**Bruno Bergmann**
—¿Qué pretendes Bruno? — mira la habitación.
—Jugar — acerco una uva a sus labios — Cómela — duda — No tengas miedo de mi — de forma sexy come la uva — Eso, así me gusta, obediente y buena chica — paso mi dedo pulgar por sus labios y voy bajando hasta sus pezones — ¿Soportarías una mordida? — su mirada es retadora, me gusta esta parte atrevida de ella, siento que apenas es que estoy comenzando a conocerla en realidad.
—Y mucho más — su respuesta me llena de pasión. Me deleito con el simple hecho de mirarla tan entregada a esta noche que compartimos juntos. Quiero ver más de ella, sé que detrás de esa carita angelical existe el demonio que encaja a la perfección conmigo.
—Interesante — mi dedos se mueven lento entre sus piernas — T
**Amaral Watson** Como lo dijimos anoche nos perderíamos por unos días de las personas que nos rodean, Bruno y yo hemos llegado a la casa que posee su familia en las afuera de la ciudad, el lugar es muy acogedor y tranquilo, algo así es lo que deseaba, me siento en paz, protegida y distante a mi realidad. Aunque de cierta forma Bruno al estar a mi lado hace que todo cambie y sea diferente, es como si formara en mi mente una barrera que me impide pensar en lo malo que he vivido. En oportunidades pienso como podría ser mi vida en un futuro con él, y lo que me imagino es muy lindo, llevar una vida al lado de Bruno sería estupendo, romántico, excitante, divertido, feliz, eso sería una vida con él. A pesar de que es muy pronto que yo ya piense en el futuro. —¿Qué te parece? — suspiro. —Perfecto, es agradable — me tiende unas flores que recogió del jardín. —Para ti — aspiro el aroma. —Gracias — toma mi mano y camina co
**Bruno Bergmann**Nuestros días de diversión han acabado, Lucas me llamo para decirme que tenían pistas sobre unos de los casos más importantes para nosotros y por lo tanto debía volver. Deje a Amaral en su casa bien temprano y me vine directo a la oficina para conversar con mi grupo sobre la información que han recopilado, luego de esto iré a darle una no grata visita a la señora madre de Amaral, en estos tres días que han pasado no he dejado de pensar en todo lo que debo decirle, mi presentimiento de que haría algo estúpido resultó siendo realidad, y ahora me va a escuchar.En cuanto a Federico tengo entendido que si se fue, no se ha presentado más ante el juzgado, aunque eso no me da tranquilidad, peor aún, me mantengo en alerta porque podría estar tramando su gran golpe.Me siento un instante a ver cómo me organizo el día d
**Bruno Bergmann**—¿Qué pasará ahora que Federico se ha ido? — me acabo de enterar que salió el país, al parecer mintió sobre la razón por la cual se iba, si se marchaba sin dejar una razón justa parecería sospechoso, pero el muy condenado supo que decir para irse sin problemas.Como se lo dije a la señora Watson a mí nadie me ve la cara de estúpido, por eso le hice creer a Amaral y a ella que esas eran las únicas pruebas, algo que es mentira, siempre suelo ser precavido y guardo copias de todos mis documentos, en este caso tengo mis pruebas de reserva segura, mañana por la mañana iré a entregarlas, me encargare de que no esté tan libre ese sujeto, no me agote con mi equipo en encontrar todas esas evidencias por nada, voy a hundirlo como se lo prometí a Amaral.—Regresará, créeme que lo ha
**Amaral Watson**—¿Qué crees que haces? ¿Te vas de la casa por el hecho de que no acepte a tu amante? — empiezo a meter en la maleta mi ropa. No pienso seguir viviendo en la mima casa que ella, esa señora me ha decepcionado por completo.No me molesto en responder, continuo metiendo cosas en la maleta, hoy mismo me vuelvo a marchar por segunda vez de la casa, y esta vez será por culpa de mi madre, quien me mintió durante un tiempo, y no basta eso si no que ahora deja en libertad al hombre que hizo la vida un infierno.