Llego a la casa de Alessandro blanca como un papel. No era mi intención matarla, eso lo tengo seguro, pero no sabía que su enfermedad era tan seria. Solo quería quebrar aún más a Heather, quería que se sintiera sola, que se sintiera desprotegida. Que sintiera que ambos padres la odiaban, ya que fue lo que seguramente tenía en los ojos el padre de ella cuando vio los ojos. Quería ver eso también en su mamá, no quería que cayera como un maldito pollo frente a mí.
Me acerco al comedor donde él come en silencio con un arma sobre la mesa. Lo que me pone inmediatamente nerviosa. Él es una bomba de tiempo, él es un huracán; no le importa arrasar con todo.
Al verme frunce el ceño levemente, sin embargo, sigue comiendo.
—Tengo que decirte algo —susurro y él asiente.
—Claro que tienes que hacerlo —dice al terminar de
Alguien me ha traído algo, agua para ser más específica, pero no sé quién fue. Literalmente siento que el mundo se detuvo, que a mi alrededor todos y todo están estáticos en su sitio. Me siento en un limbo, ni siquiera sé cómo tuve la fuerza mental de venir aquí, escabullirme, tomar el arma y apuntarle a Dominik.Cuando creo que todos se han ido y solo estoy Dominik y yo, él solo se acerca a mí. Sé que quiere abrazarme, pero no sé si quiera que lo haga, tal vez porque no sé qué quiero en este momento. Bueno, sé una cosa; quiero enterrar viva a Candice.Al final, él opta por darme ese abrazo y yo dejo que lo haga y justo como la vieja Heather en cuanto siento sus brazos alrededor de mi cuerpo, simplemente me desplomo. Me siento como si quisiera sacar mi alma y dejarla afuera mientras me abraza, pero no porque se sienta mal, sino más bien p
—Heather… —escucho la voz de Dominik, quien me habla desde la entrada de la sala de estar.Yo le doy la espalda mientras observo por la ventana enorme el jardín de la casa que él me ha dado, bueno, corrijo, de mi casa, cómo los hombres descargan el camión con todas esas armas, de todos los tipos y tamaños.—Te estoy escuchando —contesto. Siento sus pasos acercarse.—Me han informado mis hombres que el funeral de tu mamá será hoy en la tarde. Tal vez no quieras que esté allí, pero…—¿Qué sabes de Sebastián? —lo interrumpo mientras me doy la vuelta hacia él, con mis brazos cruzados bajo mis senos. Él levanta sus cejas, pero me responde.—Está en México. Ya estoy tras él.—Sabes que no puedes hacerle nada, lo quiero intacto.—Yo no quiero hacerle n
—¿Dónde está? —es lo primero que pregunto en cuanto los tres entramos a la casa de Dominik.—Quiero que sepas que, gracias al numerito en el entierro, ya no hay nada de colegio, ni de salidas, ni de nada. Todos te vieron, Heather, todos te vieron disparando y todos te vieron subiéndote a mi auto.—¿Y qué querías? —contesto rápidamente—, ¿Querías que dejaras que nos disparara?—¡Tenías dos putos guardaespaldas! —Dominik se pone histérico—, que ya estaban disparando.—Claro, como si tener dos guardaespaldas no fuera sospechoso.—Exacto, nadie te había visto allí, hasta que disparaste y gritaste.—¿No vas a decir nada? —le pregunto a Mason, que se quita el saco de su traje.—¿Qué puedo decir? Te juro que lo último que pens&ea
No sé qué me está pasando. Me siento en un espacio vacío. En una confusión infinita y en una gran mentira. ¿Quién diría que en tan poco tiempo me convertiría en una asesina? En una persona completamente diferente, en alguien lleno de rencores y odio.Sí, eso soy, una asesina, una asesina sin remordimientos. Llegué aquí con la estúpida idea de que era alguien especial e inteligente, lo suficiente para estar en una escuela maravillosa. Dejé a mi vida y mi estabilidad emocional para acompañar traer a mi familia a una ciudad desconocida tras un sueño estúpido, que se supone, nos traería una mejor vida. Un sueño que me permitiría inscribirme en una de las mejores escuelas del país, la cual me llevaría a una de las mejores universidades dónde estudiaría una excelente carrera y me convertiría en una gran profes
