El cuerpo inerte de Isobel sufre espasmos ya que se ha quedado dormida llorando luego de haberse desahogado, diciéndome ese cruel secreto que puso a hervir mi sangre y el cual no trascenderá ya que pretendo encargarme del maldito Moretti, no soy asiduo a manchar mis manos de sangre, pero si ese regresó, si la encontró es porque pretende dañarla y es jamás lo permitiré ¡nunca! Creo que debió haberse quedado dentro de su madriguera y no salir a asustar a alguien que me importa, aunque en realidad desconozco si sabe o no que está conmigo, pero me importa una mierda porque de igual manera lo voy a quitar del camino. Busco el telefono para llamar a mi jefe de seguridad quien responde al primer tono.
— ¿Jefe? – dice con su habitual tono ronco.
— ¡Robert necesito localizar, vigilar y conocer a alguien! – silencio.
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La tenía recargada en la barra de la cocina, con mi bóxer puesto y una camiseta blanca que, aunque le llegaba a mitad del muslo, dejaba notar unos preciosos pezoncitos erectos que enloquecían mi cuerpo, nunca he sentido tanto descontrol como en este momento, me declaro adicto a la elegancia de las telas finas y delicadas, mezcladas con gracia entre encajes y ligas forradas… pero ver a esta preciosa criatura con mi ropa es lo más erótico que he podido percibir desde que soy “yo”. Ella misma me ha estrellado en la cara que en su guardarropa solo existen prendas cómodas y que de formar parte de mis gustos sería complacerme, nada más ¿toda una arpía eh? Pero sabe manipular, por esa razón me lleva ventaja, me gusta muchísimo y por primera vez siento el sabor dulce de hacer algo sin que goce de mi entero control, ella me empuja a lugares que no he experimentado, o no los recuerdo. Pruebo su piel apenas imperceptiblemente, pero su delicioso sabor explota en mi boca excitando mis papilas gu
¡No puedo creerlo! Este hombre es un ángel caído del cielo con toda una corte celestial.¡Nada, eso es lo que tengo entre mis manos, nada!Frank Moretti está asquerosamente limpio, claro que no es verdad. Esto debe ser un expediente paralelo al verdadero. Lo que no entiendo es p que Robert me entrega esto a sabiendas de que no es real.—Hawkins ¿dime Robert? – respondo ofuscado —Y dame por favor buenas noticias porque lo que estoy leyendo no me sirve – resoplo enojado.—¡Lo siento Jacques, pero debías tener algo en tu escritorio como lo ordenaste! – cierto —A mi tampoco me convenció su información angelical, por esa razón voy en camino para que discutamos un tema interesante – es si me gusta.—¡Bien, aquí te espero! – no dijo más y colgó.Las lágrimas de Isobel me hicieron sentir miserable, por voy a levantar una investigación hasta que el imbécil apare
Josep arrulla la chica para que calme su estrés, es un hecho que Lara la jodió fuertemente, pero no sabemos de qué manera. Imagino que la amedrentó con su manera de hablar o algo de eso, aunque si yo fuera alguien miedoso, no me acercaría a ella. Escucho el murmullo entre Betha y mi hermano, me agrada la chica, sin embargo me parece muy frágil para trabajar bajo la presión que ejerce ser asistente de Presidencia y estar bajo mis órdenes a pesar de ser mi hermano quien lidia directamente con ella para evitar que yo la intimide con mi mal humor y groserías propias de mi temperamento cruel y bipolar – lleva razón – porque no tengo mucha paciencia y ni siquiera me importan los sentimientos ajenos.—¿Dijo algo? – no me preocupa su seguridad, solo quiero que me redacten el maldito documento para mandar a Lara lejos de mi y de mis planes.—Si fuese cierto me emocionaría con tu interés hermanito – ruedo los ojos y le hago una seña con el dedo co
