El corazón de Rubén aumentó su fuerza, y suspiró, al tener frente a frente, ahora, a Amapola la mujer de su vida, que lo reconoció de forma inconsciente; nunca imaginó que lo pudiera identificar por el cambio de su rostro, pero ella tuvo el instinto, no lo olvidó,algo le dijo que lo conocía y Rubén también, pudo darse cuenta, que no hubo otro después de el.

A pesar de lo celoso que el era con ella, ahora lo ve claramente, que Amapola le profesó amor verdadero.

Reishel, se retira con su mamá, y ella se despide de Rubén pero el corazón, le decía que pasaba algo inusual, que había algo que todavía no había podido distinguir con certeza, sintió una cercanía familiar, un dejó lejano tenía Rubén que la puso a dudar, y pensar si de veras lo había tratado de algún momento de su vida.

Pero no lo ubicó.

Marcela fue otra, que sin querer notó en la cara de Rubén algo extraño, y como ella es una mujer de experiencia para ella hubo un sobresalto inexplicable en la actitud de el. Aunque disimuló,