IANElla lo había decidido, no podía hacer nada más despues de escuchar esas palabras de su boca, por más que quisiera insistirle para no perderla, no podía seguir humillándome así, ella ni siquiera quiso darme la cara, así que todo estaba perdido, ahora lo único que podía hacer por ella era ayudarla a conseguir un buen abogado si decidía llamar a mi asistente, porque ya yo no podía seguir intentando acercarme a Violet solo para que me rechazara, tenía que olvidarla. En este momento sentía un enorme dolor en mi pecho, ya no sabía que hacer, nunca había amado a ninguna mujer de esta manera y ahora tenia que dejarla ir, era demasiado para mí. No sabía que hacer, me sentía perdido y vació, antes pensaba que aun había una salida, que Violet y yo podíamos arreglar las cosas, pero no era así y eso me estaba matando. — ¿Qué sucede? — dije cuando conteste la llamada de Dylan. — Hermano, ven a casa, papá esta furioso, Howard dijo que lo amenazaste, quiere que vengas ya. — Ya
VIOLET Estos días ya empezaba a tener un poco más de movilidad en mi pierna, pero ahora tenía que empezar a ir a terapia para que vuelva a tener la misma movilidad, eso me había dicho el doctor ayer cuando fui a mi cita, pero la verdad es que yo no quería ir, no quería seguir gastando el dinero de mi familia y tampoco quería que las personas vieran mi cara, yo no soportaba verme en el espejo y me imagino que la gente tampoco lo haría.Bueno es que ni mi madre podía hacerlo, siempre que me miraba a la cara podía ver como sus ojos se cristalizaban a pesar de que ella siempre lo intentaba disimular, mi padrastro no era mucho mejor en esto, él fruncía el ceño e intentaba no verme mucho a la cara, el único que actuaba medianamente normal en cuanto a mis cicatrices era Steve, pero se había vuelto un poco diferente conmigo en este tiempo, mucho más protector e intentaba estar más cerca de mí todo el tiempo. Nada podría ser igual que antes, mi familia ya no era la misma, yo no era la misma,
IANAunque hoy no tenia ganas de hacer nada y mucho menos tener que ver a mi padre, lo haría, mi mamá me había llamado para invitarme a una cena, Matthew, Cloe y el pequeño Michael irían a cenar, mis padres intentaban desesperadamente que Matthew se sintiera bien estando con nosotros. Para mí era raro enterarme de que tenia un medio hermano mayor que yo a esta edad, pero no me desagradaba la idea, de hecho incluso conociéndolo me agradaba un poco, ni que decir de su esposa, ella me había gustado antes, pero eso ya esta en el pasado y su pequeño hijo era un encanto, era bueno tener a un niño corriendo por ahí, asistiría a esta cena más que todo por ellos y mamá, sabía que ver al pequeño Michael corriendo por ahí podría ayudarme a levantar un poco mi ánimo. Todavía me sentía demasiado vacío debido a la ausencia de Violet y a veces sentía que ya no aguantaba más y la tenia que ir a buscar, incluso hace dos noches llegue a su casa, pero antes de bajar me contuve y solo permanecí por un
IANNo podía aguantar más mi rabia y empecé a caminar de prisa hacía el interior de la casa, en este momento sentía que quería golpear a mi hermano, me costaba creer como había sido capaz de atreverse a hacerle algo así a Violet.— Ian espera. — escuche a Matthew llamar, pero lo ignore y seguí avanzando y cuando vi a mi hermano menor sonriendo alegremente mientras hablaba con Daria, mi furia creció y me acerque a él para levantarlo por el cuello de la camisa. — Hermano, ¿Qué haces? — preguntó Dylan sorprendido y confundido.— Ian suelta a tu hermano ya. — ordenó mi padre, pero definitivamente no le haría caso. — ¿Quién te crees? ¿Con que derecho echaste a Violet de aquí? — cuestioné furioso y él abrió los ojos sorprendido por mi pregunta. — Hermano ella hizo que Daria perdiera a su bebe, no merecía estar aquí. — Masculló Dylan molesto y yo estrelle mi puño contra él. Él no tenia ningún derecho a hacer algo así, yo la había traído aquí, antes de hacer cualquier
