Estoy de pie frente a la casa que mis padres compraron por mí, la que en el fondo no querían, pero era la que estaba más cerca de la escuela. Todo está cerrado, puertas y ventanas, sin embargo, creo que mi padre está allá adentro. Probablemente fundido en el sofá, pensándome, o preguntándose qué hizo mal, qué le faltó, qué no me dijo o qué no hizo para educar mejor a su estúpida hija. Su hija estúpida, de estúpidas decisiones.
Creo que no me enseñó a desconfiar de la gente, no me enseñó a tener malasia, a pensar siempre en las malas intenciones de los demás; ese fue mi error con Candice, eso fue lo que le faltó. Jugueteo con las llaves en mi mano mientras camino hacia la puerta, me giro por un segundo y veo del otro lado de la calle, los guardaespaldas que me dio Dominik, quienes me observan de forma neutra. Sigo cami
Jugueteo con la copa de vino en mi mano, mientras observo cómo algunos pares de hombres cargan cocaína en un camión grande. Ellos me ven por el rabillo del ojo, pero no dicen nada, incluso cuando me siento de forma despreocupada en el sillón individual sin importar que tengo una falda muy corta que en cualquier momento podría dejar al descubierto cada parte. Escucho que alguien llega a la estancia y se acerca hasta el sillón.—¿No crees que es muy temprano para tomar vino? —escucho la voz de Taylor, pero no puedo verla, ya que le doy la espalda.—¿No crees que es muy temprano para las líneas blancas? —le contesto y escucho su resoplo.Ella da la vuelta hasta llegar a mi campo de visión, me arrebata la copa y la lleva hasta sus labios.—¿Estás enojada porque eres pobre o estás enojada porque todos te odian? —le regalo una sonrisa s
Estoy en la oficina de la directora, jugueteo con mi teléfono entre mis manos, mientras ella teclea algo en su computadora. Después de varios minutos sin decirme nada, por fin aleja la mirada de del aparto.—Sabes, al mirarte ahora, noto que cada vez que pareces más a alguien.—¿A quién? —es lo que único que respondo.Ella me sigue observando de pie a cabeza, sentada frente a su escritorio y sonríe, pero no es una sonrisa llena de alegría y entusiasmo, es esa sonrisa llena de amargura y decepción. Estoy aquí por su llamado, porque al contestar lo primero que me dijo fue “perderás tu beca” si faltas un día más. Y es que exactamente no sé cuántos días he faltado, pero lo último que deseo, por mucho que no lo parezca, es perder mi beca… ésta es como, la única cosa que me mantiene ligada a la realid
Llego a la casa de Alessandro blanca como un papel. No era mi intención matarla, eso lo tengo seguro, pero no sabía que su enfermedad era tan seria. Solo quería quebrar aún más a Heather, quería que se sintiera sola, que se sintiera desprotegida. Que sintiera que ambos padres la odiaban, ya que fue lo que seguramente tenía en los ojos el padre de ella cuando vio los ojos. Quería ver eso también en su mamá, no quería que cayera como un maldito pollo frente a mí.Me acerco al comedor donde él come en silencio con un arma sobre la mesa. Lo que me pone inmediatamente nerviosa. Él es una bomba de tiempo, él es un huracán; no le importa arrasar con todo.Al verme frunce el ceño levemente, sin embargo, sigue comiendo.—Tengo que decirte algo —susurro y él asiente.—Claro que tienes que hacerlo —dice al terminar de