Tengo tiempo sin estar en la casa de mi madre, si, en la de mi madre porque nunca fue mía. De un tiempo para acá era yo quien cuidaba de ella, pero seguía siendo la casa de mi madre. Era yo quien me ideaba planes y mierdas ilegales para continuar con la vida que siempre habíamos tenido.Mi padre se fue cuando tenía quince, al principio mi madre le decía a sus amigas brujas del club de Wolf que él viajaba y mucho y venía poco, pero cuando ya yo no tenía quince sino dieciséis, ya era imposible seguir con la misma mentira, ella no tuvo que decir con sus propias palabras la verdad, pero ya todos la sabía. Mis padres se casaron en una bonita isla es la Bahamas, me fecundaron al año de casados, en busca de un varón que pudiera estudiar negocios y ayudara a mi papá en las empresas de la familia, pero en vez de dar a luz a un barón de cabellos rubios, mi madre quedó embaraz
Abro mis ojos, sintiéndome libre de ese oscuro pozo sin fondo. Soy consciente de que sólo puedo mover mis ojos y que estoy en un lugar que no conozco. Estoy muy confundida y tengo miedo, no sé dónde estoy, pero no he visto una luz más hermosa como la que acabé de ver. La luz que me demuestra que al fin salí de allí, que estoy viva. Una luz que, así como me confunde, me alegra. Observo mi alrededor y veo un techo blanco y también paredes blancas. Un ligero pitido se escucha a mi lado y el lugar huele a algo ligeramente podrido. Mi subconsciente me pide a gritos que me levante, que me mueva, que haga algo, pero mi cuerpo no responde. Es tan frustrante. Estoy cansada, ya no quiero estar aquí. Sigo tratando de moverme, de decir algo, de hacer algo, pero es imposible. No entiendo qué está sucediendo y por más que intento tratar de reconocer el lugar dónde estoy, no puedo. No siento mi cuerpo y el sonido a mi lado me está deshabilitando. Estoy entrando en pánico. No sé cuá
Abro mis ojos, sintiéndome libre de ese oscuro pozo sin fondo. Soy consciente de que sólo puedo mover mis ojos y que estoy en un lugar que no conozco. Estoy muy confundida y tengo miedo, no sé dónde estoy, pero no he visto una luz más hermosa como la que acabé de ver. La luz que me demuestra que al fin salí de allí, que estoy viva. Una luz que, así como me confunde, me alegra.Observo mi alrededor y veo un techo blanco y también paredes blancas. Un ligero pitido se escucha a mi lado y el lugar huele a algo ligeramente podrido. Mi subconsciente me pide a gritos que me levante, que me mueva, que haga algo, pero mi cuerpo no responde. Es tan frustrante. Estoy cansada, ya no quiero estar aquí. Sigo tratando de moverme, de decir algo, de hacer algo, pero es imposible. No entiendo qué está sucediendo y por más que intento tratar de reconocer el lugar dónde estoy, no puedo. No si
Ochomesesdespués...Hace ocho meses desperté de un coma de un año. No recuerdo nada, nada de lo que pasó antes de ese coma, solo lo que pasó en él. Siempre hubo una voz en mi cabeza que me gritaba que corriera lejos, que me refugiara, que buscara ayuda. Siempre intentaba moverme, intentaba hacerle caso, pero nunca pude, nunca podía hacer nada, nunca era suficiente, por más empeño que pusiera estaba estancada; eso significó el coma para mí. Una arena movediza que entre más intentaba huir de ella, más me hundía.Ahora, sigo sin entender nada siendo sincera, simplemente me conformo con creerle a Bárbara Billinghurst, que dice ser mi madre y que me llamo Faith Billinghurst. Lo hago simplemente porque con ella me siento protegida, así como un hijo se siente con su madre. En ésos ocho meses nunca olvidé a aquellos hombres extra&nt