Punto de Vista de Noah

Esa llamada telefónica me alertó.

Mi primer instinto fue llamar a Ed, el jefe del equipo de seguridad encargado de vigilar a mi familia.

Si los niños esquivaron su vigilancia, no sé qué les haría a todos.

“¿Dónde están mis hijos?”, grité por teléfono cuando la línea se conectó.

Al mismo tiempo, estaba medio corriendo hacia el ascensor para bajar al vestíbulo.

“Señor, los niños se escabulleron de su casa para encontrarlo”.

“¿Y qué están haciendo todos ustedes?”, grité, bastante alterado por la idea de que los niños lograran escabullirse de su casa sin ser detectados.

¿Quién sabía qué peligro encontrarían afuera?

“Señor. Lo estaban buscando”. Eso me hizo callar.

“Uno de los hombres los escuchó hablar. Dijo que los niños tienen miedo de que los deje de lado porque tiene novia y su mamá está saliendo con otro hombre”.

Eso me hizo callar.

Esto es lo que pasaba cuando Briana y yo no éramos cuidadosos sobre nuestras relaciones.

"Continúa", le dije a Ed, atr