—Amaral estoy hablando contigo, no seas irrespetuosa, eso es lo que sucede cuando te juntas con ese hombre — tomo aire para no salir con una grosería en verdad — ¡Amaral!—¡¿Qué?! ¿No entiendes que no quiero conversar contigo? Me largo Anastasia, me largo de aquí porque no quiero verte — bajo la
**Bruno Bergmann** Muevo el bolígrafo en círculo pensando en lo que la madre de Amaral me dijo ayer, iba por todo el camino pendiente de alguna falla que pudiera presentar mi auto, y resulta que nada ocurrió, esa mujer lo dijo para asustarme, lo peor de todo es que lo logró. Es tan vil y mal intencionada que me creí el cuento de que había manipulado mi auto. No he podido dormir en toda la noche pensando que sería capaz esa señora, me preocupa el hecho de que atente contra su propia hija, está tan loca que podría hacerle algo, hoy en día las personas pierden la cabeza muy rápido. Dejo a un lado aquellos pensamientos que me torturan y me centro en Leticia que ha llegado a la oficina, se fue de casa muy preocupada por mí, estaba tan centrado en las palabras de la señora esa que cuando llegue a la casa ni hablaba. A parte de que justo en ese momento recibí una llamada de Amaral preguntando si estaba bien, creí que su madre le había comentado del
**Amaral Watson**—No te veo tranquila — volteo a mirar a mi primo.—No lo estoy, siento que lo arruine Leonal — Leonal es mi primo por parte de papá, es abogado y lo llame para que me ayudara con el trámite de divorcio, iba a contarle de mi amorío con Bruno. Pero llegó justo en ese momento y no lo logré.—Sabrá entenderlo preciosa, habla con él. Si de verdad le importas sabrá escucharte — dudo que luego de cómo lo trate me hable. Fui una idiota, aunque él también se portó igual conmigo.—¿Crees que sea correcto que ya pueda salir con él abiertamente? ¿Sin miedo a que Federico nos descubra? — Sirvo café para ambos, después de la discusión decidimos venir a su casa.—Amaral, debes superar a Federico, siento que te estás ahogando en un vaso con agua
**Bruno Bergmann**—Si soy el invitado me supongo que tú pagas la cena — le digo mientras entramos al restaurante.—No tengo problema — la ayudo a tomar asiento.—Pero como soy un caballero no permitiré eso — beso su mano — Jamás lo permitiría — tomo asiento yo.—A mí no me molestaría pagar la cuenta hoy o en algún otro momento, el hecho de que no la canceles tú no quiere decir que dejarás de ser un Caballero — le sonrío.—Lo sé, pero en nuestra primera cena no permitiré eso — estoy contento por esta noche.—¿Qué pediremos para cenar? — abro la carta sin dejar de mirar.—Amaral a la cama bañada en sirope de chocolate — lo digo con mucho apetito.—Y con algunas frambuesas encima, eso le daría un toque
**Amaral Watson**—Despierta dormilona — me muevo en la cama al escuchar su voz.—Ven, sigamos durmiendo, o mejor aún, haciendo el amor —Abro mis ojos con dificultad.—Lo desearía, pero debo ir a la oficina, no puedo llegar tarde hoy — tomo asiento.—¿Es muy importante?—Si mi amor, muy importante, pero si de algo sirve hare lo posible para terminar de trabajar antes de la hora y dedicarte más tiempo a ti, podríamos ir a pasear en la tarde, ir a comernos un postre o no sé, como lo prefieras — la idea es brillante.—Bien, yo iré a casa, hablare con mi padre para informarle que regreso a la firma, no quiero quedarme sin hacer nada — me levanto.—Eso es estupendo, seria agradable verte en el juzgado ganar algún caso.—Soy muy buena como abogada, me prepare bastante bien, lo mejor de