Las convulsiones de Luana se calmaron lentamente, mientras él, la sostenía en sus brazos, pero su furia se iba acrecentando con lo último que había mencionado Alex, esa maldita mujer había provocado muchas desgracias en tan poco tiempo, se arrepentía de no haberla puesto en su sitio a tiempo. Pero todo era debido al gran aprecio que tenía por el padre de ella, no debió aceptar cuidarla mientras su mentor y su esposa viajaban a Escocia.—Reina, vete a casa. Iré a verte más tarde.—Pero…—Que te vayas, dije, o hago que seguridad te saque a rastras.En ese momento Jimmy salía del ascensor y miraba asustado el desastre que era la recepción, sabía que se le avecinaba una gran llamada de atención.—Recién apareces, saca a Reina de aquí y llévala a su casa.—Si señor —respondió inmediatamente Jimmy tomando de un brazo a la mujer mientras la conducía a la fuerza al ascensor. El muchacho, sabía que debía desaparecer de inmediato de ahí y rogar porque las aguas se calmaran pronto.—¡Nicolás! —
—Valentino va a escucharme — pensó preocupada, como era posible que descuidara tanto a las niñas y lo peor era que las dejara en manos de esa psicópata. Estaba sumamente decepcionada de Valentino, ¿por qué tenía que estar fuera de casa sin preocuparse por sus hijas?Las miro y sintió que su corazón se encogía de solo pensar en todo lo que habían pasado esas niñas con la loca de su madre. Pero al fin y al cabo esa loca seguía siendo su madre.—Peques, no me han dicho sus nombres.—Yo soy Georgia, me puedes decir Gia —Contesto rápidamente la pequeña que estaba sentada en sus faldas — Y ella es Giselle, pero le puedes decir Gis.—Ustedes saben que soy Luana y soy una vieja amiga de su papá y creo que ya conocen a Alex, él es mi hijo.—Yo pensé que eras su madrina —Replico Gis mientras miraba curiosa a madre e hijo.—Lo que pasa cariño, es que estoy un poco delicada de salud. —trato de explicar, cuando Alex le interrumpió.—Mi mamá, sufre de pérdida de memoria, por eso no se acuerda de al
Nicolás se quedó paralizado con la mano en la perilla de la puerta, su corazón se saltó un latido al darse cuenta todo lo que sabían esos niños, su mente empezó a unir los puntos y quedó muy sorprendido con lo que descubrió.Los datos que estaba escuchando, no eran puras casualidades, el nacimiento de los niños, el parecido que tenían, ¿serian hijos del mismo padre?, pero había algo más, y tenía que descubrir que era eso antes que todo se saliera de control.Su corazón se enterneció al ver a los niños compartir como hermanos. Había vivido los últimos años pendiente de Alex, ese niño era parte de su vida, de su día a día, era su ahijado, pero lo más importante también era su sobrino, observo a Luana quien miraba a los tres niños de manera amorosa y pensó que hubiera sido perfecto si ella fuera madre de los tres pequeños.Las niñas eran muy lindas y le hubiera gustado ser parte de sus vidas, pero eso era un caso aparte, Maritza nunca le hubiera permitido estar junto a ellas, pero ahora
Dejaron a los niños en la sala de recreación, bajo la atenta mirada de Margarita y salieron tras de Valentino, quien los dirigía hacia una oficina al lado opuesto de donde estaban, abrió la puerta y los invito a pasar, dentro ya se encontraban Daniel y Diana esperándolos mientras revisaban unos documentos, alzaron la vista al verlos ingresar.—Hola —Dijo tímidamente Luana mirando a la pareja que la veía de manera extraña.—Hola — dijeron los dos a coro como si estuvieran sincronizados.—Bueno, chicos, gracias por esperar, pero se presentó un inconveniente en el piso veinte y tuve que traer a esta revoltosa —pronuncio mientras miraba con cariño a Luana —pero la traje sin poder explicarle nada de lo que sucedió en estos años.—Oh, ¿entonces no le has dicho nada de nada? — comento curioso el abogado.Luana miro entre Valentino y Daniel, el primero se presionó el puente de la nariz, parecía estresado. Se acercó a él y paso su mano por la espalda tratando de calmarlo.—Tranquilo, aquí esto
