**Bruno Bergmann**
El juicio de Federico ya debió haber acabado, me sorprende que nadie haya venido aquí a decirme que pasó o como terminó, tengo tanta curiosidad por saber si ya fue condenado, necesito que me digan que así fue para yo poder quedarme tranquilo y feliz. No importa si yo mañana termino como él, lo que me importa es que Amaral haya podido hacer justicia, eso para mí será más que suficiente. La libertad de ella es lo primordial aquí.
Miro a través de la reja y en eso noto la figura de Lucas, su rostro no me da ninguna expresión de la cual yo pueda saber si todo marcho o no bien. Detrás de él viene Amaral, sus ojos están rojos de tanto llorar, no quiero pensar que hemos fallado, quiero creer que están así por la felicidad que siente al saber que ese hombre no volverá más a la calle.
Ella llega y
**Federico Collins**—¿Pagaste bien por mi protección? — le pregunto a mi amigo.—Sí, amigo no vendré mas a visitarte, vine a decirte fue eso, ya no podremos vernos más — muevo mi cabeza de un lado.—¿Qué has dicho? No puedes abandonarme — digo entre dientes. Es la única persona que tengo.—Claro que puedo, te lo dije Federico, muchas veces te advertí de lo que podría pasar, te suplique que te olvidaras de Amaral tú te rehusabas, ahora mira donde estás, jamás volverás a salir, jamás volverás a saber lo que es tener libertad — lo señalo.—No voy a durar mucho aquí, y tú me ayudaras, si no lo haces empezare a decir muchas cosas que se de ti — sabe que no puede abandonarme, a mí nadie me abandona, y el que lo hace termina mal, Amaral es u
**Amaral Watson**Desde mi lugar veo a Bruno dormir, saber que ese gran hombre es mío me llena de dicha, en él he encontrado lo que tanto busque, estabilidad, paz, amor, respeto y atención.Camino de vuelta a la cama y subo sobre su espalda, le doy besos en su cuello buscando que despierte, hoy iremos a ver a mi madre, Amanda no ha podido dormir bien, e incluso se despierta en la madrugada llorando por saber que nuestra madre está en prisión.—Amor, despierta, quedaste en llevarnos — se queja — Bruno — levanta su cabeza y me ve por encima de su hombro.—¿Qué ocurre? — pregunta aun entre dormido y despierto.—Quedaste en llevarnos a la prisión donde está mi madre — deja caer su cabeza en la almohada.—Es muy temprano, ten paciencia — muerdo su hombro —¡Amaral! — Chilla.—Des
—¿Está buscando fiesta señor? — sube mi bata de dormir, la cual no me he cambiado aun.—Un poco — su pene despierta para dar los buenos días también.—Te invito a la mía — me alza estampándome contra una pared, lo hace de manera cuidadosa.—Encantado asisto — hace a un lado mi panti y desplaza sus dedos entre mis pliegue — Oh sí, me desquicia esa humedad —No tienes idea de la satisfacción que siento cada vez que entro en ti, es un escalofrío que me abarca todo el cuerpo y me estremece — se mueve lento, saca su pene y lo adentra.—Sabes cómo derretirme — nuestros labios se rozan, Bruno y yo no perdemos tiempo para hacer el amor, si el fuego se enciende buscamos la manera de apagarlo.—He aprendido a conocer tus puntos débiles — penetra fuerte.—Y según tu &iq
**Amaral Watson**Cuando te casas con alguien crees que lo haces para toda la vida, pero con el pasar del tiempo te das cuenta de que no es así, al menos no cuando lo haces con la persona incorrecta. Al conocer a mi esposo Federico creí que él sería el hombre con el cual pasaría el resto de mi vida, pero con el pasar de los años, meses y días me voy convenciendo de que no será así.La relación que llevamos hoy en día mi esposo y yo es totalmente diferente a la que vivimos en un inicio de nuestro noviazgo, es cierto que en el camino tendríamos dificultades, discusiones, lo que no me esperaba es que fueran tan continuas y desagradables. Federico solía ser un hombre tierno, amable, encantador, con un don increíble de agradarle rápido a las personas, mis padres, amistades y hermana lo adoran, lo aman, sin saber lo que en realidad es ahora.Proven
**Bruno Bergmann**—Señor, afuera lo espera el director de la empresa Corporación Ferrer — giro mi asiento.—Hazlo pasar — se marcha mi asistente. Recojo unos documentos privados y los guardo en una gaveta con contraseña.—Buenas tardes señor Bergmann — me levanto y educadamente le estiró mi mano.—Buenas tardes señor Parker, tome asiento por favor — señalo — ¿Desea algo de beber? — Luce nervioso — Puedo ofrecerle Whisky, el mejor del país — asiente — Cuénteme su problema nuevamente — mientras el habla, voy por el trago.—Como le dije por vía telefónica necesito que investigué a mi esposa si me es infiel — sirvo dos vasos, algo me dice que está conversación será un poco interesante.—Ya le había comentado qu
**Amaral Watson**Me quedo viendo la piscina y pensado en que anoche quise estar con Federico y él conmigo no, lo único que deseo es hacerle revivir aquellos hermosos momentos que solíamos vivir, intento que al recordar como era antes le haga entrar en razón y deje a un lado esos pensamientos oscuros y sucios que lo rodean. Obvio no negare que el querer estar una noche de pasión con él sea por eso nada más, como mujer tengo mis necesidades y pretendía que me complaciera, pero una vez más me hizo a un lado.—¿Otra vez te rechazó? — pregunta mi hermana.—Si, estaba cansado — digo con sarcasmo.—¿Cansado? ¿De qué? — me pregunto lo mismo, ¿De qué podría estar cansado mi esposo?—Quizás de follar con su secretaria — bebo mi copa de vino.—¿Entonc
**Amaral Watson**Aquí me encuentro, en esta aburrida y falsa fiesta, es algo insólito el hecho de que lo hayan nombrado como juez federal, no saben el error que cometieron, le han dado un puesto para seguir cometiendo atrocidades, le han facilitado el trabajo, de esa forma podrá encubrirse fácil.Siendo juez no habrá nadie que lo pueda parar, no si siguen siendo envueltos por ese espejismo que el mismo pone en los ojos de los demás, la única que sabe lo que hace soy yo, por eso tengo que pensar como detenerlo.La celebración es patética, nada interesante que mirar, dije que no iba a tomar pero lo siento mucho por él, necesito un trago con urgencia para bajar este sabor amargo que tengo en mi boca. No deseaba estar aquí, se me ocurrió la brillante idea de decirle que no quería venir y eso lo enfureció, al tal punto de alzarme la mano. Me supongo que
**Bruno Bergmann** Mi presencia en la fiesta era para tener más detalles sobre mis nuevos clientes, pero me distraje observando a una hermosa mujer quien andaba solitaria esa noche, no sé cómo su esposo pudo dejarla sola para irse a tener una noche de pasión con alguien como la mujer con la que andaba, en recordar aquella chica con la que se fue me hace querer vomitar, no es que sea fea, ni tenga mal cuerpo, es el hecho de que esa simple chica no le llega ni a los talones a la dama con la que converse, yo me enamore a primera vista, literal. Los hombres solemos ser muy idiotas, yo en ocasiones lo soy, pero aquel sujeto nos supera a todos, al verlo discuti