AugustoSalí para hablar con el médico, mientras se quedaba Isa, con mi nieto. Las probabilidades de que despertará eran casi nulas, pero los milagros existen.Antes de entrar a ver a Franklin, me comuniqué a la empresa y verificar que todo va en orden; además de tomar un tiempo para tomar mis medicamentos y solicitar una revisión general para mi.Todo este estres me ha afectado bastante y creo que las medicinas ya no están haciendo efecto. Así que si quiero que mi cuerpo me sirve un tiempo más, lo mejor será cuidarme. Lo que nunca imaginé al regresar a la habitación de mi nieto, fue escuchar a mi propia hija defender a la responsable de que Franklin este en esa cama. ¿Qué clase de hija crié? —Debes estar bromeando, soy tu única hija... —Eres una ingrata, mala hija y mala madre, es lo único que eres, ahora largate de aquí y deja de mortificar a mi nieto. Desde ahora tu no vales nada para nosotros.—Estoy no se va a quedar así, no sabes en lo...—A mi no me amenazas, sin mi y sin mi
Isabella—¿Qué día no? Esto fue muy agotador —vamos de la mano, pero es como si caminara sola.Me detengo y suelto su mano, va pensando en algo tan profundo, que ni cuenta se ha dado que ya no va conmigo. Creo que le mortifica demasiado todo lo que está pasando con Frank, a no señor, a mi me regresan a mi jefecito, este zombie ¿qué?Dejo que de unos pasos mas, avanzo y lo tomo nuevamente de la mano y es cuando reacciona. Se detiene y me ve entre sorprendido y triste.—¿Cómo? Isa, yo...—Vamos a casa, necesito que necesites descansar, estás agotado y no te ves nada bien.Jala mi cuerpo al suyo, me envuelve entre sus brazos apretando como si no quisiera dejarme ir, un hondo suspiro lo acompaña, realmente me asusta, el no es así, o no sé, llevamos muy poco conociéndonos.Correspondo el abrazo y acarició sus espalda, no digo nada, solo lo dejo ser, de vez en cuando hasta un gran hombre fuerte, necesita liberarse de todo lo que carga sobre sus hombros. —Solo... No me dejes ¿sí? —me susurr
ClarkVenía demasiado metido en mis pensamientos, que no me había dado cuenta a donde quería ir mi bella mariposa. La sorpresa que me llevé cuando vi la tienda a la que quería entrar. Esta mujer tiene de creativa lo que tiene de inocente, y eso es demasiado; dejo que se entretenga dando vueltas por la tienda, en lo que un chico que me da cátedra de los diferentes juguetes que acaban de llegar. Compro algunas cosas sencillas para ir empezando, creo que el postre estar bastante divertido hoy; además creo que no hace falta esperar más para llevarla a casa, a final de cuentas será nuestra algún día. Cuando llego a ella, la cena pasa a segundo plano y ambos estamos de acuerdo en pasar al postre. Isa, ofrece su casa, sin embargo, esta vez creo que la mía será mejor opción, así que nos dirigimos a mi piso en el mejor edificio de la ciudad.—¡Vaya! Esto es como cinco veces mi apartamento —comenta en cuanto entramos. La abrazo por la espalda y caminamos así hasta llegar a la sala, tomo su
IsabellaEstar entre sus brazos, sentir sus manos recorriendo mi piel, sus besos húmedos y las marcas que deja en ella, me hacen llegar a mundos que jamás me hubiera imaginado.Sus dientes se clavan ligeramente en mi pezón, y una fuerte corriente atraviesa todo mi ser, sus caderas chocan con las mías en una danza llena de placer y de lujuria, yo no entiendo como le hace, pero con cada embuste lo siento más dentro. Mi centro se contrae, estoy a punto de dejarme ir, no creo resistir mucho más tiempo; estar así con Clark, solo me hace darme cuenta que estoy en el lugar correcto.—¡Oh nena! No aguanto más —jadea.—Hazlo, hagámoslo —le suplico entre gemidos. Siento como aumenta la velocidad de sus embestidas, como llega más adentro, estoy una nube llamada Clark, que me lleva al mismo cielo; unos segundos después, una ola de calor me recorre desde mi centro y se extiende por todo mi cuerpo, seguido de la combinación de nuestros fluidos en mi interior.No me di cuenta en que momento mis uñ
