**Bruno Bergmann**
—Si soy el invitado me supongo que tú pagas la cena — le digo mientras entramos al restaurante.
—No tengo problema — la ayudo a tomar asiento.
—Pero como soy un caballero no permitiré eso — beso su mano — Jamás lo permitiría — tomo asiento yo.
—A mí no me molestaría pagar la cuenta hoy o en algún otro momento, el hecho de que no la canceles tú no quiere decir que dejarás de ser un Caballero — le sonrío.
—Lo sé, pero en nuestra primera cena no permitiré eso — estoy contento por esta noche.
—¿Qué pediremos para cenar? — abro la carta sin dejar de mirar.
—Amaral a la cama bañada en sirope de chocolate — lo digo con mucho apetito.
—Y con algunas frambuesas encima, eso le daría un toque
**Amaral Watson**—Despierta dormilona — me muevo en la cama al escuchar su voz.—Ven, sigamos durmiendo, o mejor aún, haciendo el amor —Abro mis ojos con dificultad.—Lo desearía, pero debo ir a la oficina, no puedo llegar tarde hoy — tomo asiento.—¿Es muy importante?—Si mi amor, muy importante, pero si de algo sirve hare lo posible para terminar de trabajar antes de la hora y dedicarte más tiempo a ti, podríamos ir a pasear en la tarde, ir a comernos un postre o no sé, como lo prefieras — la idea es brillante.—Bien, yo iré a casa, hablare con mi padre para informarle que regreso a la firma, no quiero quedarme sin hacer nada — me levanto.—Eso es estupendo, seria agradable verte en el juzgado ganar algún caso.—Soy muy buena como abogada, me prepare bastante bien, lo mejor de
**Bruno Bergmann** —Aquí estoy como me lo pediste — entro en la oficina de Lucas. Por él deje de estar al lado de Amaral, me quería aquí con urgencia y aparecí. —Primero se toca la puerta, luego esperas a que yo te dé permiso, después pasa… — le lanzo una carpeta por pendejo — ¡Que agresivo! — me siento y hago lo mismo que el suele hacer en mi oficina, subo mis pies a su escritorio — ¿Esto es una venganza por lo que yo te hago a ti? —Algo parecido ¿Cuál es la urgencia? — alza su dedo. —Espera, deje por aquí la información, a ver — revisa su desastre — Te juro por mis hijos que lo deje aquí — junto mi entre cejo. —¿Hijos? ¿Desde cuando tienes hijos? — se revuelca de risa el muy mal nacido ese. —Aquí está — me lo entrega — Son fotos de los resto de la joven, está muerto amigo, los restos fueron llevaron al forense, hay huesos rotos, dicen que fue asesinada, no quise comentarle nada al padre aun, no sin antes decirte a ti
**Amaral Watson** Camino entre en el personal del bufe, los presentes me saludan pero como estoy tan perturbada por la aparición de Federico no respondo, lo único que está metido en mi cabeza es saber la razón de porque mi madre defiende tanto a un hombre que me hizo daño y que supuestamente la amenazó con acabar el negocio de la familia. Algo más profundo debe existir detrás de todo esto, y vengo aquí a averiguar que es. —¡Me mentiste! — expreso justo cuando entro, ella se templa y más porque tiene clientes en su oficina — ¿Por qué? ¿Por qué tenías que mentirme a mí que soy tu hija? — abre sus ojos indicándome que calle. No me interesa si mi actitud le afecta a sus clientes, lo que me importa es que me dé explicaciones de porque razón defiende a Federico. Comienzo a creer que está de su parte y no de la mía. —Disculpen a mi hija, es algo rebelde y suele hacer esto cuando no cumplimos sus caprichos — la boca me pega del suelo por aque
**Amaral Watson** Sin palabras, estoy muda, llevo así gran rato, lo único que hago es verla y ella a mí, ni siquiera me da a demostrar que Bruno está equivocado, su silencio, llanto y su mirada hacen entender que no miente. ¿Cómo pudo ser posible? Quiero saber cómo sucedió, pero es que ni eso soy capaz de preguntar, no tengo fuerzas para hacerlo, es como si no estuviera preparada para escuchar lo que dirá. Por mi mente pasaban tantas cosas que ella pudo