Alguien me ha traído algo, agua para ser más específica, pero no sé quién fue. Literalmente siento que el mundo se detuvo, que a mi alrededor todos y todo están estáticos en su sitio. Me siento en un limbo, ni siquiera sé cómo tuve la fuerza mental de venir aquí, escabullirme, tomar el arma y apuntarle a Dominik.Cuando creo que todos se han ido y solo estoy Dominik y yo, él solo se acerca a mí. Sé que quiere abrazarme, pero no sé si quiera que lo haga, tal vez porque no sé qué quiero en este momento. Bueno, sé una cosa; quiero enterrar viva a Candice.Al final, él opta por darme ese abrazo y yo dejo que lo haga y justo como la vieja Heather en cuanto siento sus brazos alrededor de mi cuerpo, simplemente me desplomo. Me siento como si quisiera sacar mi alma y dejarla afuera mientras me abraza, pero no porque se sienta mal, sino más bien p
—Heather… —escucho la voz de Dominik, quien me habla desde la entrada de la sala de estar.Yo le doy la espalda mientras observo por la ventana enorme el jardín de la casa que él me ha dado, bueno, corrijo, de mi casa, cómo los hombres descargan el camión con todas esas armas, de todos los tipos y tamaños.—Te estoy escuchando —contesto. Siento sus pasos acercarse.—Me han informado mis hombres que el funeral de tu mamá será hoy en la tarde. Tal vez no quieras que esté allí, pero…—¿Qué sabes de Sebastián? —lo interrumpo mientras me doy la vuelta hacia él, con mis brazos cruzados bajo mis senos. Él levanta sus cejas, pero me responde.—Está en México. Ya estoy tras él.—Sabes que no puedes hacerle nada, lo quiero intacto.—Yo no quiero hacerle n
—¿Dónde está? —es lo primero que pregunto en cuanto los tres entramos a la casa de Dominik.—Quiero que sepas que, gracias al numerito en el entierro, ya no hay nada de colegio, ni de salidas, ni de nada. Todos te vieron, Heather, todos te vieron disparando y todos te vieron subiéndote a mi auto.—¿Y qué querías? —contesto rápidamente—, ¿Querías que dejaras que nos disparara?—¡Tenías dos putos guardaespaldas! —Dominik se pone histérico—, que ya estaban disparando.—Claro, como si tener dos guardaespaldas no fuera sospechoso.—Exacto, nadie te había visto allí, hasta que disparaste y gritaste.—¿No vas a decir nada? —le pregunto a Mason, que se quita el saco de su traje.—¿Qué puedo decir? Te juro que lo último que pens&ea
No sé qué me está pasando. Me siento en un espacio vacío. En una confusión infinita y en una gran mentira. ¿Quién diría que en tan poco tiempo me convertiría en una asesina? En una persona completamente diferente, en alguien lleno de rencores y odio.Sí, eso soy, una asesina, una asesina sin remordimientos. Llegué aquí con la estúpida idea de que era alguien especial e inteligente, lo suficiente para estar en una escuela maravillosa. Dejé a mi vida y mi estabilidad emocional para acompañar traer a mi familia a una ciudad desconocida tras un sueño estúpido, que se supone, nos traería una mejor vida. Un sueño que me permitiría inscribirme en una de las mejores escuelas del país, la cual me llevaría a una de las mejores universidades dónde estudiaría una excelente carrera y me convertiría en una gran profes
Tengo tiempo sin estar en la casa de mi madre, si, en la de mi madre porque nunca fue mía. De un tiempo para acá era yo quien cuidaba de ella, pero seguía siendo la casa de mi madre. Era yo quien me ideaba planes y mierdas ilegales para continuar con la vida que siempre habíamos tenido.Mi padre se fue cuando tenía quince, al principio mi madre le decía a sus amigas brujas del club de Wolf que él viajaba y mucho y venía poco, pero cuando ya yo no tenía quince sino dieciséis, ya era imposible seguir con la misma mentira, ella no tuvo que decir con sus propias palabras la verdad, pero ya todos la sabía. Mis padres se casaron en una bonita isla es la Bahamas, me fecundaron al año de casados, en busca de un varón que pudiera estudiar negocios y ayudara a mi papá en las empresas de la familia, pero en vez de dar a luz a un barón de cabellos rubios, mi madre quedó embaraz