POV: CARMEN. “Yo te amo”Esas palabras retumban en mi cabeza una y otra vez, mientras me dejo envolver por él, es tan cursi que parece ser un chico de esas historias cursis, de hecho, creo que Dios tomó en cuenta el hecho de que soy una amargada y me envió un hombre que hará de mis días una guerra de amor.Me despego de su cuerpo, levanto la cabeza para poder verlo a los ojos, limpio mis cachetes y hago a un lado mechones de mi frente. Su sonrisa me roba una a mí, ahora sí puedo admitir que después de la mía, su sonrisa es la más hermosa.Agacha un poco la cabeza para unir nuestros labios, me alzo un poco llevando una mano detrás de su cabeza, profundizando más el beso. Por algún motivo desconocido, en el fondo tenía claro que funcionara o no, iba a estar feliz con haberlo conocido, con haber conocido el amor, el mar de sensaciones, el sentimiento que devuelve la ilusión, y las ganas de vivir.Sus labios se mueven suavemente sobre los míos, con una delicadeza especial, éste no es un
POV: HUGO. El día empezó húmedo, a diferencia de anoche, ya no llueve tanto, esos cambios repentinos siempre surgen con el clima de aquí, no me puedo quejar, en su momento me gusta el frío.Con una sombrilla abierta, sostenida con mi mano derecha, la observo salir de la universidad, va de prisa, un chico la alcanza, ella se detiene a discutirle un momento y se da la vuelta, el chico insiste, ella lleva una mano a su cintura y levanta la cabeza para poder verlo a la cara, sus gestos son tan tiernos, me río de sólo observarla, con su dedo índice señala al muchacho diciéndole algo de una forma amenazadora y se va.Amarra su cabello en una coleta alta y camina hacia el auto de su chófer de prisa por la llovizna. Observo el auto marcharse y regreso mi mirada hacia el muchacho quien avanza hacia la carretera.Regreso hacia mi auto mientras cierro la sombrilla, me monto y regreso a la empresa, me fui un momento sólo para verla, con Antony de mal genio por todo lo que está pasando debo estar
POV: HUGO. El día empezó húmedo, a diferencia de anoche, ya no llueve tanto, esos cambios repentinos siempre surgen con el clima de aquí, no me puedo quejar, en su momento me gusta el frío. Con una sombrilla abierta, sostenida con mi mano derecha, la observo salir de la universidad, va de prisa, un chico la alcanza, ella se detiene a discutirle un momento y se da la vuelta, el chico insiste, ella lleva una mano a su cintura y levanta la cabeza para poder verlo a la cara, sus gestos son tan tiernos, me río de sólo observarla, con su dedo índice señala al muchacho diciéndole algo de una forma amenazadora y se va. Amarra su cabello en una coleta alta y camina hacia el auto de su chófer de prisa por la llovizna. Observo el auto marcharse y regreso mi mirada hacia el muchacho quien avanza hacia la carretera.Regreso hacia mi auto mientras cierro la sombrilla, me monto y regreso a la empresa, me fui un momento sólo para verla, con Antony de mal genio por todo lo que está pasando debo est
POV: CARMEN. Me mantengo quieta esperando su respuesta. —Dijo que quería hablar conmigo, que no tenía nadie más y decidí escucharla —explica. —Ya —meneo la cabeza cruzando mis brazos sobre mi pecho. Me alejo de él y empiezo a revisar la casa, me quedo en la cocina y desde ahí sigo observando. —. ¿Te parece normal estar aquí a solas con tu ex?—No, pero sólo íbamos a hablar —aclara. —Hugo por favor, no me veas la cara de tonta, chiquita soy pero no tonta —reclamo. —. ¿Sabes? Mejor me voy, me acordé de que si tengo cosas que hacer —digo con ironía y empiezo a caminar de regreso para irme. —Carmen, chaparra por favor...Volteo de golpe al escuchar como me llamó. —¿Cómo me llamaste? —pregunto mirándolo confundida. —. A ver Hugo, tú a mí no me llamas chaparra, me dices pequeña “pequeña” ¿Qué acaso ahora eres mexicano o qué? ¿O me estás llamando como la sueles llamar a ella? —¿¡Qué!? Por Dios Carmen, te estás haciendo ideas que no son —niega con la cabeza, pasando su mano por ésta.
