—Heather… —escucho la voz de Dominik, quien me habla desde la entrada de la sala de estar.
Yo le doy la espalda mientras observo por la ventana enorme el jardín de la casa que él me ha dado, bueno, corrijo, de mi casa, cómo los hombres descargan el camión con todas esas armas, de todos los tipos y tamaños.
—Te estoy escuchando —contesto. Siento sus pasos acercarse.
—Me han informado mis hombres que el funeral de tu mamá será hoy en la tarde. Tal vez no quieras que esté allí, pero…
—¿Qué sabes de Sebastián? —lo interrumpo mientras me doy la vuelta hacia él, con mis brazos cruzados bajo mis senos. Él levanta sus cejas, pero me responde.
—Está en México. Ya estoy tras él.
—Sabes que no puedes hacerle nada, lo quiero intacto.
—Yo no quiero hacerle n
—¿Dónde está? —es lo primero que pregunto en cuanto los tres entramos a la casa de Dominik.—Quiero que sepas que, gracias al numerito en el entierro, ya no hay nada de colegio, ni de salidas, ni de nada. Todos te vieron, Heather, todos te vieron disparando y todos te vieron subiéndote a mi auto.—¿Y qué querías? —contesto rápidamente—, ¿Querías que dejaras que nos disparara?—¡Tenías dos putos guardaespaldas! —Dominik se pone histérico—, que ya estaban disparando.—Claro, como si tener dos guardaespaldas no fuera sospechoso.—Exacto, nadie te había visto allí, hasta que disparaste y gritaste.—¿No vas a decir nada? —le pregunto a Mason, que se quita el saco de su traje.—¿Qué puedo decir? Te juro que lo último que pens&ea
No sé qué me está pasando. Me siento en un espacio vacío. En una confusión infinita y en una gran mentira. ¿Quién diría que en tan poco tiempo me convertiría en una asesina? En una persona completamente diferente, en alguien lleno de rencores y odio.Sí, eso soy, una asesina, una asesina sin remordimientos. Llegué aquí con la estúpida idea de que era alguien especial e inteligente, lo suficiente para estar en una escuela maravillosa. Dejé a mi vida y mi estabilidad emocional para acompañar traer a mi familia a una ciudad desconocida tras un sueño estúpido, que se supone, nos traería una mejor vida. Un sueño que me permitiría inscribirme en una de las mejores escuelas del país, la cual me llevaría a una de las mejores universidades dónde estudiaría una excelente carrera y me convertiría en una gran profes
Tengo tiempo sin estar en la casa de mi madre, si, en la de mi madre porque nunca fue mía. De un tiempo para acá era yo quien cuidaba de ella, pero seguía siendo la casa de mi madre. Era yo quien me ideaba planes y mierdas ilegales para continuar con la vida que siempre habíamos tenido.Mi padre se fue cuando tenía quince, al principio mi madre le decía a sus amigas brujas del club de Wolf que él viajaba y mucho y venía poco, pero cuando ya yo no tenía quince sino dieciséis, ya era imposible seguir con la misma mentira, ella no tuvo que decir con sus propias palabras la verdad, pero ya todos la sabía. Mis padres se casaron en una bonita isla es la Bahamas, me fecundaron al año de casados, en busca de un varón que pudiera estudiar negocios y ayudara a mi papá en las empresas de la familia, pero en vez de dar a luz a un barón de cabellos rubios, mi madre quedó embaraz
Abro mis ojos, sintiéndome libre de ese oscuro pozo sin fondo. Soy consciente de que sólo puedo mover mis ojos y que estoy en un lugar que no conozco. Estoy muy confundida y tengo miedo, no sé dónde estoy, pero no he visto una luz más hermosa como la que acabé de ver. La luz que me demuestra que al fin salí de allí, que estoy viva. Una luz que, así como me confunde, me alegra. Observo mi alrededor y veo un techo blanco y también paredes blancas. Un ligero pitido se escucha a mi lado y el lugar huele a algo ligeramente podrido. Mi subconsciente me pide a gritos que me levante, que me mueva, que haga algo, pero mi cuerpo no responde. Es tan frustrante. Estoy cansada, ya no quiero estar aquí. Sigo tratando de moverme, de decir algo, de hacer algo, pero es imposible. No entiendo qué está sucediendo y por más que intento tratar de reconocer el lugar dónde estoy, no puedo. No siento mi cuerpo y el sonido a mi lado me está deshabilitando. Estoy entrando en pánico. No sé cuá
