Luisa Camacho vivía en el barrio cerca de Reishel, tenía muchos problemas, uno de sus hijos estaba enfermo de Sida, y el tratamiento era bastante costoso, homosexual, promiscuo,y muy querido, contaba con una familia que lo amaba y luchaban todos para comprar lo necesario y salvar su vida, el alcalde a veces ayudaba, pero no era suficiente, tenía que buscar otras entradas. Luisa era muy buena vecina, trabajaba en casa de familia, y sus otros hijos también tenían compromisos se habían estabilizado y también tenían sus hijos, además de esto , Luisa tenia una hija de dieciocho años,Paula, que era muy bonita, la menor, y Luisa su mamá, vive aterrada, porque Paula ahora es en una chica muy llamativa,ella sale va al liceo, pero todos alerta, porque también la tienen que cuidar de los maleantes del barrio. El tuerto tiene chantajeada a Luisa, y ella no tiene para pagar los intereses.Luisa veía a Reishel entrar y salir, sabía que ella tenía un corazón de oro pero no sé atrevía a molestarla
Mauricio mira a Reishel a los ojos y ella en los de el, encuentra una dulzura que le amilana el corazón… —¿Estás segura, que es eso lo que quieres? El corazón de Reishel da un gran pálpito; una sensación que nunca había experimentado antes; un vértigo inusual que no era propio de su carácter, pero era necesario, no dejarse llevar por los sentimientos, y abrirse paso con frialdad. Es cierto, ese hombre que está frente a ella, es el ser que en muy poco tiempo ha logrado lo que nadie; meterse muy hondo en el alma, deseaba muchas cosas con el, deseaba "todo", con él; ¡y quería!…si quería… llevarlo todo hasta el final,> pero también sería estrechar más sus lazos amorosos, sufrir, y padecer sabrá Dios, qué consecuencia...Reishel…pensaba y pensaba… —¿Entonces?...¡¿No me dices nada?! Ella le responde… —¡Vamos a tomar distancia por un tiempo, creo que debemos ser prudentes, mi madre, tu familia, nosotros, ya sé
La clínica estaba llena de gente, ya había pasado el mediodía y todos se sentían extrañados, porque Mauricio no había retornado; Kathlyn sobretodo, se quejaba…—¡Pero que solidario Mauricio, Úrsula… ¡Y la pelirroja esa!, después de tantas atenciones, se esfumó!Román replica…—¡Aquí lo más importante es mi papá, y es cuestión de horas, que esté con nosotros en nuestra casa!—¡Eso es lo más importante!Intervino Amanda…—¡Ya mi Pakito estará de nuevo conmigo!En familia estaban haciendo muchos comentarios, y de forma misteriosa, se acerca un individuo, un hombre, con lentes oscuros; luciendo un sweater que cubría su cabeza con un gran capuchón y se termina de acercar a Kathlyn…—¡Buenas tardes!...¿Cómo sigue el señor Santillano?—¿Disculpa?...usted, ¿Quien es?... pregunta Kathlyn.—¡A pues!...me vine así…para evitar al público…¡Soy Nemesio Lanz!—¡Ay hermano bienvenido!—Salta Román y le da la mano—¡Gracias por venir amigo!—¡Estoy muy preocupado, y no me pude contener!
