureola, es pecado y mi religión lo prohíbe, acabo de enterrar a mi marido y va contra toda moral permitir que otro hombre toque mi cuerpo, sobre todo de la manera en que Draco el socio de mi esposo lo hace con una indecencia mal vista. —UMMMM—intento pedirle que me deje hablar—ummm..Me quedo fría cuando su boca caliente atrapa mi pa
AVALas oraciones, plegarias y el banquete se celebran detrás de la iglesia, nuestras creencias son muy diferentes, mientras que otros velan a sus seres queridos por una semana o más, nosotros cuando una persona parte no es motivo de tristeza porque está al lado de nuestro señor, sin embargo, lloramos y dejamos salir nuestro dolor con su partida, mientras una mesa está repleta de comida para que todos los creyentes se acerquen y coman.Soporto la actividad perdida con un nudo en la garganta, el olor de Draco lo siento como si estuviera a mi lado, cierro mis ojos y aprieto las manos debajo de la mesa no queriendo llorar, el recuerdo de sus besos, su lengua pasar por mi cuello, la forma descarada con la que toco mis senos y acaricio la piel de mis aureolas me repugna.Es un asqueroso, un cruel y despiadado que no tuvo reparo en tocarme sabiendo por la pena tan grande que estoy pasando, ¿Quién en su
AVAA primera hora ya estoy parada al frente del edificio donde Edmondtiene su oficina de abogados,vestida de negro como debe ser, ingreso al edificio saludando al vigilante que amablemente me abre la puerta.—Buenos días —saludo, a pesar de tener el mundo destrozado, nadie tiene la culpa de mis problemas.—Buenos días señorita.Le regalo una sonrisa caminando directo hacia la recepción, donde una rubia con cabello rizado me observa al acercarme y también me regala una sonrisa que es paño de agua
AVA Tengo solo una vía de escape que me conduce directamente a Draco, recordar sus ojos oscuros me aterran, me duele la cabeza, siento que no podre con esto y me refugio en una oración mientras el transporte público me guía a mi comunidad. Camino perdida con el sol que empieza a tomar fuerza por las calles de mi hermosa comunidad, el parque, la iglesia, las casas, escuela, todo esto podría desaparecer si no accedo a la petición de Draco, así, como me encuentro con tantos sentimientos encontrados llego a la cafetería que manejan mis padres, que al verme me abrazan y no soy capaz de decirles que perderán este negocio, la casa, todos sus bienes por lo que han trabajado y luchado toda la vida. —¿Arya donde esta? —pregunto colocándome el delantal, dispuesta a trabajar. —Dijo que iría a la iglesia—tengo que hablar con ella, ha mal interpretado todo y simplemente ha sacado conclusiones sin darme la oportunidad de explicarle. —Hoy no
DRACCOEstudio los nuevos documentos y guardo los más importantes contando las horas por tener el cuerpo de esa mujer en mi cama, la he deseado desde que el imbécil de Cristóbal la presentó aquel día de la inauguración de mis tantos hoteles.Él solo un maldito contador me preguntaba ¿cómo podía tener a su lado a una mujer tan bella como Ava? esa mirada azul era la más hermosa que había visto en mi asquerosa vida, esa noche me presento a su mujer, quise ser amable con ella y sin embargo la muy maldita me ignoro como si yo no existiera.Desde ese momento emergi&oac
DRACCOEl demonio me posee cuando la veo de piernas abiertas, llorando y a punto de ser violada, nadie puede tocarla excepto yo, es por eso que muelo a golpes como un completo fragmentado al imbécil y psicópata pastor o lo que sea, para mi simplemente es basura.Lo golpeo con fuerza, con la misma violencia con la cual deseo tenerla, cuando lo haga quedara peor que este hombre porque le extraer la vida en cada penetración, porque estoy seguro que el incompetente de su marido nunca la hizo vibrar.—Basta —me toma del brazo anclando su mirada a la mía—vas a matarlo y no vale la pena.Reacciono mirando al hombre que esta desmayado en la sala de su casa, sintiéndome satisfecho por su estado inconsciente y su cara vuelta mierda como se lo merece por tocar mi propiedad.—¿Qué esperas que no te organizas? —le digo pateando al hombre.—Ya basta&mdash