"Oye, viejo, feliz cumpleaños."
Damian golpeó el muro de su escritorio. Tenía una enorme sonrisa en los labios mientras se apoyaba sobre el muro para ver. Chocaron puños. Alexander sonrió. "Gracias."
"Entonces," el otro hombre levantó las cejas. "¿Planeas hacer algo hoy? ¿No cumples veinticinco? Tienes que celebrarlo, hermano."
"Solo quiero descansar. No tengo planes." Era cierto. Era sábado, casi seis de la tarde y él estaba en la oficina todavía terminando un informe. Lo hizo para compensar el día que faltó para ayudar a su hermana a mudarse. Suspiró y revisó la hora en su reloj. Ya estaba por salir. "Solo iré a casa."
Damian levantó las manos hasta los hombros. "¿Si yo invito? Hay un club genial a unas calles de aquí."
"Solo déjalo." Apagó la computadora y organizó los archivos en las gavetas del escritorio. Se puso de pie y tomó su saco y maletín. "Pero gracias. Quizás otro día."
"De acuerdo. Ten un buen fin de semana, al men
Liam golpeó la puerta de Alexander dos veces y esperó. Movió el cuello de su camisa un poco y exhaló. Estaba nervioso. Jodida mierda. Realmente estaba nervioso. Había dado tantas vueltas en su cabeza, tantos pensamientos de cómo esto podía arruinar su relación, algo podía salir mal o solo podían darse cuenta de que no eran tan compatibles como lo creían y caminarían en direcciones diferentes. Hasta que se dijo que tenía que dejar de pensar tan duramente.Quería que funcionara. Quería pasar tanto tiempo con Alexander como fuera posible. Quería estar con él. Y le asustaba. No podía recordar haber estado tan interesado en alguien. Su último ex y él no estaban tan relacionados emocionalmente, ahora podía estar seguro de eso. No fue nada parecido a como se sentía con Alexander. Ah, maldición. Los sentimientos eran co
"Hace calor." Alexander se rió. "Eso sucede en verano." Le tendió una botella de agua fría y se sentó en el borde de su silla mirando hacia el lago donde sus hermanos estaban nadando. Llevaba puestas gafas de aviador, sin camiseta y con bermudas con estampados de piñas. Se veía como su próxima comida. Liam sonrió para sí, tomando un trago de agua. "¿No piensas entrar al agua? Está fría." "Quisiera ayudar a tus padres con la comida, en realidad." "Ya te dijeron que no." Alexander sonrió y le dio una palmada en la pierna antes de comenzar a frotarla lentamente. "¿Emocionado por impresionar a tus suegros?" Sonrió, sabiendo que él estaba disfrutando esto. "No. Solo quiero ayudar." "Mamá nunca te dejaría." Se ajustó las gafas oscuras y apretó los dientes, girando la vista hacia él. "Tu mamá... ella estaba mirándome cuando llegamos." "¿A qué te refieres?" "Mm." Se frotó el torso y ladeó la cabeza. "Como si quisiera preg
Liam se quejó mientras empujaba la cara contra la suave almohada. Su boca sabía horrible, pero no había dolor de cabeza ni nauseas. No estaba seguro de si eso era bueno o no. Se movió hasta que sus pies colgaron fuera de la cama y se dirigió al baño rápidamente para limpiarse. Tomó una ducha y se cepillo los dientes, haciendo una mueca al ver las ojeras bajo sus ojos. Parecía un desastre. Alexander realmente limpió su maquillaje. Sonrió con suavidad. Eso fue tierno de su parte. Se secó rápidamente y volvió a la habitación. Alexander estaba dormido sobre su estómago. Su rostro descasaba sobre la almohada con una pacífica expresión. Liam se metió a la cama nuevamente y se pegó a él, dando suaves besos sobre su rostro. Eran pasadas de las diez de la mañana. Ellos tenían que reunirse con la familia y después salir hacia la ciudad otra vez. Ambos tenían trabajo el día siguiente y tenían que descansar un poco. "Despierta." Deslizó sus manos sobre la amplia espa
"¿Quieres comer algo?"Alexander dejó el libro que estaba leyendo a un lado y miró a su hermana. Ella lo veía todavía con esa mirada de lástima y su voz era suave, como si estuviera tratando con un animal abandonado. Se frotó la nariz y asintió. "No tienes que cocinar para mi, lo sabes.""No me molesta. Además, tengo tiempo libre." Se apoyó contra el marco de la puerta de su habitación y miró alrededor antes de chasquear los labios. "¿Qué harás hoy?""Solo estaré leyendo por el resto de la tarde. Pero voy a salir en la noche."Lisa lo miró fijamente antes de asentir. "Está bien." Sus miradas se encontraron por un momento, pero ninguno dijo nada. "De acuerdo. Puedes salir en cualquier momento a comer.""Gracias."Cuando ella se fue, cerrando la puerta detrás de sí, Alexander lanzó el libro sobre su