¡Uf, esta cama me absorbe! No me deja levantar considerando que es de madrugada o eso creo. Busco el teléfono en la mesa de luz y a mi novio al otro lado de la cama y solo encontré a uno, pero no se trataba de Jacques. Puse los ojos en blanco porque me siento arrebatadoramente posesiva y eso… no me había pasado nunca. Este hombre ha sido para mí el primero en todo y aunque aún no hemos intimado como se debe, el placer que experimento es intenso y eso me lleva a pensar que a veces él se siente igual, como si fuese la primera vez que toca una chica, es que su forma de mirar y la respuesta de su cuerpo me confunden tanto por la experiencia que posee – que debe ser gigantesca – y a la vez, mi fuero interno me insta a entregarme completamente, a confiar plenamente en él porque me asegura que nunca lo ha sentido igual que conmigo ¡vaya que mi fuero interno es metiche! ¿cierto? De todas las formas, s&eac
—¡Oh Dios Jacques! – grita cuando introduzco la lengua en su ombligo después de haber saboreado cada centímetro de piel en un arrebato de locura que tuve al suplicar que la hiciera mía.Sostengo firme sus manos sobre la cabeza. Maniobra que aprovecho porque soy considerablemente más alto y puedo incluso llegar a su sexo sin problemas ¡esta mujer es perfecta para mí! Levanto la vista y observo con atención cada uno de sus gestos y las reacciones de su cuerpo. Su boca entreabierta buscando aire para llenar los pulmones, el matiz rosado que ha tomado su piel, la fuerza con que cierra los ojos y al bajar encuentro sus preciosos senos con los pezoncitos erectos, en realidad nunca la he desnudado completamente. No me atrevo aun ya que puedo llegar a un punto en el que no pueda detenerme y lastimarla, quiero que esto sea luego que conozca a mi familia y sepa la clase de mierda que son; y si todav&i
Jacques se mantiene cabizbajo en el trayecto a su ático, no entiendo que le pasa, imagino que luego del susto que pasamos es difícil para él ya que es un hombre tan… seguro y sin temores – o eso creo yo – que es muy orgulloso y egocéntrico, además demasiado vanidoso, presuntuoso e individualista; resoplo enojada por su actitud petulante ¡eso fue lo que nos llevó a discutir! Debe aprender a respetar mi espacio porque no hemos trazado planes, solo somos un par de personas que les gusta estar juntos ¡es todo! No puedo dejar mi vida por vivir la suya, una vida pomposa y sin ningún inconveniente más que dedicarme a ir de compras y estar perfecta para él porque es el hombre de la relación y el “millonario”. Lo observo aun con expresión de culpabilidad ¡ja, en cuanto lleguemos me va a oír!— ¿Fecha? – pregunta Josep a su in
Dejé a la Pequeña Bruja en su ático. Cada vez que recuerdo su rostro de molestia total, no sé si reírme o darme de cabezazos contra un muro ¡seré idiota! Lastimarla solo porque soy un petulante e impetuoso. La quiero viviendo conmigo pese a sus necesidades y es cierto, pero no puedo obligarla y mucho menos lastimarla de ese modo ¡Seeeh, que mierda! Aunque no me quejo de mi proceder, la compensé muy bien – sin sexo por supuesto – llevándola a almorzar y sobre todo declarándole mi interés hacia ella… espero que sienta igual porque de no ser así en realidad no tengo idea de que haría. Esto no lo había experimentado, así como el pánico que experimenté cuando se enfureció conmigo por mi bocota y mi forma de decir las cosas.¡Soy un idiota, lo sé! Y al parecer ella también lo sabe.<
—¿Y de qué manera la sonsacaste? – pregunta mi hermano extrañado —Esa mujer es difícil de convencer, además de peligrosa Jacques – señala incómodo —¡Está enamorada de ti y es aterrador! – puntualizó.—Lo sé Jo, me amenazó, trató de amedrentarme con el cuento de que mi padre trazaría el plan perfecto para meter a Isobel en su cama – me encogí de hombros — Si, estaba un poco ofuscado, también quería estrangularla, pero accedió porque le escupí en la cara que no la amaba, le dolió no me cabe duda de eso – mi hermano abre los ojos como platos.—¡Cuidado Jacques, juegas con fuego! – advierte preocupado. Esta es la tercera vez que miro el celular.—¡