Capítulo 1

Capítulo 1

Sasha.

Aquí estoy, desde mi ventana, viendo a mis maravillosos hombres, aunque ellos no saben que son míos. No piensen mal. Puede que me digan que soy una especie de acosador, pero si lo ven desnudos desearían hacerles el kamasutra con todo y nuevas posiciones.

Ajusté mejor las cortinas de mi habitación y vi como mis hermanos entraban a su casa, ya eso me tenía harto. Desde que tengo el uso de la razón, mis padres adoptivos se la pasan diciendo que ellos nos sacarán de la bancarrota en la que estamos, debido a que con meterse con esa familia, la única familia poderosa de todo el lugar, podían ser grandes empresarios.

Ojalá que nunca se les cumpla lo que tanto desean, viejos miserables. Mordí mi labio cuando los vi quitarse la camisa y darles una pequeña presentación a sus hermanos. Qué suerte tenían ellos, y yo aquí sentando. Diecisiete años, y todavía no he dado mi primer beso... estando en todos mis sentidos.

Me gustaría que uno de ellos me lo diera, aunque sea cuando me esté ahogando y me deban de dar respiración boca a boca. Que fracaso de ser humano soy.

Cuando ya no los tengo en mi campo de visión, ya es porque mis hermanos fueron echados por Aiden, me levanto de la ventana y bajo al primer piso en donde están mis hermanos. Como los detesto, y lo peor de todo es que no se cae la lámpara que está en el techo y termina con sus vidas... sacudo la cabeza al darme cuenta de que estoy pensando igual que mi otro yo.

— Aquí tienes mi plato, esclavo — uno de sus hermanos me lanzó el plato — Dijo papá que el jardín debe de estar limpio y bien cuidado para cuando lleguen.

— Lo sé... pero tengo...

— Adiós.

Apreté el puente de mi nariz, salí de la casa dejando el plato sobre la encimera. Como odiaba a todos en ese lugar, menos a mis vecinos... y a sus cadentes hijos. Tomé la podadora, y me quité la camiseta, dejando ver la parte de arriba de mi cuerpo. Mis pecas estaban ahí, al igual que sus lentes. Puede que sea un chico de tez oscura, pero en esta casa te salen abdominales a las malas por el trabajo.

El jardín no estaba tan mal... ¿A quién engaño? Estaba horrible, como toda mi vida. Espero terminar con todo lo que hay que hacer el día de hoy porque las tareas que tengo son horribles.

— ¿Sasha? — La hija más pequeña de mis vecinos llegó a mi lado y casi hace que suelte la podadora — ¿Puedo estar contigo?

— ¿Y tus padres? — Apagó la podadora — ¿No tienes que hacer tareas?

— Le dije que fuera contigo — Aiden se apoyó en la verja que dividía ambas propiedad — No sé que le hiciste, pero quiere estar más tiempo contigo que en su casa.

— Yo...

— Descuida, mi hijo mayor me ha hablado bien de ti — me guiñó un ojo — Y me caes mejor que el resto de tu familia...

— Yo no...

— Sé que tienen como si sirviente, no hay necesidad de que lo niegues — lo miré apenado — Eres un chico inteligente y sabrás que hacer con tu vida a partir de hoy.

— No entiendo...

— Mis hijos irán a una fiesta... de su fraternidad — hizo un gesto de indiferencia — Ellos estarán solos en ese lugar, supuestamente tus hermanos saldrán con tus padres, y tú te quedarás a cuidar la casa.

— ¿Por qué me dice eso?

— Me gustas más tú que tus hermanos — se encogió de hombros — En media hora tus padres vendrán, e iremos de compras.

Tragué en seco, y tosí por lo estúpido que fui al no darme cuenta de que la saliva se me fue por el lado equivocado. Le di una sonrisa nerviosa a Hera, y la puso sobre mi espalda. El jardín estuvo listo en una hora, y yo estaba el doble de cansado. Lleven a una niña sobre sus hombros, y notarán la diferencia.

Una fiesta, en una fraternidad. Ya valí, diecisiete años y ni documentos tengo. Mis padres salieron, y yo me puse mi mejor ropa. No pasaría nada esta noche, ¿Verdad? Regresaré a las doce y nadie se daría cuenta de que el sirviente salió.

— Te ves horrible — rodeé los ojos cuando la niña me miró de arriba hacia abajo — ¿Seguro que no quieres ser mi novio?

— No me gustan las niñas... y menos tan pequeñas — pellizqué su nariz — Tu mamá nos está esperando para irnos.

— ¿Iré con ustedes?

— No lo sé, ni siquiera estoy seguro de que debo de ir con él — se tiró en su cama — ¿Crees que es mejor que me tire por la ventana?

— No, tu belleza no puede morir.

— Eres muy graciosa — dejó salir una carcajada — Tus hermanos ya se van — me puse en mi ventana — Siempre tan hermosos.

— No sé que les ve a esos dos — Hera se cruzó de brazos — Sufres por amor, en un mundo en donde existen muchos hombres más hermosos que ellos.

— Cuando encuentres a tu alma gemela sabrás de lo que hablo — cerré la ventana — Vámonos, tu madre nos debe de estar esperando y nosotros aquí haciendo cuentos.

Rasqué mi cabeza al darme cuenta de que en verdad Aiden acabaría con la mayor parte de las prendas de una sección en un vestidor, y lo peor de todo, es que la ropa era muy cara. Pasé mi lengua mis frenos, y volví a rascarme la cabeza, esto es más que comprar la tienda completa, ahora temía por mi vida.

— Sólo debes de quitarte esos frenos, las gafas y un nuevo corte de cabello — Aiden entró al vestidor cuando terminaba de vestirme — Te ves espantoso.

