VIOLET
Ya estaba en casa, el doctor había dicho que era recomendable que me quedara más tiempo en el hospital, pero yo no quise aceptar, no que quería que las facturas siguieran ascendiendo, en este momento no tenia una manera de ayudar a mi familia, lo menos que quería era seguir haciendo que perdieran dinero.— Violet, ¿puedo pasar? — preguntó Steve detrás de la puerta.— Si.— Hola, te traje tu postre favorito. — dijo con una enorme sonrisa mientras me entregaba una cajita en la habían donas.Era muy lindo que él intentara animarme y estaba agradecida por eso, pero en este momento yo me sentía demasiado vacía como para emocionarme por donas, ya nada me importaba.— Gracias, las comeré luego. — dije y las puse a un lado.— De nada, ¿quieres salir de aquí y ver televisión conmigo en la sala?— No gracias, por favor déjame sola. — pedí, no quería abandonar mi habitación ni siquiera por poco tiempo, solo quería quedarme aquí escondida para que nadie me viera.— Esta bien, si necesitas algo me dices. — dijo él y yo asentí para luego verlo retirarse.Al quedarme sola de nuevo no pude evitar pensar en Ian, me dolía tanto su traición, es que él había logrado enamorarme desde un inició, el día que lo conocí fue raro y tan perfecto al mismo tiempo. Era el día de mi cumpleaños y había ido a celebrarlo con dos de mis amigas.Flashback— Violet ven a bailar. — gritó Chelsea para que yo pudiera escucharla con todo el ruido del lugar y tomo mi mano para me levantara.Sin más lo hice y la acompañe a la pista de baile y comenzamos a bailar juntas y pronto Kate se unió, ella había estado ocupada bailando con un chico hace un momento pero al parecer este no le había interesado demasiado como para pasar más tiempo con él.Así seguimos bailando al ritmo de la música hasta que decido ir al baño y cuando iba llegando siento que alguien toca mi trasero y volteo a mirar a la persona, disgustada.— ¿Qué te sucede? ¿Cómo te atreves? — pregunté furiosa al ver al hombre frente a mí.— Nada, si estabas allá moviendo el trasero para que todos te vean, creo que estas buscando que te toquen. — dijo él y de inmediato levante mi brazo para hacerlo callar con una fuerte bofetada.— Puta, ya vas a ver.— dijo él y levanto su gran mano hacia mí, por lo que entre en pánico y me quede ahí sin moverme, afortunadamente antes de que su mano pudiera llegar a mi rostro, una más grande proveniente de un brazo fuerte la detuvo.— Ni se te ocurra intentar tocar a la señorita de nuevo. — Advirtió el hermoso hombre tomando su brazo con fuerza, tan alto y musculoso, con unos hermosos ojos marrones, una barba bien recortada enmarcando su precioso rostro, unos labios perfectos y carnosos, parecía de película, bueno era mucho más guapo que cualquier actor que hubiese visto, él era el hombre más guapo que había visto en toda mi vida y de inmediato sentí como mi corazón comenzaba a acelerarse.— — ¿Tú quien eres? No te metas en lo que no te importa y suéltame. — Resoplo el molesto hombre intentando soltarse del hombre que tenia mi corazón desbocado.— Resulta que si me interesa y quiero que te disculpes con la señorita. — dijo este mientras doblaba el brazo del otro haciendo soltara un grito.— Suéltame y me disculpo con ella.— Quiero que te disculpes así, te diré lo que vas a decir, señorita lamento ser tan idiota como para creer que tenia algún derecho a tocarla, soy realmente un pobre hombre patético que no sabe controlar sus impulsos, espero me pueda disculpar. — dijo él con total seriedad y en ese momento yo no pude contener más mi sonrisa, no solo era atractivo, parecía ser un poco divertido.Un apuesto príncipe ayudando a una damisela en apuros, eso me parecía a mí que era él en este momento.— Yo no pienso hacer eso. — se negó el otro hombre molesto.— ¿Seguro? — Preguntó mientras ejercía más presión sobre su brazo.— No… señorita de verdad lamento ser tan idiota como para creer que tenia algún derecho a tocarla. — dijo por fin, pero no dijo todas las palabras que se le habían indicado.