Isabella Saco el trajecito sexy y se lo muestro, se queda callado, no parpadea, no dice nada, es mas, creo que ni respira de la impresión; muevo un poco la tela para que lo vea mejor, casi que se lo modelo. —Eso... —traga con dificultad —oye bebé, no crees que es muy pronto para que uses ese tipo de trajes. —Je, je, je, es que no es para mi amor. —¿Ah no? —avanza hacia mi lentamente. —No —sonrío traviesa —es para ti, lo compré para que lo uses tú, está divino ¿cierto? —veo el modelito y lo giro para que lo observe mejor. —Oye amor, es que en verdad creo que esto es muy... —Sensual, lo sé. Me alegra tanto que te guste, anda ve, póntelo y sales a que te vea —se lo entrego y empujo a la habitación, de paso le doy una nalgada. Clark Coloco el traje de látex sobre la cama, me paso las manos por el cabello y la cara sin poder creer lo que estoy por hacer. No le doy más vueltas, me coloco lo que me regaló mi mariposa traviesa, junto con el intento de máscara en plata, qu
Isabella¡Hay por Dios! No puedo creer que aceptara, no puedo creer que yo use algo así y mucho menos, hablar de esta forma, pero se siente tan bien, eso de sentir el poder en tus manos es genial.Y ahora si jefecito, prepárate para lo que viene. Llegamos a la habitación y le pido que se ponga de rodillas, el pequeño bozal que cubre sus labios le queda tan bien. Pero ha llegado la hora de ponerlos a trabajar.El conjunto que me compré, es bello y muy accesible, fijamos qué no tiene bragas solo es el corsé, el ligero y las medias de red; así que antes de que regrese la cordura a mi, le retiro la joyería de la cara y bueno pues...—¿Tiene hambre mi cachorrito? —acarició su barbilla y el asiente —pues come entonces.Alzo mis manos y recargo mi espalda en la estructura de metal de su cama, bajo la vista y lo veo acercarse de rodillas a mi centro, clava su nariz entre mis pliegues y desliza su cálida lengua dentro de ellos.Un gran jadeo abandona mis labios a su tacto, siento la barra en
KatrinaEstoy de regreso en la ciudad, lo primero que hice al aterrizar fue enviarle mensajes a Clark, el lindo no ha cambiado de número. Lo que significa que me sigue esperando. Sigue siendo el mismo lindo de siempre, desde que lo vi en la revista de negocios hace poco más de un año;quería regresar al país, mi mente estaba en Texas, pero mi cuerpo en Francia, junto al vejete de mi marido. Tarda un poco en responder, ya le he enviado varios mensajes y no ha respondido ninguno; tal vez esté a reventar de trabajo, mi último mensaje es con el lugar y la hora donde lo esperaré, así que dedicaré mi día a ponerme hermosa para Clark.Que suerte que mi difunto maridito, no tenía ni hijos, ni ex, ni perro que le ladrara, lo poco que tenía pasó a mis manos enseguida. Por lo menos supe elegir bien, no como el anterior, por el que dejé a Clark. Ese desgraciado solo me utilizó, cuando yo dejé todo por él, hasta al amor de mi vida; el infeliz me juraba que ya estaba divorciado y el día menos esp
IsabellaEste bendito mes ha sido una montaña rusa de emociones, conflictos, alegrías, enojos, tristezas y mucho trabajo, siento que los días se hacen largos y las noches no me rinden, tengo un sueño tremendo todo el tiempo, y para colmo, Clark, parece tener más habré que de costumbre.Eso, y las visitas a Frank, están acabando conmigo; por fortuna se encontró donador hace dos semanas y se pudo realizar el trasplante, aun sigue hospitalizado por cuidados y eso, pero ya se ve mucho mejor. Y para poner la cereza en el pastel, últimamente mi apetito por mi bello novia, ha aumentado más de lo normal; es más, llego a la oficina, lo veo, y mi querida amiga se hace charco enseguida, algún poder extraño ha de tener ese hombre sobre mi, lo amo. Jamás me imagine que podía amar así, y es que no es solo en la intimidad; los momentos de charla, cuando comemos, al salir a pasear por el parque, visitar nuestro restaurante favorito, él es el paquete completo, es el ser más lindo, bello, maravilloso