**Bruno Bergmann**
—¿Qué pasará ahora que Federico se ha ido? — me acabo de enterar que salió el país, al parecer mintió sobre la razón por la cual se iba, si se marchaba sin dejar una razón justa parecería sospechoso, pero el muy condenado supo que decir para irse sin problemas.
Como se lo dije a la señora Watson a mí nadie me ve la cara de estúpido, por eso le hice creer a Amaral y a ella que esas eran las únicas pruebas, algo que es mentira, siempre suelo ser precavido y guardo copias de todos mis documentos, en este caso tengo mis pruebas de reserva segura, mañana por la mañana iré a entregarlas, me encargare de que no esté tan libre ese sujeto, no me agote con mi equipo en encontrar todas esas evidencias por nada, voy a hundirlo como se lo prometí a Amaral.
—Regresará, créeme que lo ha
**Amaral Watson**—¿Qué crees que haces? ¿Te vas de la casa por el hecho de que no acepte a tu amante? — empiezo a meter en la maleta mi ropa. No pienso seguir viviendo en la mima casa que ella, esa señora me ha decepcionado por completo.No me molesto en responder, continuo metiendo cosas en la maleta, hoy mismo me vuelvo a marchar por segunda vez de la casa, y esta vez será por culpa de mi madre, quien me mintió durante un tiempo, y no basta eso si no que ahora deja en libertad al hombre que hizo la vida un infierno.—Amaral estoy hablando contigo, no seas irrespetuosa, eso es lo que sucede cuando te juntas con ese hombre — tomo aire para no salir con una grosería en verdad — ¡Amaral!—¡¿Qué?! ¿No entiendes que no quiero conversar contigo? Me largo Anastasia, me largo de aquí porque no quiero verte — bajo la
**Bruno Bergmann** Muevo el bolígrafo en círculo pensando en lo que la madre de Amaral me dijo ayer, iba por todo el camino pendiente de alguna falla que pudiera presentar mi auto, y resulta que nada ocurrió, esa mujer lo dijo para asustarme, lo peor de todo es que lo logró. Es tan vil y mal intencionada que me creí el cuento de que había manipulado mi auto. No he podido dormir en toda la noche pensando que sería capaz esa señora, me preocupa el hecho de que atente contra su propia hija, está tan loca que podría hacerle algo, hoy en día las personas pierden la cabeza muy rápido. Dejo a un lado aquellos pensamientos que me torturan y me centro en Leticia que ha llegado a la oficina, se fue de casa muy preocupada por mí, estaba tan centrado en las palabras de la señora esa que cuando llegue a la casa ni hablaba. A parte de que justo en ese momento recibí una llamada de Amaral preguntando si estaba bien, creí que su madre le había comentado del
**Amaral Watson**—No te veo tranquila — volteo a mirar a mi primo.—No lo estoy, siento que lo arruine Leonal — Leonal es mi primo por parte de papá, es abogado y lo llame para que me ayudara con el trámite de divorcio, iba a contarle de mi amorío con Bruno. Pero llegó justo en ese momento y no lo logré.—Sabrá entenderlo preciosa, habla con él. Si de verdad le importas sabrá escucharte — dudo que luego de cómo lo trate me hable. Fui una idiota, aunque él también se portó igual conmigo.—¿Crees que sea correcto que ya pueda salir con él abiertamente? ¿Sin miedo a que Federico nos descubra? — Sirvo café para ambos, después de la discusión decidimos venir a su casa.—Amaral, debes superar a Federico, siento que te estás ahogando en un vaso con agua
**Bruno Bergmann**—Si soy el invitado me supongo que tú pagas la cena — le digo mientras entramos al restaurante.—No tengo problema — la ayudo a tomar asiento.—Pero como soy un caballero no permitiré eso — beso su mano — Jamás lo permitiría — tomo asiento yo.—A mí no me molestaría pagar la cuenta hoy o en algún otro momento, el hecho de que no la canceles tú no quiere decir que dejarás de ser un Caballero — le sonrío.—Lo sé, pero en nuestra primera cena no permitiré eso — estoy contento por esta noche.