— Continúa hablando.— Soy realmente un pobre hombre patético que no sabe controlar sus impulsos, espero me pueda disculpar. — terminó de decir.— ¿Lo disculpas? — me preguntó el hombre perfecto.— No. — dije y me acerque al hombre que él seguía sosteniendo y patee su entrepierna, haciendo que este diera un gran grito.— ¿Cómo una chica tan linda puede ser tan cruel? — preguntó el hombre perfecto mientras soltaba al otro que cayo al suelo quejándose.— No soy cruel, se lo merecía, es un abusador. — dije mientras sentía como mis mejillas comenzaban a ruborizarse, esperaba que con la poca iluminación del lugar él no pudiera darse cuenta. — Por cierto, muchas gracias, ya tengo que volver con mis amigas.— Espera, ¿no me vas a brindar ni un trago para pagar por mi ayuda? — preguntó con una sonrisa coqueta, esa m*****a sonrisa que podía volver loca a cualquiera.— Esta bien, te puedo brindar un trago para agradecerte, vamos. — Accedí, aunque él no parecía necesitar que alguien pagara algo por él, se veía claramente que tenía muchísimo dinero, desde su forma de vestir hasta la elegancia nata con la que caminaba y se comportaba.— Perfecto, entonces vamos. — dijo él y los dos nos dirigimos a la barra.Cuando llegamos y lo escuche pedir una botella de Whisky muy costoso mis ojos casi se salen disparados, yo no tenia tanto dinero, este era un bar exclusivo, pero yo no era una chica rica, solo había venido por que Chelsea nos había conseguido los pases y había aceptado pagar por su trago porque tenía algo de dinero de mi trabajo, podía permitirme pagar uno no tan costoso, pero no una botella de Whisky.— Disculpa, no puedo pagar por eso, solo accedí a pagar un trago. — le dije un poco molesta, podía ser muy guapo, pero no estaba nada bien que quisiera abusar de esto para hacer que chicas paguen por sus gustos costosos, quizás a otras chicas adineradas no les molestaría, pero yo no tenía el dinero para costear cosas así.— Tranquila, yo lo pagare, ¿quieres algo? — preguntó y yo negué con la cabeza desconcertada, no entendía porque me había hecho venir hasta la barra si él pagaría lo que iba a tomar.— Por favor, llévenlo a aquella mesa que están mis amigos. — le indico al bartender después de haberle entregado su tarjeta para que se cobrara. — Por cierto, ¿Cómo te llamas?— Violet, bueno ya me voy.— Violet, espera. — dijo él haciendo especial énfasis en mi nombre, como si disfrutara el pronunciarlo o intentando grabarlo en su mente.— ¿Si?— Yo no me he presentado, mi nombre es Ian y ya que no pagaste el trago para mí, me gustaría que pudieras bailar conmigo al menos una canción.Al escuchar su propuesta mi corazón se acelero mucho más y mis nervios me atacaron con más fuerza, y aunque no sabía si era correcto aceptar su propuesta, tenia muy claro que me moría de ganas por hacerlo.— Esta bien, pero solo una canción. — acepte y él asintió antes tomar mi mano y al tocarnos pude sentir como si una corriente eléctrica viajara por mi cuerpo, era una sensación extraña, pero placentera.Ya estando en la pista de baile el rodeo mi cintura con una de sus manos y me pego a su cuerpo, su cercanía era fascinante, todo mi cuerpo se sentía extraño y al sentir su mirada clavada en mí, yo también lo mire a los ojos y realmente era muy fácil perderse en ellos al mirarlos.Fin del flashback.Desde ese día yo había quedado totalmente enamorada, es que Ian había despertado en mí una atracción demasiado fuerte, en toda mi vida, nunca me había sentido así de atraída hacia ningún hombre, no es que tuviera mucha experiencia porque ni siquiera había besado a nadie más que a Ian, pero si había tenido chicos lindos persiguiéndome.Lo realmente lamentable es que había terminado enamorándome de la persona equivocada y ahora toda mi vida se venia abajo, me dolía demasiado todo esto y de nuevo volvía a llorar por todo lo sucedido.Este dolor en mi pecho no se iba con nada, no parecía disminuir y yo solo deseaba dejar de sentir.IAN — ¿Cómo estas? — pregunté sentándome al lado de la cama de Daria luego de haber entrado a su habitación, ella apenas y salía de aquí y a pesar de que yo no quería venir por el percance que había tenido con su padre, lo tenía que hacer, Daria no dejaba de llamarme pidiéndome que viniera. — Me he sentido muy mal Ian, no se como hacer para superar esto. — dijo ella con su voz apagada. — Todo es poco a poco Daria, podrías ir a un psicólogo para que hables de ello y así ir superándolo. — sugerí.