Sádico

Catalina 

Ingresamos a mi departamento y siento que voy a desfallecer ¡¿Cómo le digo a este diablo que no tengo nada?¡ El sujeto observa todo alrededor, con cara de poker y me presiona.

–¡Apurate no tengo toda la noche! Traeme todo lo que recolectaste espiandome.

Con mis nervios a flor de piel me acerco a una distancia prudente del diablo.

–Bueno, como te explicó.. y-yo en realidad, no tengo nada que sea suyo.

El silencio que sigue es sepulcral. Veo como el rostro del diablo se contrae por la furia y se aproxima a mi amenazante.

–¡¿A qué m****a estás jugando?! ¡Maldita puta!.

En un movimiento ágil saca de adentro de su camisa un arma de calibre pequeño y me apunta a la cabeza. 

Sin demora me arrodilló a sus pies llorando, convulsivamente.

–¡No por favor, no me mates! ... Le juro que no lo conozco ¡no se quien es usted ni su prometida! Hoy es la primera vez que lo veo en mi vida. Revise toda mi casa, solo encontrará objetos viejos y en deshuso.

El demonio me toma de los pelos y me hace levantarme para pocisionar su rostro a un milímetro del mío.

–¡¿Me vez cara de estúpido?! Que hacias está noche, justo en mi habitación ¡Espiandome! ¿Eh?

Sigo llorando sin poder contestar, entonces, el demonio alterado, me grita.

–¡Contesta Puta! por qué depende de tu respuesta.. que no traspase ahora con mi bala, tu linda cabecita.

–y-yo, so.. solo fui por primera vez...con mi amiga a ese lugar.. por qué ella tiene un amigo. Puedo darle su número y que usted mismo la llame. Se lo imploró.. deme la oportunidad de demostrar que no miento. 

La mano del desalmado se afloja en mis cabellos. Pero, sigue mirándome con desconfianza y desprecio, solo unos instantes transcurren, para que acceda.

–Te voy a dar el beneficio de la duda, por qué se dónde vivis, y no podes escapar de mi ¡Pero! si descubro que estás mintiendo, lo vas a pagar con tu vida.

*********

Muchas horas después que mi vida dió un giro de 180 grados, no pude pegar un ojo en toda la noche. Sigo hecha un ovillo en mi sillón. Mis lágrimas se secaron, pensando y recreando todos los sucesos devastantes ¡Por qué acepte ir a ese lugar de perdición! Ese ser despiadado, no va a dejarme en paz. Presiento que no le basto con saber que soy inocente, me seguirá acechando, hasta en mis pensamientos ¡¿Por qué?! Me estremezco, solo de revivir la forma en que me miró y me tocó desnudandome hasta el alma. 

*********** 

Sebastián Schwarz 

Salgo de este basurero, tronando los huesos de mi cuello y acomodando mi molesta ereccion. Me maldigo por ser un sádico depravado. Es que ninguna mujer logra llenar o culminar mis deseos más oscuros. Pero tampoco puedo  ¡vivir un día de mi vida sin sexo! Mi mente se nubla con la imagen de esa pequeña zorra. Con solo ver una porción de sus seductoras piernas y su escote tan sugerente, mi ritmo cardíaco aumento. Mi mente voló. Imaginando como se vería, si le quitará ese atuendo de mucama barata ¡Se que no debí! pero, mi curiosidad lacisva necesitaba ser saciada. Inventé esa ridícula excusa de los micrófonos y cámaras ocultas, tan solo para alimentar aún más mi morbo. 

Mi percepción nunca falla. Sonrió de lado. Su bronceado y delgado cuerpo lucía tan atrayente que no me prive de su tacto. Mi hombría se inflamó junto al roce de su exquisita piel, estuve a punto de cojerla ¡Ahí mismo! fuerte y duro, como a mí me gusta, contra esa pared asquerosa.d Dominado por mis más bajos instintos. Pero, su llanto ¡su maldito llanto! Odio a las mujeres débiles y lloronas. A la única que se lo tolero y hasta un cierto límite, es a mi prometida, por qué la amo. Ella es como una rosa, frágil, hermosa y delicada. Es por eso que busco afuera lo que ella no puede darme. No puedo tratar a Sofía como a las demás putas que me cojo. ¡Si! solo son eso, polvos de una noche, jamás repito con la misma, sin excepciones, no formó apegos con nadie, por qué nunca nadie tomara el lugar de Sofía, la mujer de mi vida.

Mi existencia es una m****a.. estoy rodeado de caos, destrucción y muerte, así son mis días diarios. Pero, no me quejo, es el legado que mi padre dejo para mí y mi maldición también. Me obliga a no poder casarme o tener una familia como todo el mundo soñaría. Menos ¡yo! no es mi sueño, no me interesan los críos y el único sentimiento de apego que tengo, es el que siento por Sofía, se metió en mi entorno a la fuerza, aunque me negué rotundamente, ella se ganó mi respeto y admiración. Conoce la clase de hijo de puta, sin corazón que soy y aún así viendo mi lado más sanguinario no se apartó de mi lado, es leal, por eso la dejo que me acompañe, es la única cosa buena que me hace no perder del todo, la poca humanidad que queda muy en el interior de mi ¡Mi cable a tierra!

Llego al vehículo estacionado dónde me esperan mis subordinados. Subo en la parte trasera, luego doy un portazo con excesiva brusquedad y exhaló un largo suspiro de frustración. A lo que mis hombres me miran por unos milesimos y ya saben que estoy de mal humor.

–Señor ¿a donde vamos?–Consulta mati.

–A la mansión. Por hoy solo quiero llegar y relajarme. 

De camino a casa, tomo el celular de mi bolsillo e automáticamente se viene a mí mente. La misma secuencia del celular y las emociones que cruzaron por su rostro.. curiosidad, sorpresa y por último... su gesto de genuina vergüenza al hacer mension sobre mí verga ¡Todo en ella desperto mí interés! Busco a Carlos en mí agenda. A la segunda tonada, este levanta la llamada. 

–Carlos ¡Necesito un minucioso informe de todo! hasta el más mínimo detalle de su existencia ...

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