—¿Qué pediremos para cenar? — abro la carta sin dejar de mirar.—Amaral a la cama bañada en sirope de chocolate — lo digo con mucho apetito.—Y con algunas frambuesas encima, eso le daría un toque
**Amaral Watson**—Despierta dormilona — me muevo en la cama al escuchar su voz.—Ven, sigamos durmiendo, o mejor aún, haciendo el amor —Abro mis ojos con dificultad.—Lo desearía, pero debo ir a la oficina, no puedo llegar tarde hoy — tomo asiento.—¿Es muy importante?—Si mi amor, muy importante, pero si de algo sirve hare lo posible para terminar de trabajar antes de la hora y dedicarte más tiempo a ti, podríamos ir a pasear en la tarde, ir a comernos un postre o no sé, como lo prefieras — la idea es brillante.—Bien, yo iré a casa, hablare con mi padre para informarle que regreso a la firma, no quiero quedarme sin hacer nada — me levanto.—Eso es estupendo, seria agradable verte en el juzgado ganar algún caso.—Soy muy buena como abogada, me prepare bastante bien, lo mejor de
**Bruno Bergmann** —Aquí estoy como me lo pediste — entro en la oficina de Lucas. Por él deje de estar al lado de Amaral, me quería aquí con urgencia y aparecí. —Primero se toca la puerta, luego esperas a que yo te dé permiso, después pasa… — le lanzo una carpeta por pendejo — ¡Que agresivo! — me siento y hago lo mismo que el suele hacer en mi oficina, subo mis pies a su escritorio — ¿Esto es una venganza por lo que yo te hago a ti? —Algo parecido ¿Cuál es la urgencia? — alza su dedo. —Espera, deje por aquí la información, a ver — revisa su desastre — Te juro por mis hijos que lo deje aquí — junto mi entre cejo. —¿Hijos? ¿Desde cuando tienes hijos? — se revuelca de risa el muy mal nacido ese. —Aquí está — me lo entrega — Son fotos de los resto de la joven, está muerto amigo, los restos fueron llevaron al forense, hay huesos rotos, dicen que fue asesinada, no quise comentarle nada al padre aun, no sin antes decirte a ti
**Amaral Watson** Camino entre en el personal del bufe, los presentes me saludan pero como estoy tan perturbada por la aparición de Federico no respondo, lo único que está metido en mi cabeza es saber la razón de porque mi madre defiende tanto a un hombre que me hizo daño y que supuestamente la amenazó con acabar el negocio de la familia. Algo más profundo debe existir detrás de todo esto, y vengo aquí a averiguar que es. —¡Me mentiste! — expreso justo cuando entro, ella se templa y más porque tiene clientes en su oficina — ¿Por qué? ¿Por qué tenías que mentirme a mí que soy tu hija? — abre sus ojos indicándome que calle. No me interesa si mi actitud le afecta a sus clientes, lo que me importa es que me dé explicaciones de porque razón defiende a Federico. Comienzo a creer que está de su parte y no de la mía. —Disculpen a mi hija, es algo rebelde y suele hacer esto cuando no cumplimos sus caprichos — la boca me pega del suelo por aque
**Amaral Watson** Sin palabras, estoy muda, llevo así gran rato, lo único que hago es verla y ella a mí, ni siquiera me da a demostrar que Bruno está equivocado, su silencio, llanto y su mirada hacen entender que no miente. ¿Cómo pudo ser posible? Quiero saber cómo sucedió, pero es que ni eso soy capaz de preguntar, no tengo fuerzas para hacerlo, es como si no estuviera preparada para escuchar lo que dirá. Por mi mente pasaban tantas cosas que ella pudo haber hecho, menos esto, incluso llegue a creer que había sido cómplice en burlar la ley, pero de ser la amante del hombre con el que estoy casada jamás. El nudo que tengo estancado en mi garganta me quema, quiero llorar, gritar y acabar con todos en esta oficina, incluyendo a Bruno, ese quien ni siquiera tiene que ver con lo que hizo mi madre. Había esperado tanto por la verdad que ahora se y no logro decir ni una palabra, tengo muchas preguntas que quiero y me responda, que quiero conocer la