Capítulo 2

Capítulo 2

Sasha

— ¿Éste es el momento en el que debo de asustarme porque dos alfas están en la misma habitación conmigo?

— No lo diría de esa manera — Enzo cerró la puerta detrás de él — ¿Por qué entraste a esta habitación si tenía el letrero de ocupado?

— Se lo puse para cuando tenga que venir a dormir antes de irme a casa — me encogí de hombros — Sólo para cuando alguien intente drogarme.

— ¿Y lo han hecho? — preguntó el otro gemelo.

— ¿Tú quien eres?

— Soy Parker — dijo, metiendo sus manos en sus bolsillos — Quise venir a ver a la persona que dejó el lugar con feromonas de atención... porque estoy seguro de que no eres más que un Delta.

— Vaya, si que pusiste tu olfato bien en mi — dije, socarrón — ¿Qué es lo que quieren conmigo? No son el tipo de alfas que andan solos por las fiestas, ¿En donde están sus novios?

— ¿Quién te dijo que teníamos novio? — Preguntó Parker, cerrando la puerta con seguro detrás de él — ¿Y tú no tienes novio?

— Nah, me gustan las relaciones en las que puedo ser libre y sin compromisos — entrelacé mis dedos — sus dedos detrás de él — No podemos estar en la misma habitación los tres...

— No haremos nada que dos personas no hayan hecho antes — Enzo mordió su labio — No tenemos porque dejar que lo que sea que hagamos salga de esta habitación.

— Ustedes quieren tener sexo conmigo — afirmé — ¿Y si me niego a tener sexo con ustedes?

— Nos iremos, y olvidaremos esta noche y el momento — dijo Enzo, buscando algún signo en el Delta — ¿Nos hemos visto en algún lado?

— Puede que sí — ladeé la cabeza — ¿Se quedarán a mirarme o van a hacerme algo? Sé que soy hermoso, pero mi belleza se desgasta ante ustedes.

Ambos gemelos se miraron entre ellos, por lo que opté por dar el primer paso. Me quité la parte de arriba de mi ropa, y antes de que pudiese decir algo más, los labios de uno de los dos me quitaron el aliento por unos segundos. No sabía quién de los dos me había besado, sólo sé que me encantaban sus labios sobre los míos.

El otro terminó por desnudarme. Vamos avanzando a terminar una relación amorosa entre mis hermanos y estos alfas bien dotados... espero que estén dotados porque terminaré por pegarme un tiro a mi mismo por ser tan yo.

Mis labios se separaron del alfa, y mi cuerpo fue empujado hacia la cama sin derecho o tiempo de quejarme por tan repentino que fue todo. Soy virgen, ¿Bien? Éste es el momento de mi vida en el que puedo ser la puta más puta de todo el lugar, pero sigo siendo virgen y ya me dio miedo tener sexo con día alfas que no sabían que era su vecino.

— ¿Ahora por qué estas nervioso? — preguntó Parker, y yo tragué en seco — ¿No era esto lo que deseabas?

— Sí... pero en una fiesta de fraternidad con dos alfas que están más que sedientos de sexo — subí mis cejas — Además, el único que está desnudo en la habitación soy yo.

— Eso se puede arreglar — dijeron ambos.

Mi labio de seguro que terminaría por dejar salir sangre por las veces en las cuales ya me lo había mordido, pero entiendan que esto es la puta vida el verlos desnudarse ante mí.

Sasha estaría desilusionado al verlos de esa manera con alguien que no era sus novios, y eso que él pretendía tenerlos en algún momento de su vida para él. Dirigí mi vista hacia Enzo quién me sonrió de forma seductora antes de subirse a la cama, y posicionarse entre mis piernas, abriéndolas a su uso y antojo.

— ¿Seguro que no te hemos visto antes? — Levanté mis caderas para que sus dedos pudiesen entrar, y luego negué con la cabeza — Vaya, sería interesante el poder tenerte para nosotros cada vez que necesitemos a alguien para tener sexo.

— No lo creo — sonreí, tenso — Esto es algo que no se volverá a repetir... es un experimento.

— ¿Un qué?

— Ustedes tienen novios, yo estoy soltero y después de esta noche buscaré algo menor que tener sexo con desconocidos — espero que esto les duela por putos — No deseo tener que ver con dos personas que lo único que están en la vida es para serle infiel a su pareja. Eso no está bien, y lo saben — grité cuando mi cuello fue sujetado por Parker.

— ¿Por qué sabes tanto de nosotros, delta? — Apretó más sus manos sobre mi cuello — Eres alguien que aparenta más de lo que creemos.

— Sólo digo lo que veo — puso mis manos sobre las suyas — Son más putos que una... ¡Hijo de perra!

Cerré los ojos con fuerza al no darme cuenta de que los dedos de Enzo no se movían a hacían algo, ya que los había sacado y los había remplazado por su miembro. Las manos del otro gemelo no hacía mucho por ayudarme, estaba seguro de que era mi fin, acabó con todo lo bueno que había en mí, porque en el pasado había hecho muchos manuales y orales, y ahora el único lugar que estaba intacto estaba sucio por dos alfas que eran el doble de putos que yo.

Mientras su hermano se había, Parker mantenía una de sus manos en mi cuello y con la otra sujetaba mis manos con más fuerza de la necesaria. Sasha me mataría, sí que lo haría cuando no pudiese moverse al día siguiente por mi culpa.