VIOLET Mi pierna ya estaba mejorando un poco, pero las cicatrices de mi rostro y corazón seguían ahí, igual de dolorosas y feas, mi corazón nunca dejaba de doler y cada vez que veía mi cara me daban ganas de llorar, había estado usando unas cremas para las cicatrices, pero no habían ayudado en nada.A pesar de todo esto, yo estaba intentando ser menos dependiente, estaba usando las muletas en lugar de la silla de ruedas para andar en casa y ya estaba saliendo un poco más de mi habitación, por mucho que doliera todo, tenia que intentar volver a adaptarme, no podía permanecer eternamente escondida en mi habitación. — Que bueno que saliste mi niña, siéntate, te voy a servir el desayuno. — dijo mi mamá con una pequeña sonrisa cuando me vio entrar a la cocina, ya sus ojos no se cristalizaban al verme, lo cual me hacía sentir mejor, era un avance. — Esta bien. — accedí y deje las muletas a un lado y en ese momento escuchamos tocar la puerta. — Yo voy, tú no te preocupes.La
IAN No se porque, pero hoy me sentía peor que nunca, tenia una fuerte opresión en mi pecho, un mal presentimiento, tenia muchas ganas de ir a ver a Violet, pero trataba de ignorar esto, aunque cada vez se hacía más difícil. — Señor Salvatore, hay una mujer abajo en recepción que dice que necesita verlo urgente. — informó mi secretaria cuando atendí la llamada. No sabía quien era, pero yo no estaba esperando a nadie y no tenía tiempo para esto, tal vez era una persona buscando trabajo y creen que hablando directamente conmigo tendrían más posibilidades de conseguirlo, ya he pasado por estas situaciones o también podían ser mujeres con las que salí antes, buscándome. — No estoy esperando a nadie, no la atenderé. – Colgué la llamada y volví a enfocarme en mis documentos, pero una vez más el teléfono volvió a sonar. — Señor Salvatore, discúlpeme la insistencia, pero ella se ve muy desesperada, dice que es urgente, que le interesa escucharla, su nombre es Clarissa, dice qu
IAN — Lo siento señora Clarissa, pero yo no me voy a ir, yo quiero estar con su hija si ella me lo permite. — asegure y ella no dijo nada más. Cuando llegamos a la estación, baje de prisa de mi auto y conseguí que me dejaran pasar al interior de su celda para verla. Mientras me dirigía hacia ahí sentía mi corazón latiendo a toda maquina, tenia miedo, no sabía cuando con exactitud ha sufrido ella por mi culpa y me aterraba que me odiara. Al llegar a la celda en silencio junto al policía que me acompañaba la vi, pero no podía ver su cara porque ella estaba durmiendo y tenia todo su hermoso cabello rojo sobre su rostro. Estaba ansioso por acercarme a ella y apretarla en mis brazos, para luego sacarla de este horrible lugar, ella no debería estar aquí.El oficial abrió la celda tratando de hacer el menor ruido y así mismo la cerro, dejándome en el interior de esta y yo avance con lentitud hacía Violet, con todo mi cuerpo tembloroso, era realmente extraño, muy pocas cosas me asustab
VioletEscuché lo que me dijo, lo sentí acercarse, pero lo ignore, porque a pesar de que él ya había visto mis cicatrices no estaba segura si las había visto bien y yo no pude ver la expresión que tenia él al verme por la rapidez con la que actúe al taparme, pero estaba aterrada de que me viera completamente y yo de que al ver sus ojos notara repulsión en ellos. Esto me asustaba mucho, ni siquiera las palabras que me dijo podían calmar mis miedos, es que no conseguía creerle, no estaba segura si las podía estar diciendo por lastima, él nunca me había dicho que me amaba antes, ¿Y lo dice ahora de la nada? No tiene sentido. — Violet, ¿estas bien? — preguntó él aparentemente preocupado, intentando darme la vuelta. — Estoy bien, déjame tranquila por favor, solo vete y yo saldré más tarde. — dije en voz baja, tratando de no llorar más. — Violet ya tu fianza esta paga, necesito que salgas de aquí conmigo. — insistió él.Parecía que él no se alejaría y lo mejor era salir de e