Abro mis ojos, sintiéndome libre de ese oscuro pozo sin fondo. Soy consciente de que sólo puedo mover mis ojos y que estoy en un lugar que no conozco. Estoy muy confundida y tengo miedo, no sé dónde estoy, pero no he visto una luz más hermosa como la que acabé de ver. La luz que me demuestra que al fin salí de allí, que estoy viva. Una luz que, así como me confunde, me alegra.Observo mi alrededor y veo un techo blanco y también paredes blancas. Un ligero pitido se escucha a mi lado y el lugar huele a algo ligeramente podrido. Mi subconsciente me pide a gritos que me levante, que me mueva, que haga algo, pero mi cuerpo no responde. Es tan frustrante. Estoy cansada, ya no quiero estar aquí. Sigo tratando de moverme, de decir algo, de hacer algo, pero es imposible. No entiendo qué está sucediendo y por más que intento tratar de reconocer el lugar dónde estoy, no puedo. No si
Ochomesesdespués...Hace ocho meses desperté de un coma de un año. No recuerdo nada, nada de lo que pasó antes de ese coma, solo lo que pasó en él. Siempre hubo una voz en mi cabeza que me gritaba que corriera lejos, que me refugiara, que buscara ayuda. Siempre intentaba moverme, intentaba hacerle caso, pero nunca pude, nunca podía hacer nada, nunca era suficiente, por más empeño que pusiera estaba estancada; eso significó el coma para mí. Una arena movediza que entre más intentaba huir de ella, más me hundía.Ahora, sigo sin entender nada siendo sincera, simplemente me conformo con creerle a Bárbara Billinghurst, que dice ser mi madre y que me llamo Faith Billinghurst. Lo hago simplemente porque con ella me siento protegida, así como un hijo se siente con su madre. En ésos ocho meses nunca olvidé a aquellos hombres extra&nt
Últimamente paso mucho tiempo en el despacho de Dominik desde que mi madre murió y mi mundo colapsó. No he sabido nada de mi padre desde el incidente en el funeral, Maya, simplemente desapareció para mí, Candice y Alessandro han estado ausentes, lo cual es extraño y Mason ha venido a casa de su padre mucho más seguido. La casa que compartía con Maya pasa la mayor parte del tiempo llena de hombres llevando armas y probablemente cocaína; sigue siendo la casa de él, está a su nombre, así que no me preocupo si la policía comienza a investigarla.Ha pasado una semana desde que hablamos con Amelia y planeamos estallar esa bomba nuclear, Sebastián está en alguna bodega atado y amordazado y yo, he estado durmiendo muy seguido con Dominik, en un porcentaje porque necesito contento y en el otro porque, en el fondo quiero hacerlo. No tengo idea de lo que vaya a suceder, pero tampoco
Me sudan las manos, aunque haya brisa fresca en la ciudad, el cabello se me mueve frenéticamente y yo intento acomodarlo con mis manos sudadas para que no se vea descuidado o despeinado. Intento caminar lento para no llegar agitada y con un maquillaje corrido. Debí optar por ese taxi que me recomendó mi padre, pero como soy muy testaruda decidí caminar para despejar los nervios y llegar más tranquila o eso es lo que intento hacerme creer. La verdad es que opté por caminar para no llegar tan deprisa y que me digan casi de inmediato que no. No recibir el duro golpe del rechazo tan pronto.Puedo ver el letrero ondeante a un par de locales de donde estoy. Me detengo por un instante y respiro profundo. Los documentos est&aac