Cuando quise abrir mi boca para dejar salir algo, Parker aprovechó eso y entró su miembro en mi boca. Terminaría por asfixiarme el desgraciado, pero no importaba ya. Estaba en una habitación haciéndole un favor a alguien que de seguro deseaba que su primera vez fuera algo que recodara por el resto de su vida.

Aflojé mi cuerpo, todo. Y dejé que ambos hicieran lo que deseaban conmigo. Apretaba mis labios, aflojaba mi garganta y dejaba que estos hicieran todo lo que querían conmigo. Las manos de Parker estaban sobre mi cuerpo, y las de Enzo sobre mi entrepierna, masturbándome como a un ritmo mucho más lento que el de las embestidas. Ni siquiera podía hablar, Dios.

Bien pendejo me veía mencionando a Dios en un momento de sexo con dos hombres. Me iré al infierno después de hoy, pero sería por una buena causa.

— Dime algo, Sasha — Parker sacó su miembro de mi boca — ¿Por qué estás aquí?

— Quise venir a disfrutar... — gemí, Enzo todavía no había dejado de penetrarme — Los vi y quise que estuviéramos una noche de sexo.

— ¿Cuántos años tienes? — un silencio sepulcral, hasta aquí llegué — Responde — pidió Enzo.

— Veinte — subió una cena — Diecisiete.

— ¿Por qué no nos dijiste que tenías esa edad? — Enzo pellizcó mis tetillas — Respóndeme.

— No lo vi necesario — puse los ojos en blanco, cuando todo volvió a su curso con las embestidas — Qué esto no los detenga, quiero seguir y nada de esto saldrá de la habitación, por favor.

Y de mi celular, putos.

Ambos gemelos me dieron una sonrisa que sabía que me iba a usar factura, pero no me importa. Los tendría sólo para mí esta noche.

Todo fue tan rápido que no lo vi venir, estaba sobre Parker, dándole la espalda y el otro estaba haciéndome un magnífico oral, mientras guiaba mis monumentos de forma en la que su boca no terminara por dejar salir todo si se le iba por donde no era.

El teléfono seguía en el mismo lugar, grabando todo lo que pasaba en esa habitación con lujos de detalles, me veía a mi mismo saltando sobre la polla del alfa debajo de mí, mientras que el otro hacía un estupendo trabajo con su boca en mi cuerpo.

Que hermosa vista.

*****

Abrí los ojos de forma repentina, todo dolía. No sabía en dónde estaba ni cómo había llegado a estar con dos personas abrazándome. Quité ambos brazos de mi cuerpo, y miré todo a mí alrededor.

— Oh, Dios mío — llevé ambas manos a mi boca — ¿Qué hice anoche? — toqué el brazo de Enzo, pero éste ni se movía y tampoco Parker — El señor Aiden va a matarme.

Me bajé de la cama lo mas sigiloso que pude, no estaba en mis planes el tener sexo y dejarlos muertos. Debo de llamar a Mathew, si eso haré.

Tomé mi teléfono el cual estaba descargado, y sólo pude darme dos golpes en las mejillas por la estupenda idea que tuve de decirle a mi otro yo que grabara este momento. Estaba jodido al cien por esa imprudencia.

Ya que los maté, que sea más como fue un robo. Tomé el dinero de ambos, y sus camisetas, salí de la habitación cerrando la puerta detrás de mí, pero luego regresé a ver si en verdad los había matado, pero tenían pulso. Pero era muy bajo, que idea me dio el padre de ambos.

Puse mi número en sus teléfonos, sólo esperaba tener algo de suerte esta vez. Tomé un taxi de regreso, y pude respirar un poco en paz al saber sólo estaba yo.

Me di una ducha bastante larga para quitar los residuos de mi cuerpo, mi vida es una mierda. Tomé el teléfono y me senté con una sudadera hasta las rodillas en la ventana, para ver algún signo de ellos, pero nada había.

Llamé a Mathew, sólo esperaba que no estuviese muy ocupado para hablar conmigo.

— ¿Sasha? ¿Sucedió algo?

— Pasó algo horrible, y no lo digo sólo por el dolor en mi trasero — mi respiración fracasó, así como todo lo que trataba de mi — Me vas a matar.

— Habla de una vez, me estás asustando.

— Tuve sexo con tus hermanos, y creo que los maté... — hice una pausa al verlos llegar como si nada a su casa — Espera, siguen vivos porque los estoy viendo justamente ahora. Pero tienes que venir... salió ya sabes quién y todo se salió de control.

— Llegaré la próxima semana, no hagas nada estúpido.

— Está bien, te debo la vida.

Mis padres llegaron con mis hermanos en eso de las tres de la tarde, después de que los gemelos tomaran su siesta y fueran a recibir a mis hermanos como si nada hubiese pasado. La mirada de ambos se dirigió hacia donde estaba, pero no podían verme por las cortinas que estaban.

Sacudí la cabeza dejando esos pensamientos en el olvido, al final de todo sólo fui su calentura de una noche y tal vez ni se acuerden de mí o de lo hicimos, así como yo tampoco sé.

Abracé mis piernas, viendo como reían con mis hermanos en la entrada de su casa, algo que debería de estar dirigido hacia mí y no hacia ellos por ser tan crueles conmigo y con todas las personas a su alrededor. La ventaja que ellos tenían, era que estaban en la misma universidad, podían verlos día y noche, charlar entre los cuatro y yo... sólo tengo salud y una personalidad con serios problemas.

Que hermosa era mi vida.

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