Cuando estaban tomando sus cosas para irse; algo extraño vino al corazón de Mauricio; Reishel mirando al suelo; con una tez muy seria y reflexiva; camina hacia Mauricio y lo mira a los ojos con un brillo leve de tristeza…—¡Oye que música más linda!—¡Si, esa es…..de Phil Collins!—¡Es muy sensible!—¡Toda la vida me ha gustado!—le dice Mauricio.—¿Sabes que?...¡Fue maravilloso!Mauricio enternecido con esa melodía que le haría recordar siempre ese momento y a Reishel…—¡Si… lo es!, lo que tenemos lo es!.Reishel se pega de el y se deja abrazar, y fue un abrazo completo, dado con toda el alma.Después Reishel se retira y le dice…—¡Quiero ir a casa!—¡Te entiendo, y me parece muy sensato!...—¡Y…!—¿Y?—¡No podemos seguir!Me retiro, para que pensemos, y reflexionemos, es muy peligroso, para ti, para mí, para todos…Mauricio, sabía, sabía que Reishel iba actuar de esa forma, así era Reishel, y el presintió; que algo así se iba a presentar. Mauricio sintió un fuerte
Mauricio siguió su camino; y estaba que ya no daba más no quería hablar con nadie; y mucho menos con Úrsula; lo único que quería realmente hablar con ella era de divorcio, y eso era muy peligroso, ese hombre que se presentó en casa de Amapola la madre de Reishel; lo tenía intrigado; estaba seguro que Úrsula había sido la autora intelectual de esa visita, pero no le quedaba otra que llegar y seguir interpretando el papel del que no sabe nada y deseando que aparezca en su mente, otra excusa, que lo salvará de acostarse con Úrsula. Mañana será un nuevo día, y esta vez será sin Reishel, Úrsula por los momentos se salió con la suya; pero no podía dejar a Reishel, no lo va hacer, ahora ni nunca. Llegó al apartamento y de una vez Úrsula se da cuenta que viene de muy mal genio; ella recostada leyendo un artículo de esos temas de realeza española que tanto le gusta, y escucha que pasa sin dirigirle la palabra, el ni la mira, nada, no quiere hablarle; pero eso a ella en el fondo la hace feliz;
Rubén Santillano ya estaba caminando por la sala de su casa; seguía muy obsesivo, con el recuerdo de Reishel; no sabía cómo hacer para volverla a ver; tenía que buscar la manera de encontrarse con ella y tenerla cerca, solamente quería ganarse su amistad. Pensaba en decirle a Mauricio; si la podía compartir para que fuese su secretaria o algo así.Por los momentos lo único que le interesaba era ser su amigo, que ya es demasiado.—¡Padre querido, pero que bien te ves, ya puedes volver a la batalla!—¡Si de inmediato! y ¿que es de la vida de Nemesio Lanz?...—¡El fue a preguntar por ti, te vio de lejos; y se alegró mucho de tu recuperación!—¡Mañana seguimos con la logística del concierto; tenemos que terminar todo!—¡Sii claro!También tenía pendiente el mercado del negocio alterno, no lo podía descuidar, porque Úrsula lo quiere para ella. Siempre quiso vivir de otra manera, pero no pudo salir de ese mundo; después que había entrado; así son los negocios de la mafia.Estaba
Los días estaban transcurriendo y Rubén bastante recuperado, se incorporó a su trabajo; y desde hace días no veía la hora ni el momento; para hablar con Mauricio, con la única idea de preguntarle por Reishel; pero la conciencia lo hacía sentir, como al descubierto, la culpa lo hacía parecer desarticulado, hasta que una tarde tomó valor para hacerlo…y por fin se encontraron en la oficina…—¿Cómo estás Rubén, como te has sentido?—¡Mejor, Mauricio, mejor!...¿Y tú cómo estás, ya no vienes con tu asistente personal?—¡Por eso no te preocupes!...¡En cualquier momento aparece por ahí, por ahora le di permiso para que se dedique a un asunto personal!—¡Que bueno!.. ella tiene…mucha personalidad, es muy segura, a parte de la presencia que tiene, podría desempeñarse con mucho éxito dentro de la empresa, y hasta me gustaría que trabajará también para mi; si tú no tienes problemas; digo; ella dijo que era médico veterinario, pero también tiene muchos otros estudios, se nota, Mauricio, que t
Reishel se siente muy sensible; pensaran que por ser como ella es fuerte y valiente, no tiene lágrimas; pero si, ahora de forma inexplicable, salieron a brillar unas lagrimitas y recostada en su almohada, piensa, en Mauricio y en lo que es su vida, en ese barrio de delincuentes dónde está viviendo, y en su lado más vulnerable que es su madre, si a ella le llega a pasar algo, ¡jamás se lo perdonaría!El tuerto luego de perder su apuesta, no salía de su asombro; lo que había escuchado en relación a Reishel, se quedaba corto cuando vio a la pelirroja, dar una pelea como la china del tigre y el dragón; un film que vio hace muchísimo tiempo.Todos los retadores estaban aporreados, usando bolsas de hielo, para desinflamar sus partes, hasta tenían miedo de quedar estériles de por vida.No les quedó ganas de caminar, ni de salir de su casa por un tiempo; pero el tuerto no se andaba con cuentos, ya estaba maquinando algo para terminar con Reishel, porque ella era un estorbo para su deambula