haber hecho, menos esto, incluso llegue a creer que había sido cómplice en burlar la ley, pero de ser la amante del hombre con el que estoy casada jamás. El nudo que tengo estancado en mi garganta me quema, quiero llorar, gritar y acabar con todos en esta oficina, incluyendo a Bruno, ese quien ni siquiera tiene que ver con lo que hizo mi madre. Había esperado tanto por la verdad que ahora se y no logro decir ni una palabra, tengo muchas preguntas que quiero y me responda, que quiero conocer la
**Amaral Watson** Me estaciono en frente de la casa, presiono el volante y poso mi frente en él llorando descontroladamente, no tengo idea de cómo les diré la noticia, me aterra el pensar que esta verdad podría matar a mi padre, ese simple hecho me espanta, mi papá apenas es que se está recuperando y una noticia tan fuerte y grave como la que le diré detendría en seco su hermoso corazón. Después de unos diez minutos de estar calmada y serena bajo del auto, camino con pasos lentos deseando nunca llegar a la puerta, jamás había sentido tanta responsabilidad por dar una noticia tan desagradable como la que daré hoy, si pudiera cambiar o corregir el error de mi madre lo haría con tal de no someter a mi padre y hermana a esta terrible realidad. Antes de abrir la puerta tomo aire muy profundo, cierro mis ojos y trago grueso, entro mirando la casa sola y en completo silencio, me pregunto dónde andarán los dos, no sé cómo reaccione cuando los m
**Amaral Watson**—¿Cómo sigue? — Bruno entra al comedor. Después de que papá recibió la noticia y dijo sus palabras recayó, lo llevamos a la clínica y el doctor nos informó que guardáramos la calma, que todo había sido un susto, papá está muy bien gracias a dios, lo único es que al recibir una noticia tan fuerte aceleró su corazón mucho y le causó dolor porque recién había salido de un infarto, pero que no bajáramos la guardia porque no sabemos si más adelante recaiga.—Está más tranquilo, subí hace un rato a la habitación para mirar como estaba, sigue durmiendo, pero lo veo mejor — recojo mi cabello, me siento muy exhausta.—¿Por qué no subes tu a descansar? Yo estaré pendiente, no has dormido nada en toda la noche y lo que va d
**Amaral Watson**Caí de una manera tonta en su trampa, aunque creí que era mi madre porque me escribió de su móvil ¿Cómo pudo hacer eso? Sería algo increíble si ella se prestase para hacer algo como esto, si es así la odiare hasta el final de mis días, hay que ser bien malvada como para entregarme a este hombre.Federico me mira de una forma malévola que me hace tambalear, en su mirada destella tanta maldad pura que hasta me hace pensar que yo he llegado a mi fin, estar bajo su poder solo significa que no volveré a escapar, y si lo hago sería un milagro de dios. Este hombre me hizo venir a él para terminar lo que no pudo en un inicio, y lo peor de todo es que está lleno de odio, rencor porque Bruno y yo estamos saliendo, me usara para castigarlo a él, me dañará para hacerlo sufrir y pagar por el hecho de haberle mentido.
**Amaral Watson**Cubro con la sabana mi cuerpo desnudo y lastimado, no tengo energías ni siquiera para moverme a un lado y ver si así el poderoso dolor de mi entre pierna no me molesta tanto, Federico ha hecho conmigo lo que ha deseado, ha pasado la noche abusando de mi sin ningún tipo de piedad, mientras esto para él es un gozo para mi es la peor y más devastadora tortura.—No me odies por lo que hice, créeme, no es algo de lo que me sienta orgulloso — se fuma un cigarrillo mientras mira el video — ¿En qué me he convertido Amaral? — es tan cínico al hacerme aquella pregunta — Todo es culpa tuya mi amor, tú… tú me has obligado a hacer cosas que yo no quería, jamás se me pasó por la mente tomarte a la fuerza, pero cuando me entere que tú y Bruno se revolcaban me llene tanto de ira y de celos que sentí la n