Nicolás, se quedó sorprendido, ¿qué era lo que había descubierto Valentino? ¿Sabría toda la verdad? No, eso era imposible, había cubierto muy bien sus pasos para que nadie lo descubriera, sobre todo para que esos miserables no supieran donde estaba.Toco por encima de su camisa la larga cicatriz que cruzaba su dorso a lo ancho de su abdomen, algunas veces dolía o causaba escozor, pero era el recordatorio de por qué se fue de ese lugar y no regreso jamás.Aun hoy, las pesadillas lo acompañaban siempre.Miro a Valentino de reojo, este le sonreía de lado con un aire de complicidad.—Está bien, dime que es lo que sabes.—No te preocupes cuñadito ya te diré, primero vamos a la reunión con los Ugarte.—Hey, Jimmy, ¿por qué demoraste tanto?—Señor, usted me pido que llevara a la señorita Lamas a su casa y eso fue lo que hice, ni se imagina todo el escándalo que hizo. Por cierto, su padre quiere que lo llame.—Está bien, dile que lo llamaré cuando me desocupe, pero no creo que sea el día de h
—Muchas gracias, señores — Hablo Valentino y mientras se ponía de pie para despedirlos, la puerta del ascensor se abrió, dejando a la vista una mujer muy guapa que vestía de manera informal, lo miro y sus ojos emitieron un brillo especial. —Cariño, que bueno que llegaste —Dijo valentino al ver a Luana ingresar a la sala.Ella sonrió coqueta mostrando unos dientes muy blancos. —Jimmy me dijo que me estabas esperando— Luego, mirando a los invitados en el salón, inclino ligeramente su cabeza — Como están señores Ugarte, es un gusto volver a verlos. —Les dijo mientras se acercaba a darles la mano.—Así que tú eres Luana —Renata hablo mientras la miraba de pies a cabeza con un deje de desdén —¿No se supone que deberías mostrarte más profesional? No creo que esa sea la manera correcta de presentarse ante unos socios comerciales—observo al verla en jeans rotos, zapatillas y una chompa a media cadera. —Su madre le dio un discreto codazo para evitar que siguiera hablando.Luana recién se perca
Luana se quedó en silencio, no sabía por dónde empezar, solo tenía unas cuantas imágenes dentro de su mente, algo que le decía que Nicolás era su hermano, pero no entendía como sabía eso o mejor dicho como se enteró de esa verdad.Miro a Nicolás detenidamente tratando de ordenar sus ideas para hacer las preguntas correctas.Nicolás la miraba avergonzado, no sabía cuánto había recordado o cuanto de la verdad podría decir, no quería que ella sufriera nuevamente, la verdad era demasiado dura para asimilar, a él le había costado mucho superar los sucesos del pasado, la miro indeciso y triste.¿Cuánto revelar? Era la pregunta que le estaba torturando, ¿valdría la pena decirlo todo? Si aún existía la posibilidad de que ella olvidara lo que él le revelara en este momento. Habían estado viviendo y compartiendo su vida por los últimos siete años, pero ella no recordaba quien era él realmente.Cerro los ojos. Lo mejor era que dejara que Luana hiciera las preguntas y él las respondería de manera
—Cuñadito, regresaste —comento en medio de risas Nicolás, pero la mirada seria de Valentino le dijo que tendría que hablar con él y decirle la verdad, pero aún no era tiempo, tenía que encontrar la manera de aplazar esa conversación hasta que hubiera confirmado sus sospechas.—Valentino, que bueno que regresaste. ¿Sabías que Nicolás es mi hermano?—Si cariño, me entere hace poco, tu hermanito es muy escurridizo. Luana volteo a mirar a Nicolás, quien miraba sus uñas de manera aburrida.—¿Por qué te escondiste tanto? ¿Tienes algo que ocultar?—Lu, no pienses tanto, solo soy un chico muy guapo, pero rebelde que huyo de su casa y no quería que sus padres lo encontraran, eso es todo — dijo Nicolás mientras encogía los hombros por enésima vez en el día.—Tino, no me siento bien. —Hablo Luana de pronto.—¿Sucede algo cariño? ¿Qué sientes? ¿Te duele algo?—Me duele mucho la cabeza, y siento que en cualquier momento me voy a desmayar, estoy tratando de mantenerme aquí, pero mi cuerpo ya está ca