"El día llegó más rápido de lo que esperaba." Liam murmuró mientras se acercaba a él y sostenía su corbata. La soltó y comenzó a arreglarla. "Sí, supongo. Pero tus padres se ven emocionados. Incluso tu papá." Sonrió y terminó el nudo antes de tirar y meter la corbata dentro de su saco. Presionó su mano sobre su pecho y lo miró a los ojos. "Andrew sigue mirándolo como si quisiera cortarle la cabeza, pero es un poco tarde parase eso." "Sí." Su humedeció los labios antes de acunarle el rostro con una mano. Liam se inclinó en su toque de inmediato, sus ojos brillantes y claros contra la luz de la tarde. "Te ves hermoso." "¿Solo hoy?" Bajó la cabeza para darle un suave beso en los labios. "¿Te pusiste algo?" pasó su lengua sobre sus propios labios y lo miró a los ojos, poniendo sus manos sobre sus caderas flojamente. "Un poco de bálsamo." Se veían un poco más rojos de los usual y sus ojos tenían un poco de sombra. "¿Te gusta?" Alexander son
Alexander apartó la mirada de su recién abierta botella de vodka cuando escuchó el timbre de la puerta resonar en el apartamento. Suspiró y volvió a dejar la botella sobre la mesita de café antes de apoyar las manos sobre las rodillas y ponerse de pie. Frotó su estómago e hizo una mueca cuando sintió que un eructo subía por su pecho antes de explotar con fuerza. Tal vez no debió comer esa pasta antes de los pop tarts, o solo no comer los pop tarts.Abrió la puerta y parpadeó cuando no vio a nadie ahí. Asomó la cabeza hacia los lados afuera, pero el pasillo estaba completamente vacío, solo iluminando con las luces rojas que el dueño del edificio se había esmerado en poner para celebrar el día. Se encogió de hombros y dio un paso atrás para ver la caja envuelta en plástico, con un nombre desconocido.Confundido, s
Alexander por primera vez después de varias semanas, empezaba a sentirse como su viejo yo. Ya podía dormir mejor, también se dio cuenta de que sonreía más en el trabajo, incluso aceptó salir con Elle. Ella era bonita, tenía una suave voz y podía decir que realmente estaba interesada. Damian le dio un guiño cuando lo vio hablando con ella en el almuerzo. Era un idiota la mayor parte del tiempo, pero se alegraba de haberle prestado atención. Las puertas del elevador de abrieron y Alexander apretó los labios mientras salía, mirando a Liam besar a un chico bajo el marco de su puerta. Apartó la mirada y buscó sus llaves en los bolsillos, fingiendo que no los estaba viendo. Los sonidos húmedos de los besos le hicieron arrugar la cara mientras se paraba frente a su puerta. "Adiós," escuchó decir a Liam. Alexander metió la llave en la cerradura y estaba a punto de entrar. "Hey, ¿qué tal tu día?" Sonriendo de lado, Alexander lo miró. "De seguro no tan bien como
Liam estaba teniendo un mejor día ahora. Desde la semana pasada había estado buscando una persona extra para ayudar en la cafetería. Una chica consiguió el puesto y probablemente había sido la mejor opción, ahora estaba más tranquilo con todo el asunto del personal y las cuentas. Estaba revisando el libro de cuentas, tomando sorbos del nuevo café que estaban introduciendo a los clientes. Amargo, con un increíble aroma fuerte y duro. Con crema y azúcar era más que delicioso y suave al paladar. Levantó el pulgar hacia Rita, la chica nueva, que estaba esperando su respuesta. Presionó los labios juntos y le sonrió. "Es bueno." Ella suspiró. "Gracias. He estado rodeada de café casi toda mi vida por mi familia. Me alegro de que te gustara, Jefe. Le llevaré un vaso a Daniel mientras trabaja con las galletas." A Liam realmente le gustaba su trabajo, y le agradaban sus trabajadores. Eran buenos chicos con gran energía que podían transmitir a los clientes. Rita e