Punto de Vista de Noah

La mañana llegó demasiado temprano para mí.

Bostezaba mientras me apresuraba a ir a la casa del otro lado de la calle.

En mis brazos, sostenía una bolsa de comestibles que tendría que cocinar.

Había demasiadas cosas que hacer en la oficina, pero quería cocinar el desayuno para mis hijos. Además, recordaba que Briana me estaba esperando. Quería que supiera que lo decía en serio cuando dije que quería ser parte de sus vidas.

La sirviente me abrió la puerta y me dejó caminar hasta la cocina. Me puse a trabajar de inmediato.

A las siete de la mañana, escuché el sonido de pasos en estampida y supe que mis hijos estaban despiertos. Una sonrisa se dibujó en mis labios cuando ellos corrieron a la cocina y exclamaron con sus voces felices.

"¡Buenos días, papi! ¡Estás aquí!", comentó Mason.

Me puse en cuclillas para abrazarlos contra mi pecho. Todos olían a talco.

Noté que también llevaban pijamas a juego. Tenían palabras grandes que decían Atacador de Dragones.