No sé que estarán planeando mis padres que no se han quejado conmigo por la visita de Hugo, pero bueno, ya está claro que Hugo no les agrada y que piensan que es un muerto de hambre, si supieran que además de ser arquitecto trabaja en una de las mejores empresas de la ciudad, pero no me sorprende que mi madre se haya dejado llevar por la apariencia. Sonrío emocionada al ver a Hugo esperándome apoyado a su auto, adelanto mis pasos para llegar a él, echo un ojo detrás de mí por si acaso, ya que Manuel se ha vuelto a mostrar, antes de lanzarme sobre él y besarlo. —Creo que te sorprenderé más seguido —dice con una sonrisa. —Me lo creí —pellizco su abdomen. Me escribió unas horas después de que entre a clase que hoy no iba a poder venir, y aquí está. —Auch, fiera —acaricia el lugar afectado fingiendo dolor, rodea el auto y me abre la puerta. Nos montamos y pone el auto en marcha, le pregunto a donde vamos pero como de costumbre no me dice. Su celular empieza a sonar y me pide que lo
Después de estar casi el día entero con Mary, regreso a casa y no hago nada nuevo, me encierro a estudiar, el miedo que me está causando que alguien me vea junto a Hugo, u que algún reportero nos capte hace que me sienta más segura hablando solamente por teléfono con él, pero la relación así no funcionará. —Car —escucho la voz de mi madre a mis espaldas. ¿Qué le dio con mi diminuto ahora? —. ¿Tienes un minuto? —pregunta avanzando, lo sé, sus tacones resuenan. —La escucho —le digo sin voltear a verla, no recuerdo la última vez que tuvimos una conversación larga o formal. —No sé si es una broma u algo serio, sólo quiero que sepas que es él o tus estudios, sé que tomarás la decisión correcta. Reprimo el dolor de la puñalada que acabo de recibir y volteo a verla con toda la fuerza que encuentro en mí. —No sé de que me estás hablando —comento mirándola fijamente a los ojos, sin permitirle ver mi dolor. Por más que quisiera gritarle que lo amo, que me importa un bledo su opinión, me re
—Eso no se vale, al menos sabes de que se trata, yo no —me quejo. —Pero no la he visto —dice jugueteando con mi oreja. De las palomitas pasamos a los Ruffles, estoy con la cabeza sobre sus piernas con la mirada en la TV, bueno, ambos tenemos la mirada ahí. —¿Es en serio? —exclamo mirándola al chica molesta. —. Entiendo porque se llama así, prometieron ser amigos —hago comillas con las manos. —. Y que supuestamente no iban a acostarse más, ella debería odiarlo por idiota, se muere por ella, ella sólo quiero cuidar su corazón, recién le rompieron...Hugo me mete un Ruffles en la boca, e inclina un poco su cabeza, como si quisiera escuchar mejor. “No más sexo” dice la chica cruzada de brazos. Presto atención mientras mastico, tomo la bolsa de Ruffles de Hugo y sigo comiendo. —Va a caer, lo sé, va a caer —murmuro apretando la bolsa debajo de mis manos. Se besan. —Lo sabía —exclamo. —. Mucho duró. Y señores y señoras, una escena de sexo, las otras fueron un poco moderadas, pero és
Con mi mochila colgada del hombro bajo las escaleras corriendo ya que voy tarde, gracias al tramposo de mi novio, Antony se dio cuenta de que Mary está en la casa de sus padres y ahora para allí, pero ella no ha decidido verlo. —Hija —volteo a ver a mi padre en el pasillo cerca de su despacho. Frunzo el ceño con extrañeza, es rarísimo que él esté en casa a estas horas. —Dime papá —en vez de terminar de bajar, subo. —Sólo son unos minutos, ¿Tienes novio? —me pregunta sin rodeos. —No, ¿Por qué? —Pensé que estabas saliendo con Manuel, pero bueno, me alegra que estés solamente enfocada en tus estudios —me dice con una sonrisa, pero en sus ojos no hay felicidad. —. Disculpa, es que ustedes siempre se han llevado tan bien. —Papá, no será que los problemas de la empresa te están afectando. —No, pequeña, ve con Dios —hace un breve ademan con las manos. Me voy un poco aturdida, ¿Qué ideas le habrá metido mi madre en la cabeza? O tal vez fue el loco de Manuel. No le he dicho nada a Ma