¡Dios del cielo!

Han pasado las cuarenta y ocho horas después de la audiencia de control, pero todo va a paso de tortuga, los caminos burocráticos de la investigación influyen y es muy probable que hoy se lleven a Reishel para la prisión de mujeres. Ella está todavía sola en la celda muicipal, práctica meditación y chikun, respira profundo, pronuncia un mantra en voz baja, abre los ojos y mira a su alrededor.

Reishel no está llorando, está tomando energía desde su mundo interno para enfrentar lo que sea, lo que tenga que enfrentar. Se levanta y hace un esquema de Taichi.

—¡Tiene visita!...

Escucha el sonido de las llaves y gira para ver de quien se trata, y son por supuesto su madre y Mauricio.

—¡¡MAMA!!...

Mauricio espera su turno cabizbajo.

Después que abraza a su madre se lanza sobre Mauricio.

—¡El abogado se está moviendo, la investigación está lenta, pero hay detalles que tienen que cubrir, uno de ellos es la camara de seguridad, voy a revisar el lugar, si ellos ya no lo han hecho, se trata de un
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