KatrinaEstoy de regreso en la ciudad, lo primero que hice al aterrizar fue enviarle mensajes a Clark, el lindo no ha cambiado de número. Lo que significa que me sigue esperando. Sigue siendo el mismo lindo de siempre, desde que lo vi en la revista de negocios hace poco más de un año;quería regresar al país, mi mente estaba en Texas, pero mi cuerpo en Francia, junto al vejete de mi marido. Tarda un poco en responder, ya le he enviado varios mensajes y no ha respondido ninguno; tal vez esté a reventar de trabajo, mi último mensaje es con el lugar y la hora donde lo esperaré, así que dedicaré mi día a ponerme hermosa para Clark.Que suerte que mi difunto maridito, no tenía ni hijos, ni ex, ni perro que le ladrara, lo poco que tenía pasó a mis manos enseguida. Por lo menos supe elegir bien, no como el anterior, por el que dejé a Clark. Ese desgraciado solo me utilizó, cuando yo dejé todo por él, hasta al amor de mi vida; el infeliz me juraba que ya estaba divorciado y el día menos esp
IsabellaEste bendito mes ha sido una montaña rusa de emociones, conflictos, alegrías, enojos, tristezas y mucho trabajo, siento que los días se hacen largos y las noches no me rinden, tengo un sueño tremendo todo el tiempo, y para colmo, Clark, parece tener más habré que de costumbre.Eso, y las visitas a Frank, están acabando conmigo; por fortuna se encontró donador hace dos semanas y se pudo realizar el trasplante, aun sigue hospitalizado por cuidados y eso, pero ya se ve mucho mejor. Y para poner la cereza en el pastel, últimamente mi apetito por mi bello novia, ha aumentado más de lo normal; es más, llego a la oficina, lo veo, y mi querida amiga se hace charco enseguida, algún poder extraño ha de tener ese hombre sobre mi, lo amo. Jamás me imagine que podía amar así, y es que no es solo en la intimidad; los momentos de charla, cuando comemos, al salir a pasear por el parque, visitar nuestro restaurante favorito, él es el paquete completo, es el ser más lindo, bello, maravilloso
IsabellaLo único que escucho es un pitido agudo, dejo de respirar algunos segundos, digo no es como si el mundo se acabara, pero yo no tenia planeado ser madre, no aun, no así.¡Carajo Isabella! Te fuiste de filo y nunca te pusiste a pensar en las consecuencias, digo, por un lado estoy feliz, realmente lo estoy, aunque la verdad es que esto sí es una verdadera sorpresa.Miles de imágenes se me vienen a la cabeza, en todas ellas nos veo a los tres disfrutando de esta nueva etapa, mi bebé, Clark y yo, siendo completamente felices, me quedo en ese hermoso viaje, hasta que el doctor, amigo de Clark, me regresa a la realidad.—Hola, Isabella —chasquea los dedos frente a mis ojos.—Lo siento, me quede sumergida en mis pensamientos —sonrió nerviosa —¿me decías?—Claro es normal, retomando, te daré estas vitaminas, que son vitales para el buen desarrollo de tu bebé, tienes tres semanas, así que estamos a muy buen tiempo para que te vitamines bien, también te haré una orden para tu primer ult
Clark—Tú me juras... —una sonrisa burlona se dibuja en mis labios —así como juraste miles de estupideces en el pasado. Digamos que no eres muy buena cumpliendo juramentos, pero no te preocupes —camino al frente del escritorio y me siento en el —si algo aprendí de ti, es que si voy a abrir la boca y decir estupideces, lo mejor será que las haga realidad. Tú no has cambiado en lo mínimo, pero yo sí, y te juro que si vuelves a poner un pie en mi empresa, no solo te sacaré a la fuerza, te voy a refundir en la cárcel, ahora ya termina de largarte, cierra la puerta cuando salgas. Dejo de verla y le pido a Vince, que se acerque; como bien dije, tengo muchas cosas más importantes que atender a una ex loca. Por suerte Isabella, pidió permiso para llegar tarde, y no tuvo que presenciar el teatrito de Katrina. Al darse cuenta de que no le voy a prestar la mínima atención, sale dando un portazo. —Señor —llama Vince. —Lo sé, avisa que esa mujer tiene el acceso prohibido en la empresa, habla co
IsabellaDespués de la llamada de Brian, me dedico a dar vueltas por la plaza, voy al restaurante mexicano, pero nada me pasa, optó por un simple vaso de agua de Jamaica. —Esa carita la conozco —me dice la mesera cuando llega con mi bebida. —¿En serio? —pregunto esperando que me de algún remedio. —Si, mi abuela me preparaba un puré de manzana y le ponía un poquitito de miel, si gus...—Sí, si gusto, enserio me estoy muriendo de hambre, pero todo lo que pruebo regresa del mismo modo, por favor —pongo mis manos juntas y casi me pongo de rodillas. —Ya regreso, mientras intenta tomar tu agua, tranquila, no tardo nada.Se da la vuelta y tal como me dijo, intento tomar el agua; doy el primer trago, espero unos segundos y al ver que si se ha quedado en mi estómago, continuo bebiendo despacio. La señorita llega, es una masa tersa con un bello color amarillo, se queda platicando conmigo, acerco mi nariz a olerla para ver si soporto, el vapor llega primero y después un dulce aroma, que hac
ClarkFrunzo el ceño ante su comentario ¿como me que aman? Lleno de curiosidad tomo la cajita y con cuidado de no romperla, la destapo, mis ojos no creen lo que ven.—No juegues conmigo —creo que soné más rudo de lo que esperaba.—Yo... Perdón, creo que fue un error... —me arrebata la pequeña playera e intenta salir del auto.La tomo de la cintura justo cuando me da la espalda, i halo su delicioso aroma de su cabello, mi pequeña mariposa impulsiva, pero ahora si tiene razón, fui muy rudo al hablar.—Creo que mi tono no fue el correcto, no hay nada que me haga más feliz que tener un hijo con la mujer que amo, y esa, eres tú —le susurro sintiendo como se calma poco a poco.—¿Me lo juras? —hace un puchero super tierno.—Con todo mi ser, te lo juro por lo más sagrado que tengo que son tú y mi hijo. Disculpa, creo que si me llegó muy de sorpresa y no pude contenerme, te amo, los amo, y jamás haría algo para lastimarlos.Narrador omnisciente A lo lejos, un auto se detenía detrás de ellos,
IsabellaPor un momento pensé que se había enojado, pero gracias al cielo solo se vio sorprendido. Llevamos una semana viviendo un hermoso sueño y nuestro pequeño ya cumplió mes y medio.Ayer me acompañó a nuestro primer ultrasonido formal, casi se vuelve loco cuando nos imprimieron la imagen, mando a mi pobre hermanito a comprar varios marcos y poder poner todas las fotos del bebé.Hoy llegaré un poquito más tarde a la oficina, voy a buscar al abuelo de Frank, y asegurarme que ya esté tranquilo, además creo que ya darán de alta al susodicho y pues toca visita.A pesar de todo, no le guardo rencor, aunque aún siento ganas de golpearlo por tonto y dejado, solo espero que con esta nueva oportunidad de vida, luche por lo que realmente quiere y que nunca más se deje manipular por ninguna loca.No somos ni seremos amigos, solo es terminar de cerrar este libro y continuar, voy al despacho de Clark, y veo que se le olvidaron unos documentos muy importantes, así que antes de ir con mi viejito
IsabellaAlgo dentro de mi me dice corre, y es lo que hago, esa mujer nunca tocará a mi hijo, salgo por las escaleras de emergencia y tomo un taxi a pie de calle, el único lugar que se me ocurre para ir, es la casa del abuelo Augusto.Con los dedos temblando, llamo a Frank, es el único que puede ayudarme, Clark, nunca pensaría que él, me ayudaría a escapar, tal vez este en un gran error, pero tengo mucho miedo.—¿Dónde estás? —me responde de inmediato.—Voy a casa de mi viejito, por favor alcanzame ahí.—Estoy aquí, no te preocupes, cuenta con mi apoyo, solo trata de calmarte, aquí te veo.Colgamos sin más, no puedo ni hablar, voy llorando como Magdalena, mis manos, labios y pernas, tiemblan sin control, sea lo que sea, no voy a permitir que nadie lastime a mi bebé.Una hora después, llego a la mansión Silver, al bajar el abuelo me espera en la puerta, me hace pasar de inmediato y caminamos al despacho, solo quiero irme de aquí. —Mi niña, ¿qué ha pasado? ¿Por que lloras así? —don Aug