— ¿Cómo supero que por culpa de Violet perdí a mi bebe? — preguntó ella con sus ojos cristalizándose. No sabia que decirle, aunque me dolía la perdida de este niño, yo no lo esperaba, no tenia planes de tenerlo en mi vida, fue demasiado inesperado y solo supe de él pocas horas antes de que se fuera, yo no podía saber como Daria se sentía, además que mi amor por Violet era más grande y aunque estaba molesto por lo que sucedió y esperaba que ella pudiera explicarme las cosas,
VIOLET Creí escuchar la voz de Ian y de inmediato me puse nerviosa, así como pude me levante de la cama, era difícil con mi pierna como estaba, pero afortunadamente mi habitación era bastante pequeña, por lo que la cama estaba bastante cerca de la puerta, así que al llegar ahí, lo primero que hice fue pasar el cerrojo para que no se pudiera abrir y pegue mi oreja a la puerta para intentar escuchar con claridad lo que decían.— Quiero que eso me lo diga ella, no tú, si no quiere verme más espero escucharlo de su boca. — escuche a Ian con mucha claridad, por lo que debería estar gritando, así que mis nervios se dispararon, yo no quería que él me viera como era ahora, me avergonzaba bastante mi nuevo aspecto, ya no estaba la belleza que antes Ian admiraba, era mejor dejar que él se quedara con la imagen de lo fui. — Ella no quiere decírtelo, no quiere verte, vete de una vez. — replicó Steve con clara molestia en su voz y luego escuche como un golpe y el grito de Steve.— Imbécil, ella
IANElla lo había decidido, no podía hacer nada más despues de escuchar esas palabras de su boca, por más que quisiera insistirle para no perderla, no podía seguir humillándome así, ella ni siquiera quiso darme la cara, así que todo estaba perdido, ahora lo único que podía hacer por ella era ayudarla a conseguir un buen abogado si decidía llamar a mi asistente, porque ya yo no podía seguir intentando acercarme a Violet solo para que me rechazara, tenía que olvidarla. En este momento sentía un enorme dolor en mi pecho, ya no sabía que hacer, nunca había amado a ninguna mujer de esta manera y ahora tenia que dejarla ir, era demasiado para mí. No sabía que hacer, me sentía perdido y vació, antes pensaba que aun había una salida, que Violet y yo podíamos arreglar las cosas, pero no era así y eso me estaba matando. — ¿Qué sucede? — dije cuando conteste la llamada de Dylan. — Hermano, ven a casa, papá esta furioso, Howard dijo que lo amenazaste, quiere que vengas ya. — Ya
VIOLET Estos días ya empezaba a tener un poco más de movilidad en mi pierna, pero ahora tenía que empezar a ir a terapia para que vuelva a tener la misma movilidad, eso me había dicho el doctor ayer cuando fui a mi cita, pero la verdad es que yo no quería ir, no quería seguir gastando el dinero de mi familia y tampoco quería que las personas vieran mi cara, yo no soportaba verme en el espejo y me imagino que la gente tampoco lo haría.Bueno es que ni mi madre podía hacerlo, siempre que me miraba a la cara podía ver como sus ojos se cristalizaban a pesar de que ella siempre lo intentaba disimular, mi padrastro no era mucho mejor en esto, él fruncía el ceño e intentaba no verme mucho a la cara, el único que actuaba medianamente normal en cuanto a mis cicatrices era Steve, pero se había vuelto un poco diferente conmigo en este tiempo, mucho más protector e intentaba estar más cerca de mí todo el tiempo. Nada podría ser igual que antes, mi familia ya no era la misma, yo no era la misma,