— Su hija me dijo eso también — el espejo me dio una clara visión de mi miseria — Me lo quitaré esta noche, sólo por esta vez.

— Eso es un gran avance — ajustó bien mi camiseta — Irás con el otro conjunto, los demás los guardas bien en tu casa para cuando tengas que volver a salir.

— ¿Por qué confía tanto en mi? — lo miré por el espejo.

— Mathew me habla mucho de ti — fruncí el ceño — Dice que desde que te mudaste te han gustado. Te he visto y sé que eres un buen chico.

— No...

— Disfruta de tu noche.

*****

Éste es el momento de mi vida en el que sé no podré hacer nada. Soy un fracaso de ser humano. Todos deben de saberlo, mis padres me lo dicen todos los días, mis hermanos... en el único lugar en el que no me dicen lo estúpido que soy es cuando estoy en la escuela.

Me senté en la cama, y miré el techo de mi habitación.

— Te necesito... no puedo hacerlo si no estás — bajé de la cama, me quité los zapatos y me senté en el piso — Sal, no puedo hacerlo, por favor.

— ¿Para qué quieres que salga, Sasha? — mi otro yo preguntó, irritado — ¿Quieres que te encierren en el sótano con una cadena como la ultima vez?

— No... No hay nadie en casa, sólo nosotros — mis ojos estaban cerrados — No creo poder salir y hacerlo.

— Son tuyos... nuestros — corrigió — Es tu momento.

— No puedo hacerlo... ve tú por mi — me sentía estúpido al estar rogándole — Sé que voy a arruinar la noche si me aparezco.

— No me hago responsable de lo que pueda pasar... y si sales en un video pornográfico...

— ¿Puedes grabar... si tienen sexo?

— ¿Te estás drogando y no me había dado cuenta?

— No... Pero quiero recordarlo... aunque sea viéndote... sólo no los mates o te salgas de control como la vez pasada — pedí — ¿Crees poder hacerlo?

— No.

— Espera...

Fue muy tarde, ya me encontraba en la oscuridad y no sabía si había hecho lo correcto en dejarlo salir. Sólo sé, que él tomará el control de la situación... y yo me quedaré durmiendo.

*****

Abrí los ojos de golpe, y miré a todos los lugares de la habitación. Dejé salir un suspiro y me puse de pie, sacudiendo el polvo de mis pantalones. Estaba enojado, esa era la palabra. Ver esta habitación, daba asco.

Lo tienen como si fuese la princesa en un castillo y su único entretenimiento eran esos libros que compraba cada mes con la miseria que le daban.

Me puse los zapatos y tomé todos sus ahorros para tomar un taxi. Ya veré a quien le quito todo lo tenga y vacío sus tarjetas de crédito. Tomé las llaves de la casa, y salí asegurándome de que todo estuviese bien cerrado, ya bastantes golpes había aguantado este niño por mi culpa.

El taxista no era como el de la última vez que perdí el control de mi, era más amigable e incluso me dio su número de teléfono para que lo llamara si lo necesitaba.

Sacudí mi rizado cabello, y entré a la fiesta arrugando la nariz al sentir tanta excitación en un solo lugar. Sasha de seguro que hubiese estado en su casa si huele esto.

Él deseaba a esos chicos, y yo tenía todo a mi favor, éste cuerpo dejaría de ser tan puritano después de esta noche. Como amo mi vida.

— Dame algo que me ayude a olvidar un poco la porquería de vida que llevo — el chico me sonrió, y medio una bebida color negro.

No sé qué demonios era eso, pero me gustaba. No era tan fuerte, y tampoco tan suave. Ese tipo de mezclas era el puto orgasmo. Subí las escaleras y busqué una habitación que estuviese abierta y desocupada, cuando la encontré le puse el letrero de ocupado y volví a bajar.

Me detuve un momento y aspiré el aire hasta quedó con ellos. Estaban con unos chicos que parecían ser omegas, muy cariñosos. Pobre de mis hermanos, si vieran esto les darían un... ¿No les había dicho que soy buen hermano?

Les tomé varias fotos, mientras me mezclaba con las personas y se las mandé, obviamente puse mi número restringido para que supieran que era yo.

—Después me lo agradecerás, Sasha — guardé el teléfono y, me dispuse a caminar hacia uno de los gemelos cuando se levantaba.

Los feromonas salieron de inmediato, y dejé que chocara conmigo.

— ¡Mierda! — Grité, echándome para atrás — No puede ser...

— Lo siento — el gemelo número uno me miró apenado — No te vi.

— Al menos podías fijarte por donde andas cuando vayas a salir de esa manera — mascullé, pasando mi mano por la camiseta — ¿Al menos sabes en donde puedo conseguir un baño?

— Sí, pero no creo que esté vacío — mordió su labio, aspirando el aire, bien eso es un avance muy bueno — ¿Estás bien?

— Sí, lo único que necesito es limpiarme e irme a mi casa — lo esquivé — Gracias por arruinar mi noche...

— Enzo, soy Enzo Hilton — tendió su mano — ¿Y tú nombre?

— Sasha, sólo Sasha —le guiñé un ojo.

Subí las escaleras, y sobre mi hombro vi como le decía algo a su hermano y corría detrás de mí. La habitación a la cual le había puesto el letrero llegó a mi campo de visión, y saqué el teléfono de mi bolsillo.

Cerré la puerta detrás de mí, sin seguro, y esperé a que todo estuviese bien, y que ni se diera cuenta de que lo grabaría. Entré al baño, en el momento en que la puerta fue cerrada y no sólo olí a un alfa, sino dos.

Me vas a agradecer esto nerd de mierda.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo