Capítulo 4. Me destruyeron el alma.

VIOLET

—  Quiero un espejo, tráemelo por favor. — le pedí a mi hermanastro que estaba a mi lado y él negó con la cabeza de inmediato.

Después de haberme ido de la fiesta tuve un accidente, por lo que sabía fue bastante fuerte, se que una de mis piernas se había visto afectada, también tenia pequeñas cicatrices en mis brazos, pero sabía que mi rostro también había salido lastimado y no había conseguido ver el daño aun porque ni mi mamá ni Steve han dejado que me mire al espejo, pero ya estaba cansada de no saber lo que sucedía con mi rostro, si pensaban que eso me haría sentir más miserable de lo que ya era, yo no lo creía así.

El hombre que amaba no solo me había engañado y estaba esperando un hijo con otra persona, además sus familiares me habían humillado, en ese momento estaba tan devastada que no había prestado la suficiente atención al manejar y había terminado así, siendo una carga para mi familia, me sentía tan patética, ¿Qué más al fondo podía estar? Ver mi rostro no haría diferencia alguna.

—     Violet, los médicos no quieren que te quites el vendaje, quédate tranquila, lo veras luego. — se negó él sin moverse de donde estaba.

—     Steve quiero verme ya, puedo quitarme el vendaje por un rato, tráemelo ya, quiero verme. — insistí molesta, yo tenía derecho a mirarme pero todos me lo impedían.

¿No se daban cuenta que me torturaba más el no saber en realidad como me veía e imaginarme cosas? Era mejor saber de una vez con que rostro tendría que vivir.

—     Violet espera un poco más, todavía no es el momento.

—     ¿Y cuando lo será? Es mejor que me des un espejo ya si no quieres que yo misma empiece a buscarlo. — Advertí.

—     Tú no puedes hacer eso, la operación de tu pierna todavía tiene que sanar, yo te lo traeré. — suspiro derrotado para ir hacia el baño y luego traer el espejo con él y ponerlo frente a mí.

—     No creo que debas hacer esto. — dijo Steve, pero yo ignore sus palabras y comencé a quitar las vendas mi cara.

Cuando vi mi rostro completo finalmente no podía reconocerme, tenía una cicatriz bastante significativa en una de mis mejillas y otras pequeñas en el resto de mi cara, no me parecía en nada a lo que fui.

Mis amigas siempre decían que era muy linda e Ian también, bueno él decía que era la mujer más hermosa que había visto en su vida, no creo que siguiera pensando lo mismo al verme así, aunque tal vez eso que decía era otra de sus mentiras como su amor por mí.

Después de lo que paso él ni siquiera había intentado buscarme, no había llamado para preguntar por mí, mi teléfono se había dañado en el accidente pero Steve puso mi línea en el de él y le he preguntado varias veces si al menos Ian ha enviado un mensaje, pero todas las veces me ha dicho que no.

Yo no estaba segura de si él se había enterado de mi accidente, pero si lo hizo y aun ni siquiera había venido a verme, eso me demostraba que efectivamente el amor que me decía tener era una farsa, yo nunca le importe y había tenido que pasar todo esto para darme cuenta.

Mi mamá me lo había dicho muchas veces, me repitió incansablemente que no me metiera con un hombre multimillonario, que solo les gustaba jugar con chicas inocentes, pero yo estaba tan enamorada que no la quise escuchar hasta que termine dándome cuenta de la peor manera.

No solo se había destrozado mi corazón si no también mi rostro.

—     Violet deja de llorar por favor. — pidió Steve acariciando mi cabello.

¿Estaba llorando? Yo ni siquiera lo había notado, había dejado de mirarme al espejo y solo me había sumergido en mis pensamientos y al ver de nuevo al frente, el espejo ya había sido retirado, así que lleve las manos a mi rostro y estaba húmedo debido a mis lagrimas.

El vació en mi corazón era tan grande en este momento que yo ni siquiera lloraba por las cicatrices de mi cara si no por las de mi corazón y mi alma.

—     No puedo dejar de llorar, me destruyeron el alma. — solloce, sintiendo como la opresión en mi pecho iba creciendo, ya no sabia que seria de mi vida ni como lidiar con todo este dolor.

— M*****a sea, no llores por favor que me estas matando. — suplico Steve dejando caer una lagrima antes de abrazarme.

Por más que quisiera yo no podía dejar de llorar, mi mundo se hundía, estaba totalmente rota por dentro y por fuera, lo único que podía hacer era llorar para ver si al menos me sentía un poco más liberada al terminar.

— Voy a buscar a ese bastardo y acabare con él, m*****a sea Violet, debiste hacerle caso a tu madre, nunca debiste involucrarte con un hombre así. — dijo él con su voz rota, imaginaba que él también estaba llorando.

Esto que me paso no solo era doloroso para mí, si no también para mi familia y todo era mi culpa por haber sido tan tonta y terca, ellos no merecían tener que cubrir todos los gastos del hospital cuando tenían otros problemas, pero yo había decidido arruinarlo todo al fijarme en el hombre equivocado.

—     Lo se Steve, se que estaba equivocada y debí hacerle caso a mi mamá.

—     Ya, ya no importa, todo estará bien, yo voy a conseguir el dinero que hace falta para que tu rostro vuelva a ser el mismo de antes. — susurro Steve.

—     No tienes que hacer eso, esta bien si me veo así, esto es por mi culpa y de esta manera nadie volverá a fijarse en mí, entonces nadie me hará daño de nuevo, si consigues el dinero no lo gastes en mí, déjalo para ayudar en los gastos de la casa que gracias a mí, ya hay demasiados. — dije más calmada, estaba agradecida porque Steve quisiera hacer algo tan lindo por mí, pero en este momento no lo veía necesario, las facturas de este hospital deben ser altísimas, no se como mi mamá había hecho para pagar por todo, no quería que estuviera endeudada por mi culpa, pagar estas cosas era lo que importaba, mi vanidad podía esperar.

¿A quien le importaba la belleza si ya estaba rota por dentro?

 

Me había enamorado perdidamente de Ian y le había entregado todo, desde mi primer beso hasta mi primera vez, le había dado todo pero a cambió había recibido solo tristeza, él solo había dejado un enorme vació que me estaba carcomiendo por dentro.

Ahora que estaba tan rota por dentro, estaba bien si me veía igual por fuera, así nadie como Ian se volvería acercar a mí, no les interesaría alguien como yo y eso estaba bien, porque yo no quería saber nada más acerca del amor.

—     Te vas a operar, no te preocupes, yo me encargare de todo, voy a asegurarme de que estés bien de nuevo. — afirmó él y yo solo me quede en silencio, no quería romper sus ilusiones.

En el hipotético caso de que él consiguiera el dinero para operar mi rostro y yo aceptara esta operación, ¿También se podría reparar mi corazón? Eso era imposible, no se si algún día pueda estar bien de nuevo o al menos no como antes, cuando era tan inocente y feliz, solo me importaba verme bonita y divertirme.

Ahora yo no podía hacer ninguna de estas dos cosas y la  verdad es que en este momento no me importaban.

—     ¿Qué hacen ustedes? ¿Violet por que te quitaste el vendaje? — preguntó mi mamá al entrar por la puerta, espantada y Steve al escuchar su voz se separo de nuestro abrazo.

—     Quería verme. — respondí encogiéndome de hombros.

—     Por Dios Violet no puedes hacer esas cosas, tus heridas podrían empeorar, Steve anda por el doctor para que venga a ponerle las vendas de nuevo.

—     Tranquila mamá, no creo que se puedan ver peor. — dije con una sonrisa llena de ironía.

—     Steve anda ya. — gritó mi pobre madre y Steve salió de la habitación, ella se veía que estaba a punto del colapso y me sentí mal por estar siendo tan desconsiderada.

—     Lo siento mucho mamá, solo quería verme, no te preocupes tanto por favor. — me disculpe y ella suspiro.

—     Mi dulce niña, me rompe el corazón mirarte así. — dijo ella y sus ojos comenzaron a cristalizarse.

Yo no me merecía sus lagrimas, yo no me merecía a la familia que tenía por haber sido tan imprudente, tal vez debí haber muerto en ese accidente, quizás eso sucedió debido que por mi culpa pudo morir el bebe de Ian y Daria, tal vez este era mi castigo.

No sabía que había pasado con Daria y el bebe, tampoco quería saberlo, solo esperaba que los dos pudieran estar bien y que si esto que me sucedió era un castigo no sea porque hice que un inocente perdiera la vida.

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