IANAunque hoy no tenia ganas de hacer nada y mucho menos tener que ver a mi padre, lo haría, mi mamá me había llamado para invitarme a una cena, Matthew, Cloe y el pequeño Michael irían a cenar, mis padres intentaban desesperadamente que Matthew se sintiera bien estando con nosotros. Para mí era raro enterarme de que tenia un medio hermano mayor que yo a esta edad, pero no me desagradaba la idea, de hecho incluso conociéndolo me agradaba un poco, ni que decir de su esposa, ella me había gustado antes, pero eso ya esta en el pasado y su pequeño hijo era un encanto, era bueno tener a un niño corriendo por ahí, asistiría a esta cena más que todo por ellos y mamá, sabía que ver al pequeño Michael corriendo por ahí podría ayudarme a levantar un poco mi ánimo. Todavía me sentía demasiado vacío debido a la ausencia de Violet y a veces sentía que ya no aguantaba más y la tenia que ir a buscar, incluso hace dos noches llegue a su casa, pero antes de bajar me contuve y solo permanecí por un
IANNo podía aguantar más mi rabia y empecé a caminar de prisa hacía el interior de la casa, en este momento sentía que quería golpear a mi hermano, me costaba creer como había sido capaz de atreverse a hacerle algo así a Violet.— Ian espera. — escuche a Matthew llamar, pero lo ignore y seguí avanzando y cuando vi a mi hermano menor sonriendo alegremente mientras hablaba con Daria, mi furia creció y me acerque a él para levantarlo por el cuello de la camisa. — Hermano, ¿Qué haces? — preguntó Dylan sorprendido y confundido.— Ian suelta a tu hermano ya. — ordenó mi padre, pero definitivamente no le haría caso. — ¿Quién te crees? ¿Con que derecho echaste a Violet de aquí? — cuestioné furioso y él abrió los ojos sorprendido por mi pregunta. — Hermano ella hizo que Daria perdiera a su bebe, no merecía estar aquí. — Masculló Dylan molesto y yo estrelle mi puño contra él. Él no tenia ningún derecho a hacer algo así, yo la había traído aquí, antes de hacer cualquier
VIOLET Mi pierna ya estaba mejorando un poco, pero las cicatrices de mi rostro y corazón seguían ahí, igual de dolorosas y feas, mi corazón nunca dejaba de doler y cada vez que veía mi cara me daban ganas de llorar, había estado usando unas cremas para las cicatrices, pero no habían ayudado en nada.A pesar de todo esto, yo estaba intentando ser menos dependiente, estaba usando las muletas en lugar de la silla de ruedas para andar en casa y ya estaba saliendo un poco más de mi habitación, por mucho que doliera todo, tenia que intentar volver a adaptarme, no podía permanecer eternamente escondida en mi habitación. — Que bueno que saliste mi niña, siéntate, te voy a servir el desayuno. — dijo mi mamá con una pequeña sonrisa cuando me vio entrar a la cocina, ya sus ojos no se cristalizaban al verme, lo cual me hacía sentir mejor, era un avance. — Esta bien. — accedí y deje las muletas a un lado y en ese momento escuchamos tocar la puerta. — Yo voy, tú no te preocupes.La
IAN No se porque, pero hoy me sentía peor que nunca, tenia una fuerte opresión en mi pecho, un mal presentimiento, tenia muchas ganas de ir a ver a Violet, pero trataba de ignorar esto, aunque cada vez se hacía más difícil. — Señor Salvatore, hay una mujer abajo en recepción que dice que necesita verlo urgente. — informó mi secretaria cuando atendí la llamada. No sabía quien era, pero yo no estaba esperando a nadie y no tenía tiempo para esto, tal vez era una persona buscando trabajo y creen que hablando directamente conmigo tendrían más posibilidades de conseguirlo, ya he pasado por estas situaciones o también podían ser mujeres con las que salí antes, buscándome. — No estoy esperando a nadie, no la atenderé. – Colgué la llamada y volví a enfocarme en mis documentos, pero una vez más el teléfono volvió a sonar. — Señor Salvatore, discúlpeme la insistencia, pero ella se ve muy desesperada, dice que es urgente, que le interesa escucharla, su nombre es Clarissa, dice qu