Zaid nació con cualidades físicas que le llevaron de a poco a cambiar su forma de ser, siendo algo que no le gustaba. Nada del otro mundo, sin prestar atención de que en verdad era un niño que nació con Hermafroditismo en su cuerpo, y que también es un híbrido.
Tiene cuatro hermanos, tres mujeres que decidieron irse a otro lado, para explorar nuevas cosas y oportunidades. Quedando solamente él y su hermano Alex, quien también es un híbrido.
Apenas son unos adolescentes que desean terminar la escuela con buen pie, y que mejor forma que hacer las pasantías en lugares y personas diferentes.
Mientras que Alex se la pasa metido durante tres meses en un hospital, donde conoce a un doctor que pondrá su mundo de cabeza, llamado Mikhail Black.
Y su hermano Zaid, decide pasar esos tres meses, trabajando con Bruno Black.
Sus horarios son escasos, es hacer todo mientras están en la escuela o esperar un año más para ir a la universidad.
Chicos que nacieron siendo especiales para sus padres y que ahora ambos están destinados a espera de lo que vida les prepara.
— No —dijo Zaid, caminando hacia la salida de la escuela—. Imposible que haga algo como eso.— Oh, vamos —Jade pateó el suelo—. Hazlo por nosotras, es nuestra última noche aquí antes de que viajemos a Canadá.— Ya dije que no —se cruzó de brazos—. No voy a salir de la casa.— Tienen dieciocho años y no salen de la casa —dijo Aurora, cruzándose de brazos—. A veces pienso que Zaid se morirá virgen y casto.Zaid no dijo nada más, sus labios se movieron, pero prefirió mantenerse callado. Suspiró, saliendo del recinto y llegando hacia la camioneta que siempre los iba a buscar a la salida de la escuela. Angie le dio un golpe en la
El cuerpo de Alex fue jalado hacia atrás, chocando con el fuerte pecho de un hombre que hasta su olor era delicioso. No pudo contener la desfachatez de sentir unpoquitoel paquete del hombre. Al sentir semejante musculatura en su trasero. El chico se golpeó mentalmente, y se alejó rápido de él.— ¿Es qué todos los hombres quieren meterme mano? —entrecerró los ojos, hacia el hombre que lo había agarrado—. Alejen sus asquerosas manos de mí.— ¡Oye! — El tipo se cruzó de brazos — Te estamos salvando.— Tenía todo bajo control —también se cruzó de brazos—. No sé
Alex se cruzó de brazos mirando las calles iluminadas de la gran Bretaña, su hermano Zaid al fin esa noche dejaría de ser virgen, y se sentía como si él fuese la madre orgullosa de que sus hijos lograron algo. El tipo que estaba a su lado, después de salir del club comenzó a notarse tenso y ni hablar de que cada vez que Alex se giraba para verlo, éste se ponía más nervioso.— Bien, suelta la sopa —dijo en cuanto se detuvieron en un semáforo—. Sé muy bien que sabes que soy un vivo.— ¿Qué?— So —rodó los ojos—. No te hagas el estúpido, por el amor de Dios, sé que tu hermano también lo sabe. Por lo que sospecho que me llevarás a un lugar donde na
Zaid apretó la camisa de Bruno en cuanto éste comenzó a acariciar sus piernas hasta posarse en medio de estas. Pensaba que ningún hombre lo tocaría de esa forma, siempre pensó que cuando eso sucediera sería en un lugar especial. Nunca en un club.En un movimiento ágil, Zaid quedó sobre la mesa donde estaban las bebidas. El zorro lo miró sin entender lo que pretendía hacer, hasta que levantó su vestido y entró la cabeza entre sus piernas, bajando su ropa interior hasta sus tobillos, seguido de eso, quitándola de su cuerpo.Bruno estaba realmente sorprendido con lo que estaba viendo. Era cierto, en lugar de sentirse asqueado por ver las partes íntimas de Zaid, se vio hipnotizado por las mismas. Colocó de forma correcta sus manos en los muslos del chico,
Zaid rodeó con su cola el cuerpo de Bruno cuando una de las embestidas lo sacudió por completo logrando que su cabeza casi diera de lleno con la cabecera de la cama.— No cierres los ojos... —ordenó Bruno, sin dejar de embestirle—. Tus ojos son hermosos y encantan —besó castamente sus labios, dejando que la cola intrusa se envolviese alrededor de su cuerpo.El chico le sonrió de forma cansada, tenían bastante rato haciéndolo que estaba seguro de que no podría caminar en mucho tiempo si seguía así. El sudor que caía sobre su cuerpo era el vivo ejemplo de que Bruno estaba haciendo mucho esfuerzo en no correrse de una vez por todas.Pero Bruno sabía que el chico debajo de su cuerpo estaba realmente cansado y m&aa
Alex se coló en la habitación de su hermano, ya que éste tenía dos días completos sin salir de dicho lugar. Le parecía extraño el que anduviese por los alrededores. Al no recibir respuesta de su hermano al llamarlo y sólo escuchar sus sollozos le pareció extraño, ya que en la cena se notaba callado y no participaba, las respuestas que le daba a su padre, eran cortantes.— ¿Zaid? —llamó, acercándose a la cama—, ¿Estás bien?— Quiero estar solo —se limpió las mejillas.— Hey, cuéntame —se sentó a su lado, pasando una de sus manos por el cabello del chico—. Estás apagado desde ayer, después... Zaid se despidió de su padre con un beso en la mejilla y alzó ambas cejas al ver el semejante edificio que tenía enfrente. Al menos no estaría comenzando a trabajar en el último piso de ese lugar. Fue hacia recepción donde estaba un chico hablando sin pausas por un teléfono de bluetooth.El chico lo miró de arriba hacia abajo, y le señaló la puerta detrás de él. Zaid asintió, ajustando su mochila a su hombro y entró donde le decía, había un grupo de estudiantes de la misma escuela que él, esperando que le tiraran la foto para el carnet de estudiante que pedían en ese lugar.Cuando llegó su turno pensó que quizás no podía mostrar la mínima sonrisa, por lo que el sujeto que estaba encargado de hacer los cCapítulo 7.
Bruno pasaba las yemas de sus dedos por la espalda del chico de forma distraída, sabía que éste estaba a nada por quedarse dormida encima de él, pero debía de sacarlo de su ensueño. El chico era de esos que cumplían las reglas al pie de la letra, y eso era algo que le gustaba y que haría lo que fuese para quitar eso de él.Era oscuro, aunque en esa época del año las cosas cambiaban, no podía ser más de las siete de la noche, lo único que cubría sus cuerpos era una sábana de seda fina, y estaba sobre el cuerpo de Zaid.No podía creer que había conseguido más de lo que esperaba de ese chico, pensó que quizás éste se negaría, pero por lo que había visto el chico quería con demasía su t