Hailey Maxwell.

Ocho meses después.

Durante estos meses sucedieron muchas cosas. Lo mejor fue la muerte de ese hijo de puta, casi me prende fuego de tanta felicidad que sentí. Lo segundo, nuestra princesa y yo volvimos a estudiar, hasta el momento en que ya no pude más, por el embarazo. Mis amores se han vuelto tan tontos, siempre están cuidando de mí, Madison trae café a la cama, está siendo tan cuidadosa conmigo. Al igual que nuestro hombre, cuando cumplí cinco meses, empezó a cargarme escaleras abajo, diciendo que ya no podía subir ni bajar escaleras sola.

Tuvimos algunas peleas por mis hormonas, pero siempre las resolvimos con sexo. Hubo un día en que Dom estaba en el trabajo, tenía muchas ganas de masturbarme, pero no podía alcanzar mi coño, así que nuestra princesa me chupó tan bien que me corrí en segundos. Se volvió muy buena en eso. Mis deseos sexuales han aumentado mucho, siempre quiero que Dom me folle y que Madison me chupe el coño y los pechos. Me he vuelto muy sensible,