Alex miró a Mikhail con los ojos agrandados, y sin poder creerlo todavía al escucharlo decir esas palabras.
Su cabeza dolía horrores por el fuerte jalón de cabello que éste le dio para que entrara, por lo que estuvo a nada de gritarle, pero su mirada no se despegó de la de Mikhail por nada del mundo y mucho menos cuando se quitó la bata y el cinturón.
— Mira —pasó saliva—. No sé qué demonios pretendes hacer, pero si es por el golpe que te di...
— No es sólo por eso —ladeó la cabeza—. Eres un niño muy mal hablado y tengo para decirte que por tu actitud debes de ser castigado.
— ¿Castigado? —preguntó, incrédu
Alex mordió la uña de su dedo sin poder evitarlo, sentía que se desmayaría en el instante que su correo terminara de entrar a la red, en ese momento se preguntó qué demonios hizo en la vida para encontrarse con dos hombres que usaron el chantaje, el primero el chantaje emocional y el otro usaba sus cosas para hacerlo caer a sus pies.En cuanto el correo abrió, fue rápidamente al área de recibidos, viendo el más reciente que era de un correo que nunca había visto, ya que los demás, en su mayoría, eran de sus redes sociales, cosas de la universidad o de sus clases extras que tomó para acabar la secundaria.Observó la habitación, colocándose los audífonos para escuchar el audio del vídeo. Sus manos se movieron de forma inquietante mi
Zaid se sentó en el cubículo y se mantuvo a la espera de que algo pasara. Quedaban al menos unas horas para poder salir e irse a su casa. Durante el día se quedó a la espera de algún mensaje de Bruno desde que había llegado a la empresa, pero nada llegó. Se preguntó mentalmente qué había hecho mal, pero descartó esa idea en el momento que le llegó un mensaje de él, pidiéndole que suba.Un simple no, fue lo único que le mandó, no tenía caso el que el chico anduviese de perro faldero detrás de él. No tenía muchos deseos de hablar con Bruno porque sabía cómo terminaría todo, lo único que podía desear era sentarse frente a su computadora y llenar la solicitud de universidad. Lo pensó dos veces y mejor se puso a llenarla en su &aacu
Zaid estaba saliendo de la oficina de Bruno, ya un poco más sereno y caminaba de forma moderada, porque ni eso podía hacer sin que sus piernas temblaran. Caminó hacia el elevador y se encontró con Johan y Max, saliendo de su oficina.Le dio una pequeña sonrisa y siguió su camino.— ¡Zaid! —llamó Johan—. ¡Espera!— ¿Si? ¿Sucede algo? —presionó el botón del elevador.— No, para nada, es sólo que quería preguntarte si deseas tomar algo conmigo —jugó con sus dedos—. Es que Max estará un buen rato con Bruno en su oficina y me voy a aburrir solo en la casa.— No t
Alex se lanzó a los brazos de su padre desde que lo vio llegar, no sabía cómo Frank había descubierto dónde estaba o la razón por la cual había regresado. Tenía miedo de volver a hacer ese chico débil que fue una vez, pero estaba más que claro de que sólo era cuestión de tiempo para fracasar miserablemente.— Ven, recuéstate —abrió la puerta trasera—. Duerme un rato.— No quiero dormir, papá —le dio la mochila a su padre, pero de todas formas entró al carro y se recostó en el asiento—. No quiero hacerlo.— Vamos, te despertaré cuando llegues a casa y podrás tomar una taza de chocolate caliente —besó su frente—. Vas a estar bien, estoy contigo... Mikhail no tuvo el deseo de ver a su hermano en los siguientes días, no valía la pena. Le pagaría con la misma moneda o mejor dicho, haría algo mucho peor. Se mantuvo alejado lo más que pudo de Alex, ni siquiera había hecho que el trato que ambos tenían siguiese en pie.Dejó que el menor anduviese por donde quisiera en el hospital, él se quedó en su área atendiendo a los niños que ingresaron en ese sitio. Un niño en particular fue ingresado y por orden de sus abuelos, debía de estar correctamente vestido por ellos.Los conocía, mejor dicho sus apellidos, su hermano durante años habló de la única familia que lograba salirse con la suya en el momento de que las cosas se ponían difíciles. En cambio Alex, se mantenía en Capítulo 19.
Bruno pasó saliva de forma silenciosa, no se imaginó jamás que se encontraría a Zaid en ese lugar y menos que fuese el hijo de la persona con la que había hecho tratos. El brazo de su esposa iría con él a esa reunión después de todo.Los ojos de Zaid se mostraron llenos de dolor al verlo junto con su esposa, nunca unió los puntos, jamás pensó en los apellidos de ambos hombres y menos en los del chico. Le dio su mejor sonrisa a todos los presentes y extendió su mano hacia ellos.— Es un placer para mí conocerlos —extendió su mano hacia Liam y Harry—. Es bueno verte otra vez, joven Hamilton.— También digo lo mismo, señor Black —tendió su mano temblorosa&mdas
Solos, así se encontraban Alex, Zaid y Xander. Alex esperó por tantos años el tener la casa para él y organizar una enorme fiesta.Pero todos los deseos que mantuvo por años se vieron arruinados cuando despertó a la mañana siguiente con el olor pestilente del pañal de su hijo en el rostro, ahora entendía a su padre Lucas, las veces en las que se mantenía sereno y a la vez deseaba matarlo cuando se hacía popo en el pañal.Los videos que mostraban desde que nació, era la muestra clara de que nadie la pasó bien con él, y eso que era callado y apegado a su hermano Zaid.— Creo que esto ya se te desgració —la voz de Zaid le hizo despertar del todo—. Creo que me agrada Xander.
Alex tomó el cuello de la camisa de Mikhail y estampó sus labios con los de él, subiéndose sobre el escritorio para luego colocarse a horcajadas. Apretó el cuello de la prenda del mayor, dándole más calor a la situación.— Alex... —Mikhail puso distancia entre ambos—. Debemos parar.— ¿Por qué? —dejó besos en el cuello del mayor—. Tú quieres, yo quiero...— Tengo que hacerte una pregunta —pasó saliva—. Detente.— No —dio una leve mordida en el cuello de Mikhail—. Debes de complacerme, sólo esta vez.— Después